Muchas veces las personas estamos sumergidas en una rutina, muy atareados,más orientados a brindar atenciones a quienes nos rodean, le damos más prioridad a los demás. Tal vez se nos olvida lo importante de prestarle atención a nuestras necesidades. Casi nunca nos detenemos a reflexionar si nos estamos dedicando atención a nosotros mismos, porque sin duda al hacerlo notaremos los beneficios de preocuparnos y actuar al respecto.
Nuestras ocupaciones nos hacen que obviemos el cuidado que debemos brindar a nosotros mismos. Y aunque pueda parecer un pensamiento egoísta, no debemos considerarlo así. Preocuparnos y dedicarnos tiempo para garantizar nuestro bienestar, salud, equilibrio emocional y tratar de cubrir las necesidades que presentemos, nos permite estar bien para poder cuidar a los que nos rodean.
Por otro lado, por muchas razones puede suceder que llegado el momento las personas no sepan cómo hacerlo. Sin embargo, debemos tener en cuenta que la decisión depende de nosotros. Una excelente manera de comenzar es analizando cuáles son esos requerimientos que nos hace falta cubrir.Resulta importante escuchar nuestra voz interior para reflexionar cómo son nuestros sentimientos, angustias y preocupaciones, así como los propósitos que nos faltan por alcanzar.
Otra excelente manera de demostrarnos atención es buscando un momento de relajación en el que tratemos de trabajar la mente para darnos una pausa, intentando obtener cierto tiempo de tranquilidad y de equilibrio interno en medio de la rutina. Así lograremos calmarnos, enfocarnos, para seguir adelante con más ánimo y mejor actitud.
Del mismo modo, es viable considerar la posibilidad de hacer actividades que nos gusten y disfrutemos mucho, a las cuales no les dedicamos tanto tiempo porque no forman parte de nuestras prioridades, como viajar. Estas experiencias, adquiridas a través del descubrimiento de nuevos destinos, su cultura, su gastronomía, su gente o visitando nuestros sitios favoritos, es una excelente manera de regalarnos emociones para nutrirnos como personas.
Tal vez puede parecer un detalle sin importancia, pero también es oportuno revisar si es agradable nuestro entorno o el espacio en el que nos desenvolvemos, el cual puede pasar inadvertido. Recordemos lo importante de contar con un ambiente cálido, confortable, que nos guste y nos invite al bienestar. El orden, una buena iluminación, un decorado atractivo, pueden ayudar a crear un área que disfrutemos y donde nos sintamos bienvenidos.
También es conveniente revisar el esquema mental que mantenemos internamente, con respecto a lo que pensamos sobre nosotros mismos, es decir, la autocrítica. Por lo general, esa voz interior se convierte, sin darnos cuenta, en nuestro peor enemigo, que nos ataca y nos desmotiva. De allí, la importancia de analizar cómo transformarla y orientarla en un pensamiento positivo, apoyándonos y etendiendo que nuestros errores son parte del aprendizaje.
Debemos siempre recordar que, al cuidarnos a nosotros mismos, buscamos el equilibrio personal que nos permite lograr nuestro bienestar en todos los niveles, para así sentirnos bien internamente.
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