OPINIÓN

Crisis política del 28J en Venezuela (Capítulo II)

por Daniel Arias Alfonzo Daniel Arias Alfonzo
Protestas en Venezuela protestas Edmundo González EFE

Foto: EFE

Continuando con el parámetro teórico de 3 capítulos, el segundo transcurre entre la sentencia del TSJ y la proclamación del próximo año, a comienzos de enero de 2025, es decir, está en pleno desarrollo y tiene muchas aristas y escenarios posibles, de acuerdo con el modo en que evolucionen los factores que están en la escena internacional.

Desde el punto de vista propagandístico, la salida de Edmundo González a España fue un gran acierto de la oposición política. Lograr su salida del país para iniciar una gira por los parlamentos europeos le dará meses de aliento político con  primeras planas en la prensa mundial, con lo cual podrá construir una matriz de opinión política, mucho más firme que la que dispuso en su momento el gobierno interino de Juan Guaidó.

Es de esperarse un apoyo político decidido de los gobiernos que en su momento apoyaron al denominado “gobierno interino”, por lo cual es de esperarse una gira global de Edmundo González por Europa, Asia y América captando el apoyo de los partidos políticos y los gobiernos donde estén en el poder, lo cual podría durar varias semanas o meses a objeto de estirar el impacto mediático de dichos reconocimientos.

El verdadero desafío de la política internacional de Edmundo González es no equivocarse al momento de elegir su candidato favorito en las elecciones estadounidenses de noviembre, pues es en la ciudad de Washington, donde están los poderes fácticos y de alcance  global que tienen la capacidad para plantear una verdadera amenaza a la administración actual de Nicolás Maduro, incluyendo revivir los tiempos de la política estadounidense de “máxima presión y todas las cartas están sobre la mesa” de la administración Trump.

Habiendo tomado la arriesgada decisión de declararle la guerra política de manera indirecta a las potencias occidentales, con su respaldo público a la Federación Rusa y su invasión a Ucrania (ver: https://www.france24.com/es/minuto-a-minuto/20220301-maduro-llama-a-putin-para-expresar-su-fuerte-apoyo-en-medio-de-invasi%C3%B3n-rusa-a-ucrania), sumado al apoyo total a la República Popular China en la guerra tecnológica y comercial que libra con los países occidentales y, por último y no menos importante, el desafío total al Estado de Israel, buscando cómo perjudicarle en todos los frentes diplomáticos y políticos, no son precisamente  pocos ni débiles los adversarios que el actual gobierno ha ido acumulando en los últimos tiempos.

Los graves ataques electrónicos realizados por Israel contra la infraestructura de Hezbolá, en el Líbano, utilizando aparatos convencionales de comunicación comercial, son un claro ejemplo de las represalias no convencionales que puede tomar un gobierno desesperado contra sus enemigos políticos y económicos y en el caso de una guerra total entre Israel contra Irán, donde agentes de inteligencia y fuerzas especiales de ambos países saldrían a realizar ataques selectivos a escala global, no sería sorprendente que nuestro país se encuentre con la tragedia de verse involucrado en situaciones de este tipo tan lamentables.

En este sentido, en este lapso hasta enero de 2025 parece un escenario con alta probabilidad de ocurrencia la articulación de todo un esquema de sanciones muy superiores a las más de 900 existentes en la actualidad, puesto que los múltiples reconocimientos institucionales a la figura de Edmundo González suelen estar acompañados de peticiones de sanciones categóricas contra la administración de Nicolás Maduro.

En este punto, es prudente puntualizar que las detenciones de ciudadanos estadounidenses en Venezuela en plena campaña electoral pudiese ser aprovechado por Trump para referir una debilidad de la administración Biden que afecta a la candidatura de Kamala Harris, creando más allá de una incomodidad evidente la necesidad electoral de tomar alguna medida de mayor tenor político y económico para resolver esta situación. 

Recordemos que a los políticos estadounidenses siempre se les recuerda la pérdida de las elecciones presidenciales de 1980 por parte de Jimmy Carter por su incapacidad de traer a los rehenes detenidos de la Embajada de Estados Unidos en Teherán (incluyendo un desastroso intento de rescate militar), siendo estos antecedentes una de las razones del intercambio del entonces detenido Alex Saab por todos los estadounidenses detenidos en cárceles de nuestro país.

El riesgo calculado de que esta estrategia defensiva, que buscaría como resultado detener las peticiones de sanciones o incluso torcerle el brazo a la administración Biden para hacer nuevas concesiones, implica tener un conocimiento muy específico de dicho gobierno, para tener la seguridad de que no tomaría medidas de represalias alguna para no arriesgar una victoria electoral, que al fin y al cabo es el único interés u objetivo político que pasa por encima de los análisis de amenazas a la seguridad nacional, como se observa, con múltiples ejemplos, en la historia política estadounidense desde hace 200 años. 

Una equivocación grave en este sentido es lo que deriva en las situaciones inesperadas que luego registra la historia, apoyándose luego en teorías complejas y muy esquemáticas para camuflajear hechos políticos muy simples.   

Pasando a niveles latinoamericanos, es muy poco probable que cambie la situación de apoyos y enfrentamientos al gobierno de Venezuela, puesto que los gobiernos de Colombia, Venezuela y Brasil no muestran el menor interés en buscar situaciones que representen alguna incomodidad política o económica al gobierno de Maduro por razones ideológicas y políticas muy similares a las que han llevado a muchos gobiernos democráticos de Europa y América  a apoyar y sostener económica y políticamente al gobierno de la República Socialista de Cuba en el pasado, especialmente, después de la desaparición de la Unión Soviética en 1991, cuando los gobiernos de España, México y Venezuela apuntalaron económicamente a dicho país, alegando razones humanitarias. 

El caso político  del reconocimiento de Edmundo González como presidente electo va a producir un debate muy profundo dentro de las organizaciones internacionales como la OEA, la ONU y sus agencias internacionales, la Internacional Socialista, entre otros, demostrando de manera fehaciente cuáles son sus intereses políticos y afinidades ideológicas concretas. 

En este escrito se omiten por razones de espacio los problemas económicos del país, que son muy graves y pueden terminar derivando en serias complicaciones sociales, si su principal indicador, como es el precio no oficial de la divisa que marca el ritmo de la economía nacional, o sea el dólar estadounidense, se llegara a cotizar en forma exponencial aumentando todos los precios de bienes y servicios.

El tercer capítulo debe esperar…