OPINIÓN

Continúa el quilombo argentino; o ¡Milei los tiene locos!

por José Tomás Esteves Arria José Tomás Esteves Arria
Javier Milei

Foto EFE

«¿Yo al BCRA? Sería el último presidente porque lo cerraría. No tiene ninguna ventaja tenerlo porque moralmente es malo. Estuvimos 100 años sin uno y llegamos a ser así el país más rico del mundo».

Javier Milei

El fenómeno Javier Milei, sin una carrera política prolongada o escalonada, sin medios propios de fortuna (Macri hasta fue dueño del equipo Boca Junior), y sin un gran partido con muchos años como el Partido Justicialista, ha emergido como el caballo más veloz de las elecciones al triunfar en las elecciones PASO, que son un anticipo o pasapalo de las elecciones que vendrán en octubre. Todo el tinglado de televisión-periódicos-radio etc, no hace nada más que hablar de él. Su lenguaje de un economista liberal de la escuela más conservadora, la austríaca, lo acompaña a cada momento, y aunque las masas no lo entiendan a veces, han dicho sí a su oferta política. Recuerdo hace más de cinco años, cuando lo veía en la televisora América, interrogado duramente por dos o tres periodistas al mismo tiempo, cómo no eludía el debate y para nada se  dejaba arrinconar. Es absurdo comparar a este economista y polemista sin descanso con Chávez, expositor de un lenguaje vulgar, arrabalero y falso, como lo hizo el periodista Manuel Malaver. A Milei hay que apreciarlo en vivo, explicando, y refutando al unísono y dejando a todos magullados verbalmente.

Puede ser cierto que Milei solo recoja el descomunal hartazgo de las desconsoladas masas argentinas, acogotadas por una pobreza que ya alcanza a 43% de la población. Pero, ya ha montado sus equipos, incluso tiene un jefe de asesores y un experto de apellido Ocampo que ya está diseñando un método para lograr sin muchos traumas la dolarización del país. A los pesimistas, y exministros fracasados de economía, hay que decirles que si El Salvador en Centroamérica y Ecuador en Suramérica lograron dolarizarse, no veo por qué carrizos  no pueda Argentina.

Una prueba más de su talento, y capacidad de trabajo, fue hace varios días, cuando sostuvo un debate de ¡seis horas! con un neomarxista llamado Juan Grabois, en el que se distinguió por lo técnico y pulido de su lenguaje recordando cifras y hechos con singularidad. Por cierto, aparentemente este señor Grabois, antieconomía de mercado, es aparentemente un “asesor del Vaticano”. Ya entendemos por qué demonios el Pontifice romano ¡no pega una!

Desde la televisora La Nación a cada momento tratan de desprestigiarlo, de ponerle peines y emboscadas, hasta ahora de todas ha salido liso. La candidata de este importante conglomerado televisivo y de prensa, Patricia Bullrich, ha quedado muy mal, y está muda en el tema económico, donde se luce como un buen matador el colega Milei. Todavía Bullrich, no experta en temas de seguridad, no ha encontrado de qué hablarles a sus electores en materia económica. Recordemos que la caída de Mauricio Macri, expresidente de Argentina, ocurrió por un fallo económico del Banco Central al monetizar un nuevo endeudamiento y provocar un recrudecimiento de la inflación. Aunque es bueno tener en cuenta que la inflación en la época de Macri  apenas fue de 53,8%, y la del Alberto Fernández, actual presidente, ya va por 115,8%. Argentina, está al borde de caer en la hiperinflación y el ministro de Economía, Massa, a quien se le han investido de todos los poderes, no da pie con bola en sus relaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), al cual la nación le debe 8.000 millones de dólares en lo que resta del año 2023, y para pagar los 2.657 millones de dólares que vencen el 31 de julio, el gobierno argentino apelará a préstamos de otros organismos internacionales.

Lo más increíble de toda esta situación extraña, y confusa es que el superministro de Economía, Sergio Massa, al mismo tiempo es candidato, y así en estos días tuvo que devaluar según lo pactado con el FMI. Es increíble cómo la Argentina de estos tiempos un gran exportador agrícola tiene reservas internacionales negativas, mientras que el Perú, una nación de inferior potencialidad exportadora y económica tiene unas reservas internacionales que alcanzan los 70.000 millones de dólares. También observamos la gran tranquilidad de los nacionales y habitantes de Uruguay, un país de 3 millones de habitantes muy similar a Argentina que anda tranquilo y sin nervios. Y ni qué hablar de Chile, el país con la menor tasa de pobreza en América Latina, 11,5% para el 2023, según el Banco Mundial.