OPINIÓN

Crecimiento económico en América Latina y en Venezuela

por José Tomás Esteves Arria José Tomás Esteves Arria

La Comisión Económica para América Latina de las Naciones Unidas (Cepal) acaba de publicar por la web su Informe Económico correspondiente al año 2022. Lo principal de este informe es el efecto del actual conflicto bélico en Ucrania, el cual ha desencadenado un incremento en las materias primas (alimentos). En efecto, los precios de los productos básicos han aumentado en promedio 21%, por encima de los niveles presentados en el año 2021, en tanto que los productos agropecuarios se incrementaron en 15%.

Dentro de este contexto, es significativo, que la inflación mundial alcanzó 7,2% en mayo de 2022, una cifra que no se había presentado desde la crisis del año 2008. Así, la inflación en Estados Unidos reptó hasta 9,1% ¡un máximo en 40 años.

Por otra parte, el comercio internacional se expandió más de 10% en el año 2021, pero se estima que en 2022 disminuirá su tasa de crecimiento en 3,0%.

Indicadores económicos de América Latina

Después del excelente crecimiento experimentado en 2021 en 6,5%, se proyecta que en 2022 crezca a una tasa de 2,6%.

Por otra parte, hemos escogido, además de Venezuela, a Argentina, Chile, y Colombia para verificar el crecimiento experimentado en 2021, y comparar las tasas de crecimiento.

Como podemos apreciar en el cuadro 2, todos los países aquí expuestos tuvieron tasas de crecimiento negativas en el año 2020 como casi todo el resto de países latinoamericanos. El que más experimentó un decrecimiento del PIB fue Venezuela: 28% en el año 2019 y 30% en 2020. Y el que más aumentó su PIB en dólares fue Chile, seguido de Colombia

En el cuadro 3 podemos comprobar que el PIB en relación con sus respectivas poblaciones también se refleja el crecimiento en el año 2021 y la baja de la producción en los años 2019 y 2020.

Argentina

La economía argentina está soportando, en estos tiempos una compleja combinación o entramado difícil de comprender. Por un lado, como se ve está creciendo económicamente y pasando una fuerte crisis al mismo tiempo. La capital bonaerense se ve llena de espectáculos, convenciones y todo tipo de atractivos para el turista o visitantes provenientes   de las provincias, pero al mismo tiempo se notan las marchas de protesta de los sindicatos y grupos contestatarios. En efecto, la inflación deja sentir sus malévolos efectos sobre los precios de la comida y el aumento de la pobreza.

Colombia

Las elecciones presidenciales de Colombia en junio de 2022 resultaron en la victoria de Gustavo Petro de la coalición de izquierda Pacto Histórico. Más de 22 millones de colombianos salieron a votar, lo que correspondió a una participación de 58%, la más alta desde 1998. Petro (Pacto Histórico) obtuvo 11.280.200 votos (50,4%) y Rodolfo Hernández (Liga de Gobernantes Anticorrupción) 10.579, 106 votos (47,3%). Las principales prioridades del gobierno de Petro son consolidar la paz, la “justicia social”, la “justicia ambiental” y el cambio para las mujeres.

Sin embargo, Colombia tiene un historial de gestión macroeconómica y fiscal prudente, anclado en un régimen de inflación con objetivos, un tipo de cambio flexible y un marco fiscal estructurado en reglas, lo que ha permitido que la economía creciera ininterrumpidamente desde el año 2000 y proporcionado el espacio político para responder a la crisis de COVID-19.

