OPINIÓN

Cuenta regresiva

por Oscar Arnal Oscar Arnal

Será muy difícil para el oficialismo retener el poder. Después de todos estos escándalos de corrupción, la gente no se cree el cuento de que todo es responsabilidad de las sanciones. La situación económica además es precaria. A la mayoría pobre lo que tiene no le alcanza para sobrevivir y hasta los profesores universitarios, docentes y el sector salud andan a rastras. Grupos que tendrían que tener una protección especial por las labores de especial dedicación que realizan.

El gobierno o aplica lo que hace Putin, el tirano de Bielorrusia o Daniel Ortega o se queda sin ninguna opción para mantener el poder. Por ello, los días están contados. Ilegalizar e inhabilitar a toda la oposición le costará muy caro y las sanciones se recrudecerán. En medio de un marco económico muy deprimido y hasta explosivo. Vamos a ver el fin de esta pesadilla a más tardar en un par de años. El mundo se le viene encima a Maduro y no tiene como sostenerse en Miraflores. Ortega en Nicaragua tuvo que desaparecer todo vestigio de oposición. Es lo más parecido a Cuba y es lo que siento se viene a Venezuela hasta que la cuerda se rompa por lo más delgado.

En la oposición con las primarias surgirá un liderazgo mucho más definido. Que servirá para enrumbar la lucha definitiva. Así como a Julio Borges, Leopoldo López y Antonio Ledezma los sacaron del juego, y tuvieron que salir del país. Así como Ortega acabó con todos los que se le oponían, los expulsó y hasta les quitó la nacionalidad, aquí esto se puede repetir. Y eso es lo que está por definirse.

Si en Barinas inhabilitaron al ganador después de ganar la elección, no esperemos menos. Y después inhabilitaron a la esposa que nunca había ejercido ningún cargo público y a otros tres aspirantes, imagínense a lo que pueden llegar. A pesar de eso en Barinas quedaron barridos y eso va a ocurrir en Venezuela. El poder cambiará de manos cuando la mayoría popular se sume a defender el triunfo y las Fuerzas Armadas asuman su rol constitucional de defender la soberanía popular. Es cuestión de tiempo. A Pérez Jiménez en una situación de mucha más estabilidad económica, se le fue el poder de las manos cuando la gran mayoría dijo basta, la oposición se unió y sus propios compañeros de institución le quitaron el respaldo. Es lo que va a ocurrir. En Venezuela el único que pudo resistir hasta su muerte fue Juan Vicente Gómez, la excepción que confirma la regla.

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