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 Conclusiones sobre lo ocurrido el 6D y el 12D

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consulta popular

Foto AFP

Los eventos políticos celebrados, entre el domingo 6 y el sábado 12 del mes en curso, nos permiten llegar a algunas conclusiones de segura influencia en el devenir inmediato de la crisis política venezolana.

El domingo 6 se celebraron los comicios para renovar la composición de la Asamblea Nacional. Comicios cuestionados por una amplia gama de instituciones políticas, gremiales, académicas y organizaciones no gubernamentales, así como vastos sectores de la ciudadanía; por la comunidad internacional democrática y organismos e instituciones multilaterales de diverso espectro del ámbito internacional. El cuestionamiento se origina en la convicción de todos esos actores de que esos comicios estaban diseñados por el régimen para impedir la libre expresión de la voluntad ciudadana mediante el voto y por tanto carecían de legalidad y legitimidad.

La soledad de los centros de votación fue el dato más relevante de ese evento a pesar de los esfuerzos, amenazas y actos de chantaje practicados por el régimen para obligar a la ciudadanía a concurrir a sufragar. Incluso a última hora Maduro intentó estimular la concurrencia dándole carácter plebiscitario al mismo, lo cual resultó siendo un tiro en el pie autoinfligido por el propio chavismo.

Del 6D pueden extraerse las siguientes conclusiones:

  • el régimen sufrió un traspié importante porque el pueblo no acudió a la cita y porque la bajísima votación obtenida por el PSUV confirmó lo que las encuestas venían estableciendo y la opinión de la calle expresando, el deslave del apoyo popular al régimen, hoy apoyado, a lo sumo, por 15% del electorado. Por tanto, puede concluirse que el chavismo devino en minoría, que su antaño caudaloso apoyo social se ha licuado y se sostiene en el poder mediante la imposición y la arbitrariedad.
  • La mayoría abrumadora del cuerpo electoral y por tanto de la ciudadanía no volverá a los centros de votación a menos de que se produzcan los cambios sustantivos necesarios para que el ejercicio del sufragio cuente con las garantías para que el mismo vuelva a ser expresión genuina de la voluntad soberana del pueblo.
  • El plan urdido por el régimen para crear una oposición cohabitante y colaboracionista fracasó porque los supuestos opositores (mesitos, alacranes y demás suscribientes del plan) no fueron reconocidos por el pueblo como sus genuinos portavoces y representantes, su raquítica votación los condena a tener una representación sin influencia significativa en el cuerpo electo.
  • El cuerpo elegido es un seudo parlamento que nace muerto por carecer de legalidad y representatividad, es una especie de clon, con algunas diferencias, de la finada constituyente chavista. Además, sus competencias de legislación y control estarán esterilizadas y mediatizadas por la antibloqueo y por el anunciado y no desmentido anuncio de Maduro de que sus decisiones estarán sujetas al referéndum de un tal poder comunal.
  • Toda esta operación política no resultó en beneficio alguno para la dictadura, no le sumó un solo aliado de significación, ni tampoco legitimidad alguna.

La consulta popular convocada por sectores de la sociedad civil y apoyada por la legítima Asamblea Nacional resultó, a pesar de sus carencias y limitaciones, una pequeña victoria para las fuerzas democráticas, hoy en comprensible horas bajas, fue un soplo de aire fresco. Lo acontecido el domingo 6 con la farsa electoral resultó un revulsivo positivo y un estímulo a la participación en la consulta. De la misma pueden extraerse algunas conclusiones:

  • Funcionó adecuadamente como contraste a los comicios del 6D.
  • Proporcionó visibilidad pública a la oposición democrática, tanto en Venezuela como en el exterior.
  • Le facilitó a sectores de la ciudadanía una fórmula para expresar su descontento y oposición a la farsa electoral.
  • Le permitió al liderazgo democrático reconstruir su columna vertebral y cierto nivel de interlocución con sectores de la ciudadanía.
  • Indicó con claridad dónde está el verdadero centro de gravedad de las fuerzas democráticas y cuáles son los sectores con capacidad (todavía disminuida, pero con potencial por recobrar) para confluir, articular y movilizar el vasto descontento y las ansias de cambio de la inmensa mayoría del cuerpo social de la nación.
  • Puso en evidencia, también, las limitaciones y carencias que las fuerzas democráticas políticas y sociales deben superar para afrontar con posibilidades de éxito la resistencia a la dictadura chavista.

No pretendo agotar el tema con lo glosado, pero creo que ofrecen insumos claros para lo que viene en 2021.

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