No hay manera de que den las cuentas. Por más que el jefe de propaganda, experto en manipulación del mensaje, asegure en rueda de prensa electorera que el venezolano come mejor por las bolsas CLAP, las matemáticas no mienten. El sueldo mínimo en octubre fue de 80 centavos de dólar y se necesitan 9,45 billeticos de los verdes para que una familia de 5 miembros pueda comer un solo día.
Estas son las cuentas que saca religiosa y valientemente el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros. Nadie en el régimen puede decir que no lee estos datos. Y hay que agradecer el esfuerzo de esta organización porque gracias a ellos los venezolanos pueden conocer la realidad.
El salario mínimo sigue en 400.000 bolívares, aunque el mandante quiera disfrazarlo con bonos de nombres ridículos. Si se saca la cuenta entonces, la misma familia necesitó poner a trabajar hasta el gato para reunir los casi 355 suelditos que le permitirían comer en octubre. Claro, esto es realismo mágico. Y además, hay que hablar en pasado porque eso fue el mes anterior, en noviembre la cosa cambia. El dólar sigue disparado y la hiperinflación continúa engulléndose a los venezolanos.
Pero con toda esta espantosa realidad, el jefe del régimen sigue pensando en que los venezolanos van a poder celebrar la Navidad. Insisten sus voceros en que el país está mejor con ellos. Son tan cínicos que afirman que nunca Venezuela ha sido tan próspera como en estos 20 años rojitos.
¿Con qué van a celebrar los venezolanos si no les alcanza ni para comer? La desnutrición pega en el corazón y en el alma y un cuerpo desnutrido no tiene ánimos de nada. El mismo Cendas hizo el cálculo, hacen falta 202,35 dólares para adquirir la canasta navideña. Eso significan 118 salarios mínimos, pero se quedan cortos porque las cuentas las hicieron suponiendo que los sueldos aumentarían a 1.200.000 bolívares, lo que no es oficial porque ese monto solo representa el bono que están repartiendo por el carnet de la patria.
Y los números se hacen más esperpénticos si se compara con el año 2019, lo que significa un aumento de 1.277,21%. Sin covid pero con las mismas sanciones. Esta cesta navideña solo incluye 50 hallacas, 2 perniles (uno para el 24 y otro para el 31), 2 panes de jamón, una ensalada de gallina, dulces y frutas navideñas y 2 panettones.
En Miraflores no va a faltar nada de esto. Allí nadie está pendiente del cobro de la pensión o de saber si les tocó el bono de turno para comprar harina pan. Y seguro que ya tienen el video listo, tomaditos de la mano, mostrando lo bien que come -¡comía, señores!- el venezolano en Navidad. Pero tengan presente que el pueblo está cansado y no ve la hora de disfrutar de un buen dulce de lechosa.