Es claro que no se aprende de la experiencia ajena y que si no se aprende de la historia esta suele repetirse. El caso del socialismo del siglo XXI en este continente es un ejemplo clarísimo de estas dos verdades. A Venezuela le tocó ser el partero de la toma del poder por parte del comunismo por la vía electoral, precedida por la creación de un estado de convulsión interna, siguiendo la cartilla del Foro de Sao Paulo, a la cual tanto hemos hecho referencia. Pero que treinta años después, ante contundentes evidencias de que se repite el guion, los dirigentes demócratas no actúen con firmeza ante ese peligro es simplemente imbecilidad o colaboracionismo.
Recordemos la macabra historia venezolana: todo se inicia con la invitación a Fidel Castro a la “coronación” de Carlos Andrés Pérez, acompañada de una lisonjera carta de las fuerzas vivas del país, complaciéndose con la visita del tirano comunista. Al poco tiempo de esa visita se vieron sus efectos, con una supuesta espontánea rebelión contra un minúsculo aumento del pasaje del transporte público. Obviamente este “espontáneo” movimiento de protesta fue la medida del aceite de las fuerzas subversivas comunistas a ver como se comportaba la democracia para auto defenderse. El resultado fue un fracaso total, el gobierno cedió ante las exigencias de la marabunta y retrocedió ante el plan de modernización del país.
Ante esta derrota el comunismo apalancó la ofensiva final, los oficiales infiltrados 15 años atrás por el líder guerrillero Douglas Bravo, ante la derrota final del movimiento guerrillero, actuó conforme al plan preconcebido e hizo el intento de golpe de estado del 4F, que fue abatido por militares institucionales; pero el comunismo no se amilanó ante esa derrota, todo lo contrario. Desplegó la “revolución de los náufragos”, en la cual viejos derrotados dirigentes izquierdistas, resentidos oligarcas e intelectuales conservadores, trúhanes de toda calaña del empresariado y los medios y políticos delirantes como Caldera, se confraguaron en la derrota de la democracia a través de la destitución del presidente Pérez. Fuerza motivadora de esa derrota fue Caldera, quién destrozó a su partido y se unió con sus enemigos históricos, los comunistas, para llegar por segunda vez a la presidencia y llevar a esta al golpista Chávez, haciendo el papel del Kerenski venezolano.
El FSP estrenó su cartilla con este, iniciando el experimento de la toma del poder por la vía electoral, para imponer una constituyente que hizo una carta magna a medida del déspota comunista. Por supuesto en este objetivo, fueron tontos útiles la Corte Suprema de Justicia, que avaló el inconstitucional camino de la Constituyente, y los partidos políticos que se acobardaron en enfrentar al novel dictador. En esto continuaron inexplicablemente por 20 años, al persistir en negar que el régimen era una dictadura comunista y en tercamente perseguir la derrota de la tiranía solamente por la vía electoral.
Ante el triunfo venezolano, el FSP siguió invencible en su intento de la instauración del socialismo del siglo XII, simple eufemismo para el comunismo estalinista, en Nicaragua, Ecuador y Bolivia, y en la implementación de regímenes socialistas bajo fachada democrática en El Salvador, Chile, Argentina, Brasil y Uruguay.
Colombia en los noventa era prácticamente un Estado fallido ante la inminente toma del poder por las FARC, quienes dominaban la mayoría del territorio nacional, incluso dominando los alrededores cercanos a Bogotá. Pero Pastrana, se alió con los Estados Unidos e implementó el Plan Colombia, incipiente plan de lucha antisubversivo, que fue ampliado e intensificado por el presidente Uribe, con su política de Seguridad Democrática, sin este arrollador y heroico esfuerzo del Gran Colombiano Álvaro Uribe, Colombia estaría bajo las fauces del comunismo, es grandiosa esa titánica tarea del presidente Uribe en la lucha contra el narcoterrorismo la cual salvó al país de caer en sus garras.
Pero nada es perfecto en la vida; Uribe falló en la escogencia del sucesor al designar al hampón y narcoterrorista Juan Manuel Santos como su candidato. JMS se alió con las Farc e impuso la narcodictadura en este país, con el beneplácito de los empresarios, sindicatos, gremios, la jerarquía católica y los medios, ¡que locura¡
En su denodado esfuerzo por la defensa de la democracia Uribe lucha incansablemente contra la narcodictadura comunista y logra imponer un segundo presidente ( en el 2014 la bárbara guerra sucia del narcoterrorista JMS quien le hace fraude a Zuluaga, le impidió haber hecho a este presidente), pero se vuelve a equivocar Uribe, aunque bien intencionado y gran estadista, a Duque le falta guáramo para enfrentar a la narcodictadura del Farcsantismo y en vez de cumplir su promesa electoral de modificar el acuerdo de entrega del país a las Farc, lo está implementando al pie de la letra.
Comentar el acontecer histórico del resto del continente es muy largo, pero se pueden concluir en las siguientes premisas:
- Solo por desconocimiento de los sucesores a sus dictadores guías se salvó el país del comunismo (El Salvador y Ecuador)
- Donde se instauró la tiranía comunista dura ha sido imposible derrotarla (Cuba, Nicaragua, Venezuela).
- En el resto de países, donde se implantaron regímenes comunistas con fachada demócrata, o se ha mantenido regímenes opuestos al comunismo, solamente donde se ha instituido una oposición férrea al comunismo se ha logrado derrotar a este (Brasil, Paraguay, Honduras, Guatemala)
- Donde se ha jugado a ser blandengues el comunismo ha logrado mantenerse o volver al poder, o está a punto de volver (Chile, Argentina, Colombia).
- Vale la pena destacar el caso de Bolivia, en donde el pueblo acaba de derrotar al comunismo. Este ejemplo enfatiza tres características de lo que debe ser la lucha contra la dictadura comunista: unión férrea en los objetivos y liderazgo de la oposición democrática, combinar la lucha electoral con la resistencia, ganarse el apoyo militar.
- En los casos específicos de países donde se le ganó al comunismo pero se perdió, está claro que el gradualismo y posiciones blandas son fatales (México, Argentina y Chile que está en vías de caer). Por el contrario los casos de Brasil, Paraguay, Honduras, y Guatemala , nos ejemplifica el camino triunfador de la intransigencia frente al comunismo.
- En el caso específico de Colombia, o se rectifica el rumbo de inmediato, o caeremos en las garras de la consolidación del narcoterrorismo comunista. Se debe tomar el camino intransigente frente al narcoterrorismo, debe haber un liderazgo firme y coherente frente a la dictadura narcoterrorista del Farcsantismo y se debe lograr que la cúpula militar deje de estar doblegada ante esta.