OPINIÓN

Defiéndete de las técnicas de manipulación en la propaganda (y VII)

por Luis Alejandro Aguilar Pardo Luis Alejandro Aguilar Pardo

Esta será la última entrega de esta serie. Originalmente era de 8 partes pero ya la última se hace innecesaria porque la idea de manejar ejemplos interactivamente mediante la herramienta de Survey Monkey que propuse en la primera entrega y apliqué en las 2 y 3, no fueron exitosas. La octava entrega consistía en un análisis interactivo de una intervención de Vladimir Putin. En esta serie no podrá ser, pero no descarto encontrar un mecanismo, porque creo que es necesario, imprescindible e importante que dominemos y denunciemos estas 74 técnicas o falacias informales y todas aquellas adicionales que podamos descubrir.

En esta oportunidad, trataremos diez técnicas de maniobras en la argumentación.

Al finalizar este artículo habrás conocido 74 técnicas “individuales”. Y llegamos al final de la saga.

Reitero que todo el contenido proviene de un juego que se titula “El juego de la propaganda” (“The Propaganda Game”) cuyos autores son Robert W. Allen, Lorne Greene y George Henry Moulds. Todo el mérito les corresponde.

Bueno, “buena gente buena”, manos a la obra y ojalá que sea esta una buena, grata y nutritiva experiencia. 

Técnicas basadas en maniobras en la argumentación o trucos que se utilizan para apartarse del objetivo de una discusión o debate bien formulado.

A.- Desvío.

Ejemplo: Juan: “Creo que la industria agrícola debería manejarse con base en un sistema de compartir ganancias”.

Pedro: “¿Eso crees? Yo no estoy de acuerdo. No veo ninguna obligación de parte de los propietarios de compartir sus ganancias con sus trabajadores”.

Juan: “Compartir las ganancias les dará a los trabajadores un mayor incentivo”.

Pedro: “Los trabajadores no necesitan más incentivos. Necesitan mejores salarios. Recuerdo el salario que recibía de muchacho trabajando en el campo. Era realmente vergonzoso.”

Juan: “Sí, ciertamente eran vergonzosos. Yo también recuerdo aquellos días. Recuerdo, Pedro, que tú eras el más trabajador de entre todos”.

Explicación: Desviar es salirse del tema. Con la cuestión original sin resolver, uno de los contendientes comienza a hablar de algo que no tiene valor probatorio aparente para su tesis. El desvío es total (en lugar de meramente parcial) cuando la otra parte que argumenta acepta el desvío y se une a la discusión o discusión sobre el nuevo tema.

B.- Refutar un punto menor.

Ejemplo:  Alumno expositor: “Creo que el sistema de compras a crédito ha sido muy exitoso para la economía porque (1) le ha permitido a las clases menos favorecidas adquirir bienes de consumo, (2) ha elevado su nivel de vida y (3) ha creado empleos administrativos para mantener y administrar las cuentas de crédito de los clientes.”

Profesor examinador: “Después de todo, el jefe de una pandilla de ladrones provee también de empleos a sus pandilleros, de manera que defender el sistema de compras a crédito porque crea empleos es tonto y evade el problema de si ese tipo de empleos administrativos es lo que deseamos para nuestra economía. Por lo tanto, no veo que haya presentado ninguna razón válida para defender el sistema de compras a crédito”.

Explicación: Cuando tienes, digamos, dos o más piezas de evidencia de diferente grado de importancia, tu oponente toma uno de tus argumentos de menor peso (quizás un punto bastante trivial) y lo desacredita. Luego actúa como si (o intentara crear la impresión de que) hubiera refutado todo tu caso.

C.- Ad hominem.

Ejemplo: Juan: “Necesitamos en este municipio protección policial más eficiente y enérgica”.

Pedro: “¡De ninguna manera! ¿Y quién eres tú para hablar sobre protección policial si hace treinta años te condenaron por falsificación de documentos?”.

Explicación: En lugar de atacar tu propuesta, tu oponente dirige su argumento contra ti como persona. Aunque el historial de una persona es algo que se debe tener en cuenta, no debe ser la única base para juzgar un argumento. El ataque Ad Hominem a menudo toma la forma de descartar una propuesta, atribuyéndole prejuicios o prejuicios a sus partidarios. Pero lo que nos motiva a creer como creemos, a decir lo que decimos, es una cosa. La verdad o falsedad, validez o invalidez de lo que decimos, es otra. Se puede tener prejuicios pero razón. Otra forma de Ad Hominem es acusar a tu oponente de la inconsistencia de no estar a la altura de lo que defiende, o no practicar lo que predica.

D.- Apelación a la ignorancia.

Ejemplo: Juan: “Creo que el alma humana es inmortal. ¿Por qué? Porque no has podido demostrarme que no lo es”.

Explicación: Se dice que una proposición (1) es verdadera porque no ha sido refutada o (2) se dice que es falsa porque no ha sido probada. Lo que no se desmiente en una determinada ocasión, no es necesariamente cierto. ¿Se acepta una teoría científica como verdadera porque no se puede refutar? Más bien, la teoría debe ser verificada positivamente. Toda persona que presente una proposición en una argumentación, tiene la obligación de ofrecer al menos una razón en defensa de la misma. Del mismo modo, el ataque exitoso de tu oponente en todas las premisas o razones que utilizaste en tu argumentación, no hace estrictamente que su posición sea correcta y la tuya, incorrecta. Todo lo que ha demostrado es que tu posición no está bien fundamentada por los motivos que expusiste. Otras personas, ahora o más tarde, pueden presentar mejores razones. De manera similar, el hecho de que tú puedas demostrar que tu adversario en su defensa se ha involucrado en una contradicción, no es suficiente para probar que él está equivocado. Pedro puede estar argumentando que quitar la vida es malo, pero admite que no se opone a matar animales para comer. Hay contradicción y confusión, pero Pedro aún puede tener razón en que quitar la vida es malo.

E.- Pregunta sugestiva.

Ejemplo: Juan: ¿Por qué los líderes laborales están mucho menos preocupados por el bienestar general que los líderes empresariales? Pedro, antes de responder, piensa: “Hmmm, ¿por qué es eso?” o “¿Qué razón podría dar para responder esa pregunta?”, cuando debería responder inmediatamente: “¡Espera un minuto! Decidamos primero si es cierto que están mucho menos preocupados”.

Explicación: Una pregunta sugestiva es aquella que (1) dicta o sugiere una respuesta o (2) una que incrimina al que responde (o lo coloca en una posición indeseable) sin importar cómo responda. Bajo la segunda forma de pregunta capciosa, puede incluirse cualquier pregunta que asuma como cierta lo que aún es controvertido e indeciso.

F.- Pregunta compleja.

Ejemplo : Fiscal interrogando al imputado: “¿Niega que estaba en esa habitación en el momento del homicidio? ¿Niega que siempre odió a la víctima? ¿Niega que si no lo hubiera matado usted mismo, hubiera estado dispuesto a contratar a un sicario que lo hiciera por usted? Conteste: sí o no”.

Explicación: Este truco consiste en que se formulan una serie de preguntas y luego el interrogador exige que se respondan en su conjunto con un sí o un no. Dado que siempre existe la posibilidad de que quien responde necesite responder cada una de las preguntas por separado y de manera diferente, la pregunta compleja coloca al que responde en una posición injusta. Aunque cada una de las preguntas contenidas en la serie puede ser una pregunta principal, la pregunta compleja difiere en que no se desean respuestas separadas.

G.- Argumento Inconsecuente.

Ejemplo: Fiscal dirigiéndose a la corte: “El imputado ha sido acusado de robo. No hay duda de su culpabilidad. En los 10 últimos años ha sido condenado trece veces por diferentes delitos: falsificación, hurto y violación, entre otros”. El fiscal se esmera en explicar con detalle cada uno de los delitos cometidos, se acerca a los miembros del jurado y les entrega documentos y fotos que prueban lo que ha expuesto sobre el prontuario criminal del imputado y finaliza diciendo: “Este asqueroso prontuario que les he mostrado habla por sí mismo. Pido para el acusado un veredicto unánime de culpable”.

Explicación: En esta maniobra, el argumentador prueba o establece algo, pero no lo que dijo que probaría. En el ejemplo anterior, seguramente la prueba de un mal historial anterior está muy lejos de la prueba de culpabilidad en los delitos imputados. La prueba de un mal historial es “inconsecuente”, sin consecuencias o “irrelevante”, sin relevancia. Si los malos antecedentes prueban la culpabilidad, entonces por cada delito hay millones de personas culpables. El argumento inconsecuente difiere de la diversión en que en el último no se prueba nada, mientras que en el primero se ha probado algo, aunque no lo que se esperaba que probara el argumentador.

H.- Atacar a un hombre de paja.

Ejemplo: Juan: “Estoy en desacuerdo con la pena de muerte”.

Pedro: “Yo no”.

Juan: “Deberías estarlo. La pena de muerte es inhumana.

Pedro: “Me producen náuseas las personas que como tú se oponen a sancionar a los criminales”.

Juan: “Lo que digo es que estoy en desacuerdo con la pena de muerte”.

Pedro: “Tipos como tú que se oponen a la pena de muerte lo que deben querer es que violen a sus hijas cada vez que salen a la calle”.

Explicación: En este truco, tu oponente (1) reformula o modifica tu posición falsamente o (2) exagera las consecuencias que pueden derivarse de tu posición. [El término “hombre de paja” se le ha atribuido a Martín Lutero en o alrededor de 1520, quien afirmó: “»Afirman las mismas cosas que atacan, o ponen un hombre de paja a quien pueden atacar».]

I.- Victoria por definición.

Ejemplo: Juan: “El comunismo no puede dejar de funcionar. Simplemente, no falla”.

Pedro: “No estoy de acuerdo. Mira lo que pasó en Rusia.”

Juan: “Estás equivocado. Eso no era realmente comunismo”.

Pedro: “Entonces, mira a China; allí el comunismo no funciona”.

Juan: “Realmente, los chinos tampoco tienen ni han tenido comunismo”.

Explicación: Esta maniobra consiste en que una posición se define de tal manera que se excluyen todos los casos negativos o pruebas adversas.

J.- Presuponiendo la conclusión (petitio principii).

Ejemplo: (1) El hombre es un animal social porque es gregario.

(2) Juan en el banco: “Deseo un préstamo”.

Funcionario bancario: “¿Cuáles recomendaciones, referencias y garantías tiene que nos aseguren que podrá cancelar el préstamo?”.

Juan: “Puedo darles como referencia a Pedro. Él me respaldará y les dirá que les pagaré.”

Funcionario bancario: “Pero nosotros no conocemos a Pedro. ¿Cómo podemos saber si podemos confiar en Pedro””

Juan: “Eso no es ningún problema. Yo les puedo asegurar que Pedro es de fiar y que pueden confiar en él.”

Explicación: Esta técnica consiste en asumir como cierto lo que aún no se ha probado. Con frecuencia, la misma proposición se usa como premisa y como conclusión en un solo argumento. Esto se puede hacer (1) mediante el uso de términos sinónimos o (2) mediante un argumento circular, que implica el uso de A para probar B y B para probar A.

Dios guarde a V. E. muchos años.

@Nash_Axelrod