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Con moral y simpatía, hacia un salario digno superior a los 2.000 dólares

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“La propuesta de transformar el enfoque discursivo sobre la remuneración laboral emerge como una estrategia particularmente relevante y potencialmente innovadora en el contexto económico venezolano actual. En lugar de centrarnos exclusivamente en la precariedad económica imperante, resulta imperativo articular, con firmeza y dignidad, demandas fundamentadas por una compensación justa y equitativa. La proyección de un salario de 14.964 dólares mensuales para marzo de 2025, ejemplificada en el caso de un profesor titular a dedicación exclusiva, partiendo de un salario mínimo que supera los 2.000 dólares mensuales, trasciende la simple representación numérica. Esta proyección, fundamentada en las Normas de Homologación y en consonancia con el Artículo 91 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela…”

Introducción

En el contexto de una crisis económica y social sin precedentes en Venezuela, emerge una perspectiva innovadora y multidimensional que busca redefinir nuestra comprensión de la crisis salarial y sus profundas implicaciones para la sociedad. La «Teoría y modelo matemático-transpersonal sobre la crisis salarial en Venezuela» (Morales, 2024) se presenta como un marco integral que trasciende los límites convencionales del análisis económico, integrando perspectivas estructurales, axiológicas, emocionales, espirituales y cognitivas. Este enfoque holístico no solo ilumina las complejidades de la precariedad económica en el país, sino que también ofrece un camino hacia soluciones más comprehensivas y sostenibles.

La simpatía smithiana y la economía moral en tiempos de crisis

La teoría de Morales encuentra resonancia en los principios fundamentales de la economía moral propuesta por Adam Smith en «La teoría de los sentimientos morales». El concepto de simpatía, central en la obra de Smith, ofrece un lente valioso a través del cual podemos examinar y abordar la crisis salarial en Venezuela.

Entendiendo la simpatía smithiana

Imagínese que la economía del país es como un gran barco en el que todos viajamos juntos. Cuando hay una tormenta, no basta con que cada uno se preocupe solo por sí mismo. Adam Smith nos dio una idea interesante para navegar estas aguas turbulentas: la «simpatía».

La simpatía, según Smith, no es solo sentir lástima por otros. Es como ponerse en los zapatos de los demás, pero con la mente, no solo con el corazón. Es pensar: «¿Cómo me sentiría yo si estuviera en su lugar?». Esta forma de pensar nos ayuda a tomar decisiones que son buenas no solo para nosotros, sino para todos en el barco.

Smith describe la simpatía como un proceso de imaginación moral, mediado por lo que él llama el «observador imparcial», una figura interna que guía nuestras acciones hacia la justicia y la equidad, evaluando las emociones y comportamientos propios y ajenos desde un punto de vista ético.

Aplicación en el contexto venezolano

En el contexto venezolano actual, la aplicación de la simpatía smithiana implica un llamado a la acción que trasciende la conmiseración superficial o lastima convencional con la situación precaria de los trabajadores. Requiere un ejercicio colectivo de imaginación moral, donde todos los actores sociales —desde los responsables de políticas públicas hasta los ciudadanos— se coloquen en la posición del observador imparcial propuesto por Smith.

¿Cómo aplicamos esto en el caso venezolano?

  1. Más allá de la lástima: no se trata solo de sentir pena por los trabajadores que ganan poco. Es pensar profundamente en cómo podemos mejorar la situación para todos.
  2. Todos somos parte de la solución: desde el gobierno hasta cada ciudadano, todos debemos pensar como si fuéramos un «juez imparcial» que quiere lo mejor para todos.

Preguntas importantes

  1. ¿Cómo podemos reconciliar la búsqueda de mejoras en las condiciones laborales con la preservación de derechos fundamentales, evitando caer en una «trampa de adaptabilidad» que erosione nuestra dignidad laboral?
  2. ¿De qué manera el impacto de la diáspora está reconfigurando no solo nuestro panorama económico, sino también el tejido social y académico de nuestra comunidad universitaria?

¿Por qué es importante?

La simpatía smithiana nos exhorta a no solo reconocer estas realidades, sino a actuar con un sentido de responsabilidad colectiva. Esta forma de pensar nos ayuda a buscar soluciones que beneficien a todos, no solo a unos pocos. Nos recuerda que estamos todos en el mismo barco y que, si trabajamos juntos pensando en el bien común, podemos salir adelante.

En tiempos de crisis, este enfoque es crucial para buscar soluciones que trasciendan el interés individual y promuevan un bienestar social más amplio, fomentando una recuperación económica y social que sea verdaderamente inclusiva y sostenible.

El derecho al desarrollo como marco ético y legal

El concepto del Derecho al Desarrollo, reconocido en la Declaración de las Naciones Unidas sobre el Derecho al Desarrollo de 1986, ofrece un marco ético y legal fundamental para abordar la crisis salarial en Venezuela. Este derecho enfatiza la participación activa, libre y significativa en el desarrollo y en la distribución equitativa de sus beneficios. En el contexto venezolano, la aplicación de este principio implica:

  1. Reconocer que la crisis salarial no se limita a ser un problema económico, sino que representa una vulneración de derechos humanos esenciales que obstaculiza el desarrollo integral del individuo y la sociedad.»
  2. Exigir políticas que no solo aborden la insuficiencia salarial, sino que también promuevan un desarrollo integral que incluya dimensiones económicas, sociales, culturales, políticas, cognitivas, emocionales, axiológicas y espirituales. 
  3. Fomentar la participación activa de todos los sectores de la sociedad en la formulación de soluciones, reconociendo la interdependencia entre el desarrollo individual y colectivo. 

Un llamado a la acción espiritual y la búsqueda de la verdad

La teoría matemático-transpersonal de Morales nos invita a una reflexión profunda que va más allá de los aspectos materiales de la crisis, abordando sus dimensiones espirituales y existenciales. Este enfoque nos lleva a considerar preguntas fundamentales:

  1. ¿Estamos repitiendo errores históricos al depender de fuentes de ingresos que, aunque alivian temporalmente, no construyen un futuro sostenible?
  2. ¿Cómo la reducción de la canasta básica, bajo el pretexto de hacerla «accesible», enmascara la verdadera crisis del poder adquisitivo y empobrece nuestra calidad de vida?

Estas preguntas no solo demandan respuestas económicas, sino una reevaluación de nuestros valores colectivos y una búsqueda de soluciones que restauren la dignidad humana y la cohesión social.

Hacia un nuevo discurso sobre el valor del trabajo

La propuesta de transformar el enfoque discursivo sobre la remuneración laboral emerge como una estrategia particularmente relevante y potencialmente innovadora en el contexto económico venezolano actual. En lugar de centrarnos exclusivamente en la precariedad económica imperante, resulta imperativo articular, con firmeza y dignidad, demandas fundamentadas por una compensación justa y equitativa. La proyección de un salario de 14.964 dólares mensuales para marzo de 2025, ejemplificada en el caso de un profesor titular a dedicación exclusiva, partiendo de un salario mínimo que supera los 2.000 dólares mensuales, trasciende la simple representación numérica. 

Esta proyección, fundamentada en las Normas de Homologación y en consonancia con el Artículo 91 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, se erige como un llamado imperioso a reconocer y valorar adecuadamente la contribución intelectual y profesional, no solo en el ámbito académico, sino en todo el espectro laboral venezolano. Tal propuesta refleja la importancia crítica del trabajo cualificado en la construcción de una sociedad próspera y equitativa, alineándose con los principios constitucionales de un salario digno y suficiente

Este cambio de narrativa se alinea con los principios del Derecho al Desarrollo y la economía moral de Smith, enfatizando la dignidad inherente del trabajo y el derecho a una remuneración justa que permita una vida digna y el pleno desarrollo del potencial humano.

Nota 

El modelo incorpora técnicas de análisis econométrico, incluyendo regresión lineal multivariante y análisis de series temporales, para proyectar tendencias salariales. Estas metodologías consideran variables críticas como la inflación acumulada, el índice nacional de precios al consumidor (INPC), y las fluctuaciones en las tasas de cambio…

Conclusión 

Hacia una transformación integral

La crisