América Latina en su finisecular atraso, cuando Europa se deslastraba del comunismo, gracias al esfuerzo mancomunado de Reagan, Tatcher y san Juan Pablo II, iniciaba el resurgimiento del comunismo, con el eufemismo de socialismo del siglo XXI, bajo la promoción de Fidel Castro y Lula da Silva. La idea era simple, puesto que se había fracasado por la vía insurreccional de guerrillas en la lucha por el poder, se implementaría una estrategia de camuflaje, tratando de aniquilar la democracia en el continente llegando al poder por la vía democrática.
Esta estrategia se describió en la Carta del Foro de Sao Paulo y consiste básicamente en los siguientes pasos: 1) creación de un estado generalizado de descontento y rechazo de las instituciones democráticas, 2) lanzamiento de un “ outsider” que capitalice ese estado de descontento, 3) triunfo electoral ante la desidia de las fuerzas democráticas, 4) celebración de una asamblea constituyente, que elabore una constitución hecha a la medida del futuro dictador, 5) eliminación de todas las instituciones democráticas y de la sociedad civil, 6) instauración de la dictadura comunista, 7) represión para la perpetuación del poder.
La instauración de Chávez en el poder fue el primer experimento victorioso del Foro de Sao Paulo; con el respaldo del tirano venezolano se instauraron dictaduras comunistas, además de en ese país, en Nicaragua y Bolivia, y se promocionaron regímenes afines en prácticamente todo el continente, bajo el reino del castrocomunismo cubano.
En los países en los cuales una fuerte institucionalidad no permitió la instauración de la dictadura, como Brasil, Paraguay, Chile, Argentina, Perú y varios centroamericanos, se vive hoy el péndulo electoral de regreso a regímenes liberales. Esto ha debilitado enormemente al Foro de Sao Paulo y por ello este busca un reposicionamiento en el continente a través de una nueva estrategia.
Tal estrategia consiste en volver a la vía insurreccional, pero con una variante, ya no se insistirá en las guerrillas, sino que se buscará el poder a través de la perpetuación a base del terror en los países ya conquistados: Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia. Concomitante con esta estrategia, está la de la toma del poder a través de la vía del narcotráfico.
El Foro de Sao Paulo se ha convertido efectivamente en impulsor del narcoterrorismo para lograr la desestabilización de las democracias de América Latina. Desde los años setenta Cuba se convirtió en el abanderado de la protección e involucramiento intensivo en esta estrategia. A partir de los ochenta se inició esta ofensiva del narcotráfico por parte de las guerrillas marxistas en el continente, y en este siglo se perfeccionó el sistema con la instauración de un narcoestado en Venezuela.
En Venezuela ya es público y notorio que no hay una dictadura política, sino un régimen de terror narcoterrorista, comandado por el Cartel de los Soles; una cúpula militar tiránica comete un genocidio del pueblo venezolano y se sostiene en el poder gracias al poder que les da el narcotráfico y otros negocios ilícitos;, por ello no les hacen mella las sanciones económicas contra el sistema financiero y Pdvsa, los ingresos por parte de la rama ilegal son muy superiores.
El ostensible acuerdo entre el castrocomunismo y el narcotráfico del régimen del Cartel de los Soles se hizo manifiesto en la reciente visita a Cuba del capo de dicho cartel y colíder de la tiranía comunista de Venezuela. El objetivo del viaje fue anunciar con bombos y platillos la celebración en Caracas, a finales de este mes de una Cumbre del Foro de São Paulo. Mayor cinismo y desfachatez no es posible, se canta a los cuatro vientos la realización de una cumbre de los partidos narcoterroristas de la América Latina con el objetivo de afinar la estrategia de toma del poder a través de la toma del Estado por los narcoterroristas, tal como se hizo en Venezuela.
El dictum de Bolívar de que Venezuela es un cuartel y Colombia una universidad se ve comprobado en la implementación de la estrategia narcoterrorista en ambos países. En Venezuela, ostentosamente instauran la narcotiranía militares guachafotes con acciones de terror a la luz del día. En Colombia esta se instaló a través de una sustitución de la Constitución, por una dictadura de parlamentarios y magistrados, que le dio impunidad, elegibilidad, aseguramiento de los negocios ilícitos y cogobierno al narcoterrorismo. De manera pues en ambos países un régimen común, una narcotiranía, dominada por los socios Cartel de los Soles y FARC , ejerciendo un mismo poder, pero por distintos métodos, un régimen de terror y genocidio abierto en Venezuela, y una tenaz narcodictadura, disfrazada de democracia leguleya en Colombia.
La Cumbre del Foro de Sao Paulo en Caracas tiene como objetivo el afinar el zarpazo final contra la democracia en el continente. De allí saldrá la pauta para que lo hecho en Colombia y Venezuela se extienda con las variantes locales a todo el continente. Para Colombia esta cumbre tiene una importancia trascendental, pues o el Estado deja de congraciarse con el narcoterrorismo y lo ataca con todo el peso de la fuerza estatal, o sucumbiremos muy pronto a una cruel narcotiranía como en Venezuela.
No nos engañemos, no son solamente los narcoterroristas de las FARC, los miembros colombianos del Foro de Sao Paulo, estos son los partidos miembros colombianos oficiales del mismo:
- Marcha Patriótica.
- Movimiento Progresista.
- Partido Alianza Verde.
- Partido Comunista Colombiano – www.pacocol.org
- Polo Democrático Alternativo – www.polodemocratico.org
- Presentes por el Socialismo.
- Unión Patriótica.
- Movimiento Poder Ciudadano.
Cabe resaltar que dos partidos que enarbolan banderas anti-FARC son en realidad socios de la misma en su estrategia narcoterrorista: el Polo y los Verdes. Mockus, Navarro, Claudia López y su esposa Angélica Lozano, Sanguino, Goterbius, etcétera, de los Verdes, y Navas Talero, Robledo, obviamente Cepeda y los demás del Polo estarán en Caracas definiendo la estrategia de la toma definitiva del poder por parte del narcoterrorismo comunista. No hay ya excusas para seguirles creyendo su simulación de que no son narcoterroristas, al igual que Chávez simulaba de no ser comunista, antes de llegar al poder, esa es la sempiterna estrategia de engaño del comunismo. Al igual que no podemos seguir creyendo la inocencia de los partidos compañeros de camino del narcoterrorismo: Liberales, Cambio Radical y parte de la U.
Hasta el propio presidente expresa la presencia del brazo armado y narcoterrorista de las FARC en Venezuela con la protección de Maduro, en pocos días veremos al brazo judicial del narcoterrorismo dictar dos medidas muy fehacientes en favor de la impunidad del mismo: la FARC-Corte Constitucional, seguirá con su medida de permitir el glifosfato en todos los cultivos, incluido el de la coca, pero la prohibición en la erradicación de los cultivos de la misma. La Justicia Especial para la impunidad de las FARC (JEP) les dará permiso para que miembros del brazo legal del nacoterrorismo vayan a Caracas para lo que será un congreso de las FARC, donde se establecerá la política final de la aniquilación de la democracia colombiana.
A 11 meses de gobierno de Duque, este demostró no querer cumplir con su promesa electoral de modificar el acuerdo Santos-Timochenko para asegurarles impunidad a los narcoterroristas; reiteradamente señala que debe cumplir con la institucionalidad, pero no se percata de que esa “institucionalidad” es ilegítima, pues fue rechazada por el pueblo en plebiscito. Tendrá, pues, que el pueblo acudir de nuevo a participar como constituyente primario para acabar con la impunidad, elegibilidad y continuación de los negocios ilícitos del narcoterrorismo, que además es cogobierno por una sustitución ilegal e ilegítima de la Constitución, o en el corto plazo estaremos mendigando las bolsas de CLAP como en Venezuela.