Durante muchos años cualquier venezolano con un sueldo promedio podía darse el gusto de comprar un pasaje de avión e ir de vacaciones a Disney World o fácilmente ir una Semana Santa a ciudades como Lima o Bogotá, así como a las cercanas islas de Aruba o Curazao. Ahora, con la maxidevaluación, los paupérrimos sueldos, la cantidad de familiares regados por el mundo, así como las normas, vacunas y pruebas impuestas por la pandemia de COVID-19, se ha convertido para muchos en toda una cuantiosa inversión, así como para otros en un karma de largos días y horas de vuelo bajo estrés.
Ir a lugares tan cercanos como Aruba o Curazao, tomando en cuenta el cambio de avión y el tiempo de escala en Panamá, puede requerir largas horas de espera y vuelo. Es así como ir a lugares tan remotos como Australia o China puede requerir hasta varios días de vuelo y cambios de avión. A mí particularmente me han tocado demoledores viajes de casi 24 horas, como pasajero en la ruta de Bruselas -Caracas, vía Estambul, con parada y espera en Cuba sin notificación alguna en la reservación con Turkish Airlines.
Es precisamente durante esas largas horas de viaje o estando dentro del avión que muchas preguntas se nos vienen a la mente. Algunas de esas interrogantes que normalmente muchos se hacen son: ¿Qué significan los códigos de letras en mi tarjeta de embarque? En una emergencia ¿cuál es la zona más segura de un avión? ¿Qué pasa si alguien fallece durante el vuelo? ¿Por qué la comida me parece tan desabrida? ¿Dónde descansa la tripulación en un vuelo tan largo?
Empecemos por la primera, su tarjeta de embarque o boarding pass.
Esa es la tarjeta que le dan a usted en el mostrador de la aerolínea cuando se chequea, en ella además de su nombre y número de asiento hay varios códigos que en el sistema representan mucha información de usted. Aparte de su número de pasaporte, número de tarjeta de crédito o pago hecho en efectivo, aparece cuándo y dónde compró el boleto. Y esto último desde el punto de vista de seguridad es muy tomado en cuenta.
Si viaja solo, si compró el boleto a última hora, si el boleto es one way ticket, es decir, solo de ida o si fue pagado en efectivo, es muy posible que le aparezca un código de 3 o 4 “S” en su tarjeta de abordaje. Esto es la abreviatura de, short for secondary security screening selection o selección secundaria de seguridad, por lo cual Ud. antes de abordar el avión deberá ser interrogado por un oficial de seguridad y explicar algunos datos de su viaje con más detalle. Pero si no tiene nada que temer o esconder, quédese tranquilo, a mí incluso viajando solo me ha tocado ser chequeado o palpado manualmente para verificar si llevo algún tipo de arma antes de abordar el avión.
Las 4 “S”
Veamos ahora por qué a la mayoría de la gente le da miedo volar y siempre quiere saber cuál es la zona más segura del avión.
Contrario a lo que las películas y los programas de televisión podrían hacerle creer, viajar en avión es en realidad uno de los modos de transporte más seguros del mundo. Las probabilidades de morir en un accidente de aviación comercial son asombrosas, 1 en 3.37 mil millones. Es más probable que usted muera en un accidente de tránsito que en uno de aviación.
Por otro lado, qué importancia tienen los asientos. De acuerdo con un estudio estadístico de 17 accidentes aéreos acaecidos en los últimos 35 años realizado por la revista Time, se descubrió que históricamente los asientos en el tercio trasero de un avión tenían un promedio de 68% de posibilidades de supervivencia en comparación con el 62% en la sección delantera y el 61% en el tercio del medio. A su vez se podría pensar que uno de los lugares más seguros para estar en un avión sería en un asiento de pasillo, ya que le brinda un acceso más rápido a las diversas salidas de emergencia a bordo; sin embargo, según los datos, los asientos de pasillo en el tercio medio de un avión son los peores lugares en los que puede estar en caso de un accidente con una tasa de supervivencia de 56%, mientras que los asientos del medio, y específicamente en la parte trasera del avión, son absolutamente los lugares más seguros para estar y te brindan estadísticamente 72% de posibilidades de sobrevivir a un aterrizaje forzoso.
