OPINIÓN

 ¿Decir verdades?                                                                        

por Luis González Del Castillo Luis González Del Castillo

La abierta discusión de las ideas es un bien de la humanidad conquistado a costo de muchos y grandes sacrificios. Decir la verdad, en toda momento, y a toda hora, o callarla en todo momento y a toda hora, pueden también ser ejercicios de una inmadurez tremenda, lo que podría rayar en la estupidez e incluso en la mas abyecta traición. Si como reza el dicho popular “por la verdad murió Cristo”, y ello se utiliza como escudo para decir «todo lo que podríamos llamar verdades impertinentes» e inconvenientes al bien mayor que se protege, entonces estamos ante un desafío de la necesidad de la formación en valores y principios de los hombres que son insustituibles a la hora de regir bien una familia, una empresa, una nación.

Cuando se está ante la tremenda responsabilidad del bien de millones de personas, familias, y futuro de naciones, el saber informar, contestar preguntas de periodistas, con sus diversas tendencias e intereses de los medios que representan, es crucial para los procesos de construcción de salidas a problemas seculares, como las dictaduras de los Castro de Cuba, por ejemplo. Tener claro que escribí dictaduras en plural porque la de Venezuela es de ellos también. Descifrar el qué, el cómo y hacia dónde se pretende manejar el timón de la nave gobierno, debe tener en cuenta que habrá mareas, huracanes y también tiempos de calma para la reflexión mas relajada, Además de que en el barco pueden haber polizontes y traidores.

Hemos tenido oportunidad, muchos de nosotros en el exilio de estos años, de interactuar en el diario vivir académico-investigativo con organizaciones no gubernamentales, autoridades universitarias, y en especiales ocasiones con profesionales de las materias políticas de gobierno, a los distintos niveles. En las aproximaciones donde nuestros valores de Libertad, Justicia, y Amor a la familia se evidencian, se fraguan las profundas coincidencias; como de hecho puedo testimoniar se han fraguado en mi caso. Así se establecen los compromisos que se sienten y piensan, para las actuaciones. Ello es lo que habrá de honrarse a lo largo de nuestros desempeños, en las distintas posiciones o responsabilidades que nos depare la realidad posterior.

Mientras el gobierno del presidente Trump expresa con claridad la máxima “todas las opciones están sobre la mesa”, algunos elementos intentan su descalificación. Privilegiando el ataque hacia él por razones de competencias e intereses electorales nacionales, intentan debilitar los resultados de su muy exitosa gestión internacional, con lo cual coadyuvan en algún grado a la distensión de la presión que bien permitiría sin necesidad de usar la “fuerza bruta”, lograr que esa tremenda “fuerza inteligente” de Estados Unidos produzca soluciones. Él ,como dirigente representa hoy para América extraer los tumores malignos que sacrifican millones de vidas en Venezuela, Colombia, Perú, Ecuador y pare de contar.

La pandemia del virus chino ha traído, y seguirá trayendo, muchas más graves consecuencias debido a los desplazamientos forzados de millones de personas desde Venezuela hacia los países fronterizos. El hacinamiento y el sobrevivir en estado de necesidad y apuro económico conllevó a la innegable sobrecarga de nuestra gente venezolana de sistemas de salud y otros en estos países hermanos. A Venezuela le pasó en su época de oro y pudo incorporar cientos de miles hasta llegar a ser millones de inmigrantes absorbidos, gracias a la bonanza petrolera y a la democracia que interpretó, y asumió su compromiso humanitario como algo natural a nuestra idiosincrasia y deber moral.

Por este medio le solicito, respetuosamente, a ex embajadores demócratas, a ex funcionarios demócratas del Pentágono, y a todos los ex que se nos puedan ocurrir, que den una oportunidad a la liberación de Venezuela, sin hacer comentarios y dar entrevistas que favorezcan la continuidad de la tiranía «Estamos en Mora». Hay que saber callar a ratos. !Señores, es que no es un problema de nuestro país únicamente!, como intentan subrayar en muchos casos. Eso es soslayar el tema reduciéndolo a que a Estados Unidos no le es prioritaria la actuación en América Latina.

Yo hubiera querido verles opinar, en otra dimensión, sí, en otro tiempo, pero frente a Roosevelt y Churchill, con sus coincidencias e intereses en valores; lo cual requerimos acerar entre América Latina y América del Norte en estos tiempos. Antes, cuando la Rusia había firmado con Hitler, no intervino, y fue traicionada por este. Luego sirvió de aliado temporal para derrotar el fascismo. Hoy para sanear, y de una vez por todas a la América de la opresión de los Castro, los Ortega y sus narcosocios del ELN, las FARC.

Debemos liquidar todos aquellos sistemas enemigos de la libertad. Para ello hace falta una alianza internacional desde cada país hacia el líderazgo de Estados Unidos. Ello es una inaplazable necesidad de asumir que solo con la derrota de las pretensiones comunistas en el continente el sistema de libre mercado y la generación de riquezas podrá mejorar la calidad de vida de nuestras naciones. Así vendrán más y mejores legítimos intercambios y sanas competencias de mercados americanos.

La pandemia del coronavirus ha sido una campanazo de lo que son capaces de hacer en sistemas de opresión política, como el chino justamente. La restricción informativa, la amenaza creíble hacia sus ciudadanos, la esclavitud, los mantuvo y los mantiene prisioneros de una autoridades políticas dictatoriales.

Es hora de que los profesionales que dicen honrar con sus verdades las declaraciones que dan en medios occidentales, acepten que coloreando mapas de países con cifras sin ningún peso relativo de la población de cada país, y que con estos resultados manipulados se enfrentan contra lo que realmente no recogen como ocurrió y ocurre en el territorio chino, por ejemplo, o Venezuela, país paralizado no por la pandemia sino por una economía de guerra implantada por la destrucción que ha causado el narcorrégimen con el desplazamiento de millones de refugiados hacia los países vecinos, hagan una esfuerzo por asumir su responsabilidad superior de acompañar la acertada política nacional de Estados Unidos hacia la región de América Latina y el Caribe, en esta dura e inevitable etapa de cambios.

catedrainternacionallibertad@gmail.com/@gonzalezdelcas