Chile

Promovido por una fuerte respuesta fiscal, el PIB de Chile creció 11% en 2021, una de las recuperaciones más vertiginosas del mundo. El crecimiento fue catapultado por el consumo, alimentado por retiros parciales en los fondos de pensiones y apoyo fiscal directo que alcanzó 9% del PIB. También cooperó a la rápida normalización de la actividad económica una de las tasas de vacunación más rápidas del mundo

Sin embargo, la recuperación del mercado laboral ha sido más lenta de lo esperado, ya que solo 60% de los empleos perdidos en 2020 se rescataron en 2021 y muchas mujeres previamente empleadas (la mayoría de ellas poco calificadas) siguen fuera de la fuerza laboral. La inflación se precipitó en 7,8 % interanual a febrero de 2022, alimentada por fuertes presiones por el lado de la demanda, aumentos en los precios de las materias primas, interrupciones en los suministros además de la depreciación del peso. A pesar del restablecimiento de los ingresos, el déficit fiscal alcanzó 7,7% del PIB en 2021 debido al elevado gasto público. No obstante, el uso intensivo e inadecuado de los fondos de ahorro institucional, la deuda pública llegó al 37 % del PIB, la más alta en tres décadas.

Se augura que el crecimiento del PIB real se desacelere al 1,9 % en 2022 por causa de la reversión de las políticas de estímulo, en tanto que las condiciones financieras más estrictas y la persistente incertidumbre política ejercerán fuertes presiones sobre la inversión. Algunos analistas dan por sentado que la liquidez de las familias, que sigue siendo elevada, y las mejoras en el plan de pensión universal, atenúen en cierta medida la reducción paulatina del consumo. Posteriormente, la eliminación de las transferencias sociales directas, las condiciones financieras más estrictas, un mercado de capitales deteriorado y una incertidumbre persistente y tenaz aminorarían el crecimiento hasta 2024.

Venezuela

Un vocero independiente del gobierno, el Observatorio Venezolano de Finanzas, ha informado que la economía venezolana de repente ha crecido en 7,8% (del PIB) en el primer trimestre del año 2022 en comparación con el primer trimestre del año anterior. La razón esgrimida es que hubo un incremento de la producción petrolera de 41%, pasando de 533.000 barriles diarios por día a 756.000 barriles, según la OPEP.

La documentación que ofrecen las fuentes oficiales es muy débil y escasa basta decir que desde el año 2019 no se publican los datos actualizados de la balanza de pagos. Tampoco el Ministerio de Petróleo presenta como lo realizaba años atrás ni siquiera los precios petroleros en dólares. También es harto conocido que Pdvsa todavía le envía petróleo crudo a Cuba como pago de determinada ayuda, así como las entregas de petróleo crudo a China como forma de pago de deudas contraídas.

Sea como fuere, Statista, un portal independiente especializado en cifras de todo el mundo, expone que en el año 2018 el PIB por persona de Venezuela se ubicaba en 3.404 dólares y para el año 2022 había bajado a 1.617,76. En comparación con el año 2021 la reducción fue ¡de 1%!  No un incremento de 7,81% como lo sugiere el OVF. De igual forma, la publicación Regional Economic Outlook (fechada el 26-4-2022) del FMI estima que para el año 2022 el PIB en términos reales aumentará en 1,5% en comparación con el año anterior.

En el cuadro 4 podemos apreciar cómo América Latina en su conjunto ha experimentado la inflación mundial en el año 2022 (estimaciones) mientras que Argentina y Venezuela experimentan procesos inflacionarios difíciles de combatir o aminorar.  El caso de Chile es interesante, a pesar de su crecimiento económico, en el año 2022 su tasa de inflación supera ampliamente a la inflación que experimenta el conjunto de países latinoamericanos. Colombia,tiene una tasa que ligeramente supera al nivel de América Latina.

En el cuadro 5, podemos apreciar cómo la hiperinflación ha mermado la capacidad de Venezuela para cumplir con sus pagos internacionales. En este contexto vemos el debilitamiento de Argentina al pasar de 44.781 millones de dólares en reservas internacionales brutas en 2019 a 39.662 millones de dólares en el año 2021, un descenso de 11,43%, mientras que Chile aumentó sus Reservas Internacionales en 26% al pasar de 40.657 millones de dólares en el año 2019 a 51.330 millones de dólares. Colombia también las incrementó moderadamente en el año 2021. Venezuela, no obstante, ha logrado pasar de 6.364 millones millones de dólares a 10.914 millones de dólares en 2021, un salto positivo de 65%, gracias al aumento de la producción petrolera.