Veamos ahora lo del descanso de las tripulaciones.
Normalmente y por regulaciones los pilotos no deben exceder el volar más de 8 horas en un lapso de 24 horas consecutivas, pues su capacidad para volar el avión se ve comprometida debido al cansancio. Demostrado por algunas estadísticas impactantes, 84% de los pilotos encuestados, pertenecientes a la asociación de pilotos de aerolíneas británicas, reconoció haberse visto afectado por cansancio e incluso 56% admitió haberse quedado dormido mientras estaba a los mandos del avión. Afortunadamente, para los inocentes pasajeros, la mayoría de los aviones comerciales tienen un piloto automático para mantener estables las cosas importantes como el rumbo y la altitud.
Por esto, en vuelos de más de 8 horas, como puede ser el vuelo más largo del mundo, desde Singapur al Aeropuerto Internacional John F. Kennedy; en la ciudad de Nueva York, el cual toma alrededor de 18 horas y 40 minutos, el avión debe llevar no menos de dos tripulaciones.
Mientras una tripulación vuela, la otra descansa y para ello hay lugares reservados para la tripulación de vuelo e igualmente para la tripulación de cabina. Con entradas muy bien disimuladas, como las de un acceso de mantenimiento en el piso o lo que pareciera la puerta de un armario; de acceso restringido, dan acceso a escalerillas que suben o bajan a sectores aislados del avión y sin ningún contacto con los pasajeros. Están totalmente equipados con sus baños y respectivas camas, normalmente tipo literas. Lo curioso es que las camas poseen igualmente cinturones de seguridad y deben ser utilizados mientras duermen.
Airbus A380, área de descanso para tripulación
En cuanto a si alguien fallece durante el vuelo, desgraciadamente esto puede llegar a suceder y por esto mismo los fabricantes de aviones como Boeing y Airbus han diseñado, para aviones de cuerpo ancho y largos trayectos, unos armarios especiales para introducir el cadáver de algún pasajero que haya tenido la mala suerte de fallecer a 30.000 pies de altura en pleno vuelo. De otro modo, posiblemente el pasajero será movido a primera clase, donde hay posibilidad de más espacio para tratar de separarlo de los pasajeros cercanos, cubrirlo con una manta o cobija y con el cinturón de seguridad previamente puesto y ajustado para terminar el vuelo.
¿Por qué la comida generalmente nos parece tan mala?
Las comidas de a bordo normalmente se preparan en tierra, por empresas de catering industriales cercanas al aeropuerto y generalmente se hacen entre 12 y 72 horas antes del vuelo previsto. Contrariamente a la creencia popular, la mayoría de las comidas de avión no se congelan, sino que se enfrían rápidamente y se transportan al avión, para que luego los asistentes de vuelo las calienten y sirvan a bordo. Algunas aerolíneas de lujo incluso tienen sus propios chefs y cocinas a bordo y, sin embargo, la comida en el aire nunca estará a la altura de los restaurantes y menos de uno con alguna estrella Michelin. Pero lo que realmente hace que la comida del avión sepa tan mal resulta en realidad producto de la propia anatomía y fisiología humana. Las cabinas de los aviones tienen niveles de humedad tan bajos como el 10%, lo que es sorprendentemente incluso más seco que el desierto del Sahara, por lo que los senos paranasales se deshidratan a tal punto que afecta nuestra capacidad de saborear y oler. Después de un poco de tiempo en la cabina de un avión, la capacidad de la lengua para saborear dulces se reduce entre 15% y 20 %, mientras que los sabores salados se opacan hasta en 20% o 30 %. En un intento de contrarrestar esto, algunas empresas de catering aumentan drásticamente la cantidad de sal y azúcar en su comida, por lo que probablemente usted esté consumiendo muchas más calorías en esa comida de lo que se imagina.
