La mano invisible constituyó el término acuñado por Adam Smith para referirse al mercado, entendiendo que para este filósofo la idea de la economía como ciencia aún no se encontraba desarrollada. Asumiendo su rol filosófico buscaba darle forma a un discurso público que describiese las transacciones económicas entre las naciones y desde luego deviniera riqueza. Ese es el rol del filósofo, encontrar el discurso que avale los hechos de la cognición. Esta aclaratoria la hago para que al menos en los predios universitarios dejemos atrás lo de la paternidad de la economía a un filósofo y entendamos que, como ciencia social, la ratio usada debe superar la ratio técnica y trascender a las esferas del razonamiento trascendental, el de la ética económica o el mero ejercicio de hacer economía y axiología.
Para el marco filosófico de Smith, la economía liberal, mercantil e individual, produce una combinación ideal para el bienestar económico óptimo para todos, para este filósofo escocés la economía política debía ser dominada, por legisladores, magistrados y gobernantes y el individualismo, es conducido por una mano invisible que concurre en los fines colectivos que generan bienestar común.
Así pues, los aportes del filósofo Smith trascienden a la economía y se tocan en lecciones de moralidad, al presentar su teoría de los sentimientos morales, esta se pivota, no en el individualismo economicista, sino en la simpatía, que no es otra cosa que la otredad, “colocarse en el lugar del otro” (Smith, 2012), la economía entonces no es una ciencia reduccionista, basada únicamente en modelos actuariales, guarismos, indicadores, es una filosofía axiológica para el ejercicio del poder, el dejar hacer, dejar actuar, “Laissez Faire”, concentra al Estado a funciones de árbitro. Proponiendo menos Estado y más mercado. (Smith, 2011).
La idea de la libertad económica, de la eficiencia y la soberanía del consumidor fueron acunadas por la filosofía antes de hacerse técnicas de la ratio económica, que de acuerdo con la propuesta de León Walras en su obra Elementos de Economía Política Pura.
Le confieren a la economía el rol de ciencia dura, por su alto grado de formalidad que coexiste con preceptos filosóficos densos y construyen un lenguaje colectivo para la comprensión intelectual de los fenómenos económicos (Walras, 1987).
Esta condición de ciencia pura le permite generar otras teorías consolidadas que van desde Ricardo hasta Keynes, abriendo las puertas a las teorías institucionalistas, evolucionistas y heterodoxas, es así como nace la economía institucional y el aporte que la misma le confiere a la prosperidad, retomando el círculo de historicismo de Giambattista Vico, los premios Nobel en Economía de 2024 están parabólicamente relacionados con la propuesta de North, el ir y venir de la filosofía económica.
Nuestro país es un manual de malas praxis en economía, una oda a la improvisación axiológica, más que improvisación, somos una muestra patente del imperio de los vicios, la consumación de la kakistocracia, el régimen de los peores, no solo gnoseológicamente, sino espiritualmente y moralmente, vivimos pues en la inscripción eterna de la pobreza de las pobrezas, nuestras academias sirven de felpudo, de escabel y hasta de escalera, para simular que los bárbaros son capaces de hablar y no balbucear, son capaces de pensar en el bienestar colectivo, en lugar de su connatural gusto por la rapiña y el robo al erario nacional, formamos caballos en senadores, al mejor estilo de Calígula, aquí en la frenética Venezuela de Maduro “Incitatus”[1] exhibe títulos de cuarto y quinto nivel, conferidos por manidos y cuestionables procedimientos que premian la obediencia, por encima del deber ser.
Finalmente, el reto reside en nosotros, en la valentía de no sucumbir a la irascibilidad, en no dejarse vencer por esta civilidad del circo , por esta comedia bufa, convertida en teatro del horror de Antonin Artaud. Como lo manda la religión católica, oremos a Cristo para formar el alma de los jóvenes en la forja de la moralidad y preparémonos para el aguacero de libertad que arrasará con esta normalidad de utilería, con las cohabitaciones de las sabandijas y nos reponga la justicia, la decencia y el bien.
Referencias
Smith, A. (2011). Naturaleza y causa de la riqueza de las Naciones. Madrid: Alianza Editorial.
Smith, A. (2012). Teoría de los sentimientos morales. Madrid: Alianza Editorial.
Walras, L. (1987). Elementos de Economía Política Pura . Madrid: Alianza Editorial.
X@carlosnezr
IG@nanezc
[1] Caballo de Calígula, nombrado Senador.