OPINIÓN

Danza y academia

por Carlos Paolillo Carlos Paolillo

Taller Experimental de Danza de la UCV. Adriana Urdaneta y Abelardo Gameche. 1973

Los 300 años de la fundación de la Universidad Central de Venezuela, a conmemorarse en 2021, será una oportunidad para exaltar los elevados ideales académicos y de desarrollo social de nuestra alma mater. La danza universitaria ha sido un bastión destacable en la gestión cultural de la UCV, que bien podría caracterizarse de fundacional.

Las universidades en general han  venido a representar un espacio idóneo, aunque discreto y un tanto reservado, para el desarrollo de la danza escénica, con clara prevalencia  de  la  danza  contemporánea y la tradicional popular.   En ellas,  la formación corporal y el  estímulo a la creación, se han visto generalmente limitados al ámbito de las actividades de extensión, aunque es evidente el crecimiento de las facultades y escuelas que ofertan programas con titulación académica dentro de estas áreas. La pedagogía y la metodología de la danza, así como distintos aspectos teóricos sobre ella, han sido objeto de tratamiento tanto en el campo de la formación como en el de la investigación.

La Universidad Central de Venezuela incorporó la incipiente danza contemporánea venezolana en 1961. Primero, a manera de tímidos y dificultosos intentos por establecer una labor docente  de forma sistemática y permanente y, también, procurando cumplir con una función en el orden de la difusión de esta manifestación artística. Todo ello trajo como resultado, el establecimiento de un movimiento que logró trascender el recinto universitario para llegar hasta la danza profesional. Así lo atestiguan numerosos bailarines, coreógrafos y maestros que alguna vez en el Aula Magna o en algún improvisado espacio, encontraron la danza como alternativa de vida.

Conchita Crededio, bailarina pionera de la danza moderna en Venezuela, se convertiría en la iniciadora de las actividades de danza en la UCV, al dictar las primeras clases a un pequeño grupo de curiosos estudiantes. Eran momentos en los que todo estaba por comenzar y la primera y esencial labor era la promoción y el estimulo para esta expresión de la danza, todavía en buena medida desconocida.

Taller Experimental de Danza de la UCV. 1973

En 1963, Crededio presentó en el Aula Magna su coreografía Caos, con música de Edgar Varese, buscando  a partir de allí consolidar una agrupación, para la cual crea sus obras Ciudad, música de Bulent Arel y Pesadilla, música de Boleslaw Szabelski, a fin de realizar una nueva presentación pública. El esperado concierto nunca se llevó a cabo por razones de tipo administrativo, manteniéndose la maestra al frente de su taller de formación hasta 1968, cumpliendo con la misión de sentar las bases de lo que luego sería una permanente actividad universitaria.

La década de los años setenta trajo consigo la creación del Taller Experimental de Danza de la UCV, verdadero centro de inquietudes y factor de decisión para muchos de sus integrantes de continuar dentro de la danza profesionalmente.

A finales de 1972, la Dirección de Cultura de la UCV, programa un ciclo de conferencias en la Galería Universitaria de Arte denominado Cómo se hace la danza, evento que trajo la participación y posteriores acciones corporales inéditas de, entre otros creadores,  Graciela Henríquez, Norah Parissi, Hercilia López, Rolando Peña, Eduardo Gil y Roberto Colmenares. A partir de este evento, surgió la idea de crear un centro estable de formación y experimentación coreográfica. Ello resultaba ya una necesidad evidente. Así nace el Taller Experimental de Danza, bajo la dirección de Graciela Henríquez, asistida por la bailarina mexicana Marta Quesada.

El Taller hizo su debut el 28 de febrero de 1973 en el escenario del Aula Magna. Ese día, el programa pautaba una demostración técnica de danza contemporánea, ejercicios coreográficos de los alumnos, entre los que destacaban Adriana Urdaneta, Abelardo Gameche y Laura Nazoa, además de la presentación de la obra Invenciones de Graciela Henríquez, con música de Milos Kabelac.

Luego de esta primera experiencia pública, la dirección del Taller Experimental de Danza de la UCV es asumida por José Ledezma, junto a Juan Monzón,  quienes enfatizarían en los aspectos técnicos en la formación de un bailarín. El Taller presentó en 1974, también en el Aula Magna, el concierto de danza llamado Siete estudios coreográficos, integrado por obras de Ledezma y Monzón, creadas sobre un amplio espectro musical: John Cage, Pink Floyd, Walter Carlos, Astor Piazzola, Terry Riley, Gabriel Fauré y Dámaso Pérez Prado.

Durante este período, el Taller Experimental de Danza participó en el Festival Universitario  de   Mérida, organizado  por  la  Universidad  de  los  Andes; el Congreso de Jóvenes Universitarios de la Universidad Autónoma de Bogotá, Colombia, y la Primera Reseña Nacional de Danza, en el Teatro Nacional de Caracas. Asimismo, cumplió con presentaciones en la provincia y produjo un programa de televisión con el Ministerio de Educación de Venezuela.

El Taller Experimental de Danza de la UCV había alcanzado cierto grado de desarrollo y su deseo de ascenso a un nivel superior resultaba necesario, por lo que Ledezma, acompañado de la mayoría de sus alumnos, se aventuró en la creación de una compañía profesional de danza extramuros universitarios: el Taller de Danza Contemporánea, hoy Taller de Danza de Caracas, que hizo su debut en 1975.

Grishka Holguín, reconocido como el precursor de la danza contemporánea en Venezuela, toma en 1976 la dirección de  la danza de la Universidad Central.  Durante ese tiempo, la UCV presenta la Semana Sonia Sanoja, inaugura la muestra de vídeo del Festival de Caracas con una actuación en vivo de la notable  bailarina venezolana, y realiza un documental sobre ella dirigido por el realizador Dany Guarenas.

Taller Experimental de Danza de la UCV. Siete Estudios Coreográficos. 1974

Holguín se dedica en un principio a la enseñanza exclusivamente, hasta que en 1981 reaparece el Taller Experimental de Danza con el nombre de Pisorrojo, que hace referencia a su pequeño local para clases y ensayos ubicado en los sótanos del Aula Magna, bajo su dirección hasta 1996. Esta agrupación universitaria artística y de educación no formal de la danza, se ha mantenido   en funciones en la actualidad, bajo las sucesivas gestiones de Adolfo Ostos y Elio Martínez.

La danza de la UCV también ha hecho una aportación relevante en materia investigación de la danza tradicional popular , con la creación en el año 1990, del grupo La Trapatiesta, perteneciente a la Dirección de Cultura, conjunto que desarrolla proyectos formativos y de proyección, bajo la dirección inicial de Gloria Nuñez y las subsiguientes de Ignacio Porras, Johnny Hernández y Ruper Vásquez. Igualmente, las Facultades de Ciencias Económicas y Sociales y la de Farmacia, promovieron los espacios formativos y artísticos de danza de danza contemporánea Mudanza y Danfar, a cargo de Reinaldo Mijares y Laura Prieto, respectivamente.

Durante el año jubilar  de los 300 años de la UCV, su Taller Experimental de Danza conmemorará el 50 aniversario de su fundación. Será una ocasión para tributar a toda a danza nacida en la fundamental casa de estudios.