Se recomiendan utilizar los auriculares para hacer que la comida y la bebida sepan mejor en el aire. Extrañamente, los estudios han encontrado que el ruido fuerte de fondo también pueden disminuir nuestra capacidad para saborear la comida, por lo que usar los auriculares con una música suave de fondo puede atenuar el zumbido grave del motor de los aviones y ayudar a que nuestros sentidos perciban mejor los sabores.
Pero no son solo los pasajeros los que tienen problemas cuando de comida se trata, hay algunas reglas muy específicas como lo que se refiere a lo que pueden y no pueden comer los pilotos mientras están volando y por una buena razón se les advierte que no coman las mismas comidas mientras trabajan como medida preventiva contra la intoxicación alimentaria mutua. Pues si un piloto se sintiera mal por la comida, el otro piloto podría hacerse cargo. Sin embargo, en algunas aerolíneas hay un orden jerárquico para asignar la comida, el piloto recibirá una comida del menú de primera clase, mientras que el copiloto recibirá algo de la clase ejecutiva. Como dice el dicho: donde manda capitán, no manda marinero.
Algunos otros detalles interesantes.
Si alguna vez ha tenido un asiento junto a la ventana en un vuelo, es posible que haya notado un pequeño orificio justo en la parte inferior de la ventana, la cual es normalmente de forma ovalada o semiredondeada. Esto en realidad es un diseño de seguridad muy importante de los aviones, resultado de entender la fatiga de materiales producto de la compresión y descompresión de la cabina, evitando así más accidentes de los ya sucedidos en el famoso avión De Havilland Comet. Este primer avión comercial a reacción en el mundo, creado en 1949 por el fabricante británico De Havilland, era una aeronave con una cabina presurizada que podía volar a mayor altitud, por encima de los 30.000 pies y más rápido que los aviones de hélice, que en aquel entonces dominaban los cielos.
Pero una serie de accidentes comenzaron a suceder. A medida que se vuela más alto, los aviones deben estar diseñados para mantener la presión del aire a un nivel seguro y respirable dentro de la cabina. Esta diferencia significativa entre la presión interna de la cabina y la exterior ejerce una gran presión física sobre las ventanas, por lo que deben construirse particularmente fuertes. Mientras una ventana normal cuadrada de un solo panel se rompe fácilmente a esta altitud, las ventanas redondeadas del avión y compuestas por tres paneles resistentes de acrílico, lograron la seguridad adecuada.
El pequeño orificio es conocido como el orificio de sangrado, se encuentra en el panel del medio y su objetivo principal es equilibrar la presión del aire entre los paneles central y exterior, evitando igualmente que las ventanas se empañen o se congelen, manteniendo la posibilidad de poder ver al exterior.
Hablando de interiores de aviones, ¿alguna vez se ha preguntado sobre esos pequeños triángulos normalmente negros de unos pocos centímetro que en un número de dos por cada lado se pueden encontrar a lo largo del interior de la cabina, a la altura de los ojos. No son decorativos, cumplen la función de marcadores, y que la tripulación pueda saber rápidamente dónde empieza y dónde terminan las alas, pudiendo saber rápidamente cuales ventanas brindan el mejor punto de vista para ver las alas o los motores.
Otras cosas curiosas, aparte de las señales visuales o íconos inteligentes, son los sonidos que también se usan en el aire para mantener la comunicación de cabina adecuada. La mayoría de los viajeros frecuentes los logran reconocer, sabemos que esto generalmente significa que hay que volver al asiento y abrocharse el cinturón de seguridad; pero la diferencia o secuencia de estas campanillas puede significar muchas más instrucciones. Desde la proximidad de turbulencia o que el avión se está acercando a los 10.000 pies, hasta la de comunicarse por el teléfono interno para alguna instrucción o para solicitar algo de tomar o comer, así que escuche y esté pendiente. Si los pitidos se disparan como en una tranca vehicular, vuelva rápidamente a su asiento y ajuste su cinturón, la emergencia puede ser más seria que la de querer tomarse un café.