El premio Nobel de física del 2022 lo recibieron Alain Aspect, John Clauser y Anton Zeilinger por sus investigaciones en mecánica cuántica de estados cuánticos entrelazados. Según esta perspectiva, dos partículas se comportan como una, aun cuando están separadas. Esto implica que cuando dos partículas se encuentran entrelazadas, lo que le sucede a una partícula determina lo que le pasa a la otra.
Una de las principales aplicaciones de esta teoría es en el área de computación cuántica (quantum computing). Además del principio mencionado, la computación cuántica se basa en el qubit (quantum bit), como su unidad de información, que puede representar dos estados (0 o 1) o una combinación de ambos estados cada uno de ellos con una cierta probabilidad, mientras que la versión cuántica del bit clásico solo considera dos estados binarios: 0 o 1.
La computación cuántica tiene una gran importancia para simular y entender los cambios del sistema financiero, su nivel de riesgo y posible crisis. Esta perspectiva es especialmente útil al momento cuando no existe una visión clara del estado futuro de la economía mundial. El Fed, el Banco Central de Estados Unidos, ha subido agresivamente las tasas de interés durante este año para combatir la inflación, lo que ha llevado a la rápida apreciación del dólar. En consecuencia, la mayoría de los bancos centrales del resto del mundo también han aumentado sus tasas de interés para combatir la inflación y evitar la depreciación de sus monedas. China y Japón son una excepción a esta política al controlar la inflación limitando la oferta monetaria. Este rápido aumento de las tasas de interés de los países desarrollados ha impactado en forma negativa a muchos países en desarrollo incrementando el riesgo de una recesión global. Según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad), el aumento de las tasas de interés del Fed en 1% reduce en 0,5% y 0,8% el producto del resto de países desarrollados y de los países en desarrollo, respectivamente. Adicionalmente, el impacto del aumento de tasas para los países en desarrollo es importante al encarecer su deuda externa. Estos efectos junto con una desaceleración del comercio global han llevado a que la Organización Mundial del Comercio reduzca su proyección del crecimiento de la economía mundial para el 2023 de 3,3% a 2,3%.
Este cambio rápido de las políticas de los bancos centrales de un estado de tasas de interés muy bajas con una alta oferta monetaria para incentivar la economía pero con el riesgo de una inflación galopante a otro estado con altas tasas de interés y con una política monetaria restrictiva para controlar la inflación pero con el posible riesgo de una recesión, es similar a los principios observados en la computación cuántica donde la economía puede ser simulada con una cierta probabilidad de estar en un estado de boom o de recesión. Adicionalmente, la alta integración del sistema financiero a nivel mundial donde los cambios de las políticas económicas de un país afectan al resto es similar a la interrelación de los estados cuánticos entrelazados. Por esto, el desarrollo de esta forma de pensar puede ayudar a anticipar las crisis financieras, pero también a mantener una visión global de los problemas económicos y financieros, más allá de los intereses inmediatos partidistas o personales.
Si aplicamos la misma lógica al ámbito político, la dirección del problema cambia ya que en este caso la existencia de regímenes dictatoriales como los de Venezuela, Rusia, Nicaragua o Corea del Norte también tiene un impacto en el resto del mundo como se ha evidenciado en la guerra de Ucrania o en la emigración masiva de la población venezolana ante el deterioro económico generado por el régimen chavista. La ambición ciega y megalómana de un autócrata como Putin ha hecho que el resto del mundo sea afectado por tres golpes en los últimos años: la pandemia del covid-19, la consiguiente disminución y aumento de las tasas de interés y por último, la guerra de Ucrania que originó un significativo aumento de los precios de alimentos y productos energéticos. De igual forma, cuando la población es capaz de organizarse y rechazar los regímenes dictatoriales, se origina una reacción en cadena que ayuda al cambio en muchos países simultáneamente como sucedió a raíz de la caída del muro de Berlín. Lo importante es que el nivel de resistencia de la población tiene que pasar un cierto umbral para que, como en el caso de los qubits que mantienen probabilidades de diferentes estados, aumente la probabilidad de transición de un régimen dictatorial a uno democrático y equitativo.