Caminantes latinoamericanos que llegan a la frontera de México y Estados Unidos aspiran a obtener un visado para ingresar en los Estados Unidos de América. Luego de ser atendidos en la frontera por la autoridad de aduanas son retornados a territorio azteca o solicitados regresar a su país de origen para cumplir con la tramitación respectiva o recibir respuesta a su caso.
Las caravanas con miles de refugiados optan por detenerse a orillas del limítrofe río Bravo con la esperanza de ver hecho realidad el ofrecimiento en campaña presidencial de Joe Biden, apoyo para quienes aspiran a residenciarse en la nación del norte.
En la actualidad esperan los de habla castellana un cambio de pautas que faciliten los trámites exigidos para su ingreso.
La promesa de una visa humanitaria con la responsabilidad financiera y civil de un residente permanente en territorio anglosajón es una buena iniciativa, pero no está al alcance de la mayoría, razón por la cual obedeciendo a ofertas inciertas planifican y llevan a cabo introducirse ilegalmente; grave error.
El no conseguir respuesta positiva inmediata de ingreso motiva a miles a violentar los hitos límites territoriales sin caer en cuenta que ello trae consecuencias para el presente y futuro del transgresor de la ley: cárcel y deportación, o deportación, que es el ejemplar castigo por años.
Muy lamentable estas consecuencias, ya que la sociedad anglo está perdiendo de incorporar un capital humano de variada formación, especialidad y experiencia que tanto requiere en mano de obra y talento profesional.
A medida que pasan los días se incrementan los conjuntos provenientes de diversos Estados y Venezuela no es la excepción.
De acuerdo con el Instituto de Políticas Migratorias con sede en Washington D.C. la presencia de descendientes bolivarianos se ubica en 545.000 personas a la fecha, lo que significa que se ha triplicado en los últimos 10 años, pero destaca la iniciativa adoptada con mayor celeridad a partir de 2022.
Una evaluación realizada por el Departamento de Seguridad Nacional enviada a la policía de frontera gira instrucciones a este cuerpo para buscar y detener a delincuentes y procesados venezolanos que supuestamente fueron dejados en libertad de cárceles locales ante ofertas de ingresar a Estados Unidos en un operativo similar al puesto en marcha por autoridades cubanas en la crisis migratoria como éxodo del Mariel de abril a octubre de 1980, dirigido para llegar por mar a las costas de Florida; pero el de la actualidad es hacer la travesía a pie, alternando el traslado con otros medios si estos estuviesen al alcance de la caravana.
El texto en cuestión fue analizado y publicado por el portal Breibart Texas recientemente en su página y comentado por Randy Clark, un veterano con 32 años de carrera en temas contiguos. Clark coordinó operaciones para 9 estaciones fronterizas, desempeñándose para el momento de la jubilación por años de servicio como Jefe de la División de Operaciones de Aplicación de la ley.
Según la U.S. Costumer and Border Protection (CBP) este tenor refiere que entre octubre de 2021 y julio de 2022 fueron detenidos miles de venezolanos, quienes ingresaron ilegalmente al país, así como en 2020 fueron 5.000 las capturas por igual delito.
El legajo de seguridad y defensa del territorio hace un llamado de alerta a los agentes, ya que presidiarios fueron vistos dentro del conjunto de personas que forman parte de la caravana que va desde Tapachula, México, hacia la frontera con Estados Unidos.
Conforme informa la CBP, durante el primer semestre de 2023 se superaron los 65.000 operativos con presencia de indiciados en delitos ciudadanos de la otrora potencia petrolera en la mayoría de procedimientos.
La Voz de América informa que el estado de la Unión con mayor número de ciudadanos del país bolivariano es Florida con 51%, luego Texas 14% y Nueva York 4%.
Eric Adams, alcalde de la ciudad de Nueva York, solicitó a Joe Biden ayuda migratoria federal. Dijo que no ve el fin de la actual crisis migratoria, que «destruirá» la ciudad más poblada del país.
Durante un ayuntamiento en el Uper West Side de N.Y., el político demócrata expresó la gravedad de sus preocupaciones sobre el flujo constante de solicitantes de asilo que ingresan a la ciudad, citándolos como una carga financiera y un factor para múltiples rondas de recortes presupuestarios a las agencias de la ciudad, él ordenó.
El expolicía hoy alcalde de la Gran Manzana afirmó que cada mes entran 10.000 inmigrantes y que la ciudad no recibe ningún apoyo ante la «crisis nacional»; conforme reportó el USA Today en reciente edición.