OPINIÓN

De héroes a villanos 

por Grant Torres Grant Torres

En el mundo globalizado y cambiante en el que vivimos las masas ávidas de entretenimiento y participación ocupan el papel de jueces de la vida ajena. Nunca antes la reputación de las personas fue tan susceptible de ser elevada o destruida de un momento a otro como ahora, no hay un punto medio. Brillantes trayectorias son arrasadas cuando algo negativo, enloda el trabajo de un artista, un político o cualquier personalidad pública. En las últimas semanas dos casos muy mediáticos ocupan los titulares de los tabloides internacionales, el primer suceso fue  la cachetada que le dio Will Smith a Chris Rock en la gala de los Oscar 2022 minutos después obtuvo la estatuilla al Mejor Actorluego  de una broma que este último hizo sobre la alopecia que padece la esposa de Smith, Jada Pinkett; y el segundo escándalo sensacionalista es la noticia del  juicio por difamación presentada por Johnny Depp contra su exesposa Amber Heard. En ambas situaciones el revuelo causado ha golpeado o dado un impulso a las carreras de los implicados, un claro ejemplo es que las entradas para los shows de Rock se agotaron y aumentaron de 46 dólares a 411 dólares, mientras que el otrora Príncipe del Rap tuvo que renunciar a la Academia, y fue vetado por 10 años de esta.

La opinión pública sentencia y ejecuta porque todo el mundo “sabe” lo que hay que hacer con la vida de los demás, pero pocas personas se toman el tiempo necesario para sentir empatía por la situación mental que motivó a Will Smith a actuar de esa manera equivocada. Algunos expertos piensan que el desencadenante de tal reacción tuvo su origen en la propia infancia del artista, una época en la que no pudo proteger a su madre de las golpizas que le propinaba su padre, las raíces de su impulso violento aquella noche pudieron nacer en la impotencia de no haber impedido cada golpe que recibió su progenitora, y en aquella promesa que se hizo de no permitir que volviesen a lastimar a su familia. Parte de ello se puede evidenciar en su autobiografía Will. Al ver a una gran estrella como él, llegar al punto de ser arrastrado por las emociones negativas, es fácil comprender que el éxito material y profesional no siempre alcanza para ayudar a superar las heridas del alma.

Johnny Deep está en el ojo del huracán, tras perder dos de los papeles más importantes de su vida: Jack Sparrow en Piratas del Caribe y Gellert Grindelwald en Animales Fantásticos 3,y  lucha por salvar  su reputación en una demanda por 50 millones en contra de su ex Amber Heard por difamación.  Ella lo ha acusado de maltratador. En las redes sociales los comentarios son diversos sobre este asunto, algunos sepultan en vida al actor; durante el juicio habría llegado a relucir la palabra monstruo, mientras que otros tachan de oportunista a su expareja. La psicóloga clínica y forense del equipo de Depp, Shannon Curry, ha dicho que Heard sufre un trastorno límite de la personalidad y un trastorno histriónico. Por otro lado, ha  salido a relucir entre dimes y diretes que ambos intérpretes habrían tenido problemas relacionados con el consumo de sustancias. El gran público se sigue parcializando ante las revelaciones expuestas y aunque nadie sabe si son ciertas o no, los señalamientos y cuestionamientos de la sociedad sobre este tema  se generan en bucle.

Johnny Deep no tira la toalla en esa cruzada por salvar su golpeada imagen pública, y cuenta con una legión de fans que lo apoyan incondicionalmente y dejan ver que sigue siendo uno de los artistas más queridos de todos los tiempos, aunque compañías como Disney y Warner le dieron la espalda y también  perdió otro juicio presentado en contra del diario británico The Sun por difamación, con el que también buscaba limpiar su nombre en 2020.

El papel de determinar la culpabilidad o la inocencia le corresponde a las autoridades solamente, pero las grandes masas emiten su veredicto sin pruebas y dejándose llevar por lo que dicen algunos medios sensacionalistas. Tanto Johnny Deep como Amber Heard ya fueron juzgados por muchos espectadores. Ella podría perder su papel de Mera en Aquaman 2, tras una iniciativa particular que ha encontrado una recogida de más de 2 millones de firmas en Internet, con las que solicitan su despido del próximo proyecto de DC. Las pruebas aportadas por el equipo del intérprete señalan a su ex de haber abusado física y verbalmente del actor y de haberle roto un dedo al lanzarle una botella. Esto ha sido el desencadenante que generado este revés para la hasta ahora coprotagonista de dicha película.

Estos tiempos modernos están marcados por una animadversión generalizada y por la polarización, los asuntos de raza, política, orientación sexual, religión, machismo, hembrismo y feminismo se han convertido en materia de conflicto en los medios de comunicación y en las redes sociales, sacando de contexto en muchas ocasiones estos términos y las reivindicaciones sociales obtenidas y extrapolando el tema a terrenos en los que  lejos de lograrse un equilibrio, la balanza se inclina más de un lado o de otro, pero con frecuencia desde un punto de vista radical

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