OPINIÓN

Cuentas y cuentos

por Avatar Patricia Molina

Todos sabemos que para que una mentira cumpla sus funciones de engaño –las hay muy graves y mentirijillas blancas, pero en esto coinciden– deben ser creíbles por el interlocutor. Este es un gobierno que miente hasta cuando da la hora, un maravilloso ejemplo de la supuesta era de la posverdad. Casi siempre son muy burdas como las que dice Cabello con su mazo en la mano, amenaza sustantiva para que supuestamente haya que creerle. Pero  de forma creciente la gente, el pueblo que llaman, cada día encuentra las groseras mitificaciones gubernamentales más increíbles, desvergonzadas y crueles. Estamos en un país próspero y feliz, dice uno de los cuatro o cinco voceros del gobierno y la gente lo coteja con su miseria y dolor de cada día. Y así vamos.

El estilo de informar chavista, ya lo sabemos, es bastante primitivo. La Hojilla marcó ese camino inigualable. Pero hay algo curioso y es el tema de hoy, en el servicio que presta al poder la empresa Hinterlaces con sus encuestas, análisis y programa de televisión. Su presidente entrevista a sedicentes intelectuales, habla de narrativas, léxicos, paradigmas y otras palabrejas. Alguien tenía que intentar cierta originalidad.

Pero su gloria está en las hipérboles. Unas mentiras tan grandes que causan admiración y que él debe suponer que de tan grandes algo, un poco, debe quedar en su auditorio.

Esta semana la empresa se vio en la necesidad de desmentir que hayan dicho que la popularidad de Nicolás Maduro se disparó a números que fácilmente podrían competir con los de Nayib Bukele, que roza el 90%. Lo negó y dijo: «Reiteramos nuestro compromiso con la población de informar de manera veraz y recordamos a nuestros lectores que las encuestas realizadas son difundidas solamente a través de nuestros canales informativos».

Pues bien, en esos canales informativos están publicados los resultados de la encuesta que hicieron en noviembre: «El Monitor País realizado por la empresa Hinterlaces en el mes de noviembre de 2023 refiere que 6 de cada 10 venezolanos consultados asegura que votará por el candidato del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en las elecciones Presidenciales de 2024″. Y otra de septiembre: «51% de los venezolanos apuesta al triunfo electoral de Nicolás Maduro».

¿Se siente representada la población venezolana en esos resultados? Una simple pregunta que lanzamos al ruedo.

Decir que más de la mitad de esta Venezuela destrozada, mártir, va a votar por Maduro, cuando las encuestas más serias le dan un escaso 15% (UCAB-Delphos, por ejemplo), no es poca dosis de posverdad. Y esto dicho en estos días de diciembre en que ya se realizaron las primarias con los asombrosos resultados por todos conocidos, sobre todo el de María Corina Machado, no deja de llamar la atención. El caballero y su empresa al parecer han hecho en un trabajo de años un capital respetable a punta de estos delirios.

Pero no está solo, ha aparecido competencia. En un titular de primera plana de hace pocos días, a ocho columnas, El Universal informaba que la encuestadora Datavida (¿) estableció en un estudio que en la valoración de las figuras políticas Maduro tiene 59,8; María Corina 18,7 y los pobres de Capriles y Guaidó 2,3 y 0,3, respectivamente. Y  usted que estaba tan entusiasmado con los nuevos aires libertarios que creía andaban por ahí, ¿qué opina?