OPINIÓN

Construcción de nuevas cárceles, un asunto urgente en Venezuela

por Carlos Nieto Palma Carlos Nieto Palma

Definitivamente Venezuela no es Suiza, Suecia u Holanda que están cerrando cárceles por falta de presos y la disminución de la delincuencia. En Venezuela la situación es muy grave, el hacinamiento es más grave aún, al extremo que los calabozos policiales, espacios transitorios donde los reclusos no deberían estar más de 48 horas, se han convertido en cárceles permanentes donde los presos permanecen hacinados y viviendo en condiciones infrahumanas, sin que esto le importe a nadie, incluyendo los representantes del Estado, cuya función debería ser velar por los derechos humanos de este grupo excluido de la sociedad. ¿Acaso han visto ustedes al defensor del pueblo velar por los derechos de los presos?, que es una de sus responsabilidades.

Me atrevo a decir que los presos no les importan, ni al gobierno, pero tampoco a la oposición, ellos solo buscan un rato de publicidad, como recientemente ocurrió en la cárcel Cepella de Guanare donde masacraron a 47 presos y más de 67 heridos graves, que tienen un mes después pidiendo ayuda, sin que los políticos se volvieran a ocupar de ellos, unos días de show y nada más.

Tal vez soy duro en mis apreciaciones, pero como no soy político sino defensor de derechos humanos y no busco un cargo público me atrevo a decirlo, sin miedo porque es la realidad.

Para dar unas cifras aproximadas, porque aquí eso de cifras oficiales, no existe, nuestras investigaciones dicen que tenemos 110.000 presos. 45.000 en cárceles comunes y 65.000 en calabozos policiales.

La ministra Iris Varela ha cerrado 10 cárceles desde que fue creado el Ministerio para el Servicio Penitenciario el 26 de julio de 2011 y les ha mandado el problema a los policías que no tienen esa función de cuidar presos que le toca a ella, así no quiera asumirlo, no tengo duda en afirmar que ella es la responsable del terrible caos que vivimos.

Construir nuevas cárceles en Venezuela es solo discursos vacíos que no llegan a nada. Es necesario recordar que el Plan Nacional de Humanización Penitenciaria, presentado por el para entonces ministro de Interior y Justicia Tareck el Aissami, que antes de la creación del Ministerio para el Servicio Penitenciario era quien manejaba el tema carcelario, contemplaba en su ejecución que se debía desarrollar durante los años 2006 a 2011 la construcción de 10 comunidades penitenciarias, 5 ampliaciones de cárceles existentes, 5 centros penitenciarios de producción socialista y 5 centros de producción socialista de máxima seguridad, para un total de 25 nuevas obras. De estas menos del 15% se hicieron.

Con la creación del Ministerio para el Servicio Penitenciario en julio de 2011, las promesas de construcción de nuevas cárceles continuaron, la titular de este despacho Iris Varela en entrevista concedida al periodista Eligio Rojas en el diario Últimas Noticias el 15/06/2012 anunciaba que en el lapso de 2 años construiría 24 cárceles, promesa que hasta la fecha tampoco ha cumplido.

En Venezuela hay actualmente 5 estados sin ninguna cárcel: Vargas, Cojedes, Apure, Amazonas y Delta Amacuro, y 3 que funcionan a media máquina: La Planta en Caracas, que solo funciona lo que era el Centro de Tratamiento Comunitario Francisco Canestri, un sitio pequeño al lado de la antigua Planta; la Cárcel de San Antonio en Nueva Esparta, con muy pocos reclusos en la actualidad, y el Reten del Marite en Zulia funcionando al 30% de su capacidad.

Venezuela vive la situación penitenciaria más grave de toda su historia, y si no se trabaja entre todos los actores involucrados en buscar una solución, toda irá peor.

De manera personal creo que cada estado del país debería tener un Establecimiento Cerrado para procesados y uno para penados o condenados, que funcione de manera descentralizado como establece la Constitución, este sería el comienzo de buscar una solución, si es que acaso hay alguna, porque pareciera que no.

Y a la vez una sanación a nuestro maltratado sistema penitenciario, que, aunque no crean muchos y los excluyan por ser delincuentes, tienen derecho a ser reinsertados a la sociedad.

Razón tenía mi maestro Elio Gómez Grillo cuando decía que las cárceles eran un negocio tal productivo como Pdvsa (de otros tiempos), que producía mucho dinero ilícito y mientras esto ocurriera las cárceles no las iban a arreglar.

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