OPINIÓN

De cultura, arte y otras atrocidades

por Carlos Ojeda Carlos Ojeda

“Todo arte es inútil”. Oscar Wilde.
“La cultura combate la guerra psicológica del miedo y el terror a través del arte”. Wilmar Castro Soteldo (2013).

 

Mis desocupados y pocos lectores deben perdonarme la imperdonable comparación entre los autores de estas frases históricas, origen de mi imaginación, para redactar este artículo. Hoy quiero hablarles de cultura, arte y tradición.

Citar en paralelo a Oscar Wilde y al exgobernador de Portuguesa y actual ministro de Agricultura y Tierras, Wilmar Alfredo Castro Soteldo, es como demostrar que la inteligencia militar no es un oxímoron. Es como mezclar perro con chancleta. O simplemente es como aceptar que quienes tienen formación militar, pueden liderar un país en unión con los mejores y más preparados civiles –aceptando que ellos los exceden en sus capacidades cognitivas–. Es muy difícil para quienes formados al grito de “a discreción” puedan interactuar con profesionales formados en las mejores universidades, con excelentes estándares cognitivos, y con los más altos principios morales y familiares. ¡Eso es una utopía! Los militares no deliberan.

Amo a mi tierra, y a mi estado. Las razones son obvias. Grandes hombres nacidos en esta tierra han esculpido la historia. José Antonio Páez, Raimundo Andueza Palacios, Victorino Márquez Bustillos, Gonzalo Barrios (Junta de Gobierno) y Luis Herrera Campins han sido presidentes de este país. El cardenal Antonio Velasco García fue gobernador en el Vaticano. Portuguesa ha parido grandes hijos, desde el indio Hacarygua hasta Yeferson Soteldo. Todos son portugueseños que han enorgullecido nuestro estandarte. Justo esa es la razón de estas cuartillas.

Puedo afirmar que hasta le tengo mucho cariño al ministro. Su educación en primaria y secundaria en Acarigua le abrió las puertas para su posterior formación en la escuela de aviación militar. Tuvimos los mismos maestros en común, como tantos muchachos de este pueblo.

Recuerdo que nuestros maestros definían la cultura como, un conjunto de conocimientos e ideas, adquiridos mediante el desarrollo de las facultades intelectuales, gracias a la lectura, a la escritura, al estudio, al trabajo y todas aquellas vivencias personales que enaltecieron la formación ética y moral. Un manual de educación al estilo Carreño. El folklore (parte de la cultura) se definía como una expresión de creencias, prácticas, tradiciones y costumbres, que caracterizaban a los pueblos en la diversidad y en el tiempo.

¿Por qué recuerdo estos conceptos?, simple, heredé todos los libros, discursos y clases de mi padre. Ministro, el arte es solo una actividad con fines estéticos que expresa ideas, emociones y una visión particular del mundo. El arte es solo una parte de la cultura. Tu frase histórica y cito: “La cultura combate la guerra psicológica del miedo y el terror a través del arte”, lo definiría el maestro como:

Un pasticho agrio, ambiguo y disfuncional conceptualmente, con pretensiones intelectuales, de quien no recuerda ni la lectura del libro Platero y yo.

Cultura y formación intelectual es justo lo que nos ha hecho falta para que en esta curva descendente de las pérdidas de nuestras libertades y de los valores democráticos, hayan contribuido a socavar nuestros principios y valores familiares.

No es tu culpa Alfredo. Millones de venezolanos fueron timados en su ignorancia colectiva, y hoy somos víctimas de los políticos mal formados, perversos y corruptos. La mayoría de los ciudadanos, fueron “obnubilados” por la riqueza fácil de esos políticos bribones, discretos y cuello blanco de la quinta república, que no invirtieron en educación pero sí en populismo, para ser estafados por las promesas de militares de segunda, arrogantes, orgullosos, codiciosos e ignorantes. Sin formación “nacionalista”. Felones guiados por ese conspirador vendepatria que resultó ser el comandante. Soñador de un sueño que se transformó en pesadilla. Todos los venezolanos y gracias a su ventajismo político militar fuimos saqueados en nuestras riquezas. También expropiaron los medios de producción. ¿Para qué? Para que gracias a su ineficiencia traicionen a la tierra de Bolívar entregando 1 millón de hectáreas a otra nación.

“La cultura, la educación, los valores patrios y ciudadanos, serán nuestra mejor instrucción para que en la nueva Venezuela no tengamos más nunca terror psicológico”. Sería un mejor lema revolucionario. No sé mucho de cultura, Wilmar. Solo te digo, señor  ministro de Agricultura, Producción y Tierras, ante su frase y ante la tanta responsabilidad que tienes para con el país al fragmentar la geografía venezolana. Y por ser tan conocedor de la cultura y el arte. El maestro Carlucho expresaría: Alfredo, quédate con tu arte.

“Yo, con mi arte tengo”.