Gracias a la deferencia que me permite El Nacional, dedico este artículo a nuestra líder Maria Corina Machado y a su equipo de trabajo, quienes han despertado la esperanza en Venezuela. A todos, civiles y militares, trabajadores y empresarios, quienes con su lucha constante por la libertad, después de años bajo el sacrificio de miles de vidas, imponderables costos, prisión, afectación grave a la salud y múltiples padecimientos, permanecen de pie frente a la tiranía.
Hace no mucho tiempo expresé en un artículo en este mismo diario El Nacional: “¡De la psiquiatría política a la realidad! que entonces dedique al amigo y eminente psiquiatra venezolano Carlos Rasquin: Nada nos transforma más que una crisis. La ocurrencia de un evento o cadena de ellos que destapan el alma, y la mueven hacia el respiro para la supervivencia, y para el cambio. Tanto, que puede darle una nueva razón superior a nuestra existencia. También puede liquidar nuestra tendencia natural hacia la libertad, para encerrarnos en una adaptación a la esclavitud, supuestamente irremediable, por generaciones. Tiempo y espacio son variables claves que gobiernan el teatro de la vida. Sin pronóstico exacto posible, pero sí previsible, la telúrica reacción del mental ecosistema del pueblo venezolano encenderá la llama inexorable de la libertad, para salir del fondo de las tinieblas de la sin razón, y el extravío de la barbarie que nos desgobierna. Así venceremos este tiempo maligno, y surgirán nuevas generaciones, con nuevas oportunidades de progreso espiritual y material para la Venezuela grande y libre que nos prometen precisamente nuestros genes históricos”.
Del pensamiento reflexivo
En el mundo del pensamiento reflexivo, atributo exclusivo en su proceso evolutivo de la naturaleza humana, reside la esperanza y oportunidad de elevación de su condición. La realidad del impacto profundo que unas imágenes causan en unos segundos que de la mano a la mirada del teléfono móvil nos retan a prepararnos, y preparar cada día más a las nuevas generaciones. Para discernir y entender lo que se les pretenda comunicar. Desde el miedo con imágenes terroristas como las de Hamás, o con las del cinismo de Putin, pretendiendo culpar a Israel de una bomba que los propios terroristas islámicos le propinaron a un patio de hospital en Gaza.
La mejor calidad de vida de cada grupo humano se basa en la organización que dicho grupo logra para activar mecanismos de aprovechamiento de los recursos del entorno en el cual habita. El hombre produce constantemente ideas. Buenas o malas ideas. Las somete al juicio de la realidad práctica, y aprende de la experiencia vivida.
Pero también debemos aprender del pensamiento reflexivo sobre aquellas jugadas que las mentes criminales planifican, y que han logrado atrapar a más de un Estado con nuevas formas transnacionales de controlar sus negocios entre mafias, y así la vida de las sociedades. . Desde las cosas que les sucedieron durante la infancia y la adolescencia, hasta el tipo de distorsionados valores a los que fueron sometidos en su juventud temprana. Así se acumulan cuales ingredientes que afloran luego a cada paso del andar. Con la autoestima dañada desde las fundaciones, siempre habrá que descubrirlas para darles el tratamiento adecuado a fin de orientarlas en su justa y posible medida. El amor propio y la empatía para el amor al prójimo debe recomenzar por la reconstrucción de un nuevo tejido social, para una nación saludable mental y físicamente. De ese tamaño son los retos.
El pensamiento reflexivo es imprescindible ahora, sobre los acontecimientos que a todos, sin duda, nos han afectado. Pero de las varias generaciones de venezolanos más jóvenes. Sobre todo desde las dos últimas generaciones de niños y adolescentes, y desde jóvenes desde mediados de los noventa hasta hoy. Ellos en Venezuela no han visto más que arbitrariedad tras arbitrariedad. Discursos de odio e imposición reivindicadora de lo que alguien les quitó, más que lo que supuestamente ellos han robado y saqueado a la nación.
En una patria que solo existió, y que aunque escasamente persiste en mentes trastornadas por un desfase temporal de interpretación deformada de las realidades, frente al auténtico registro histórico de lucha por la independencia y luego por la civilidad, aspirando al avance hacia un país libre, en medio de quinientos años de historia que van desde 1498 a 1998, sólo cuarenta años realmente de continuidad del esfuerzo democratizador. Sólo 8% del tiempo en que se permitieron un pacto para dar piso a la construcción de instituciones democráticas. Una reforma del Estado prevista e iniciada, pero truncada por la violencia y el salto atrás de sectores atrasados. Con los errores e inconsecuencias tan graves y tan humanas como se las quiera calificar, nunca las conductas de los dirigentes de aquel 8% de civilidad trajeron, ni permitieron, la invasión de seudo revolucionarios extranjeros, con el neocomunismo castrista, de ideas fracasadas, ni atrasos culturales islámicos, o la entrada de tendencias terroristas hasta nuestras costas venezolanas.
La reflexión sobre los acontecimientos en procesos la interacción entre los humanos, sus debilidades y fortalezas, la naturaleza síquica-política de quienes nos rodean hoy, todo ello ha ido provocando aprendizajes prácticos del pueblo que se ha manifestado ahora a lo largo y ancho del territorio nacional, por un cambio de raíz en la dirección política tanto del régimen actual como de los que van diciéndose opositores; algunos los cuales entregaron en más de una ocasión la lucha, y a nosotros mismos como luchadores.
Durante este penoso andar del descubrimiento de las mejores y más consistentes personas, comportamientos y propuestas la vida nos ha traído hasta este día sábado 21 de octubre de 2023. Mañana domingo 22 de octubre, al levantarnos bien temprano para manifestarnos como seres libres y orgullosos de ser venezolanos, elevemos una oración por nuestras familias, por nuestra patria y por Maria Corina Machado, líder indiscutible y próxima primera mujer mandataria: presidente de Venezuela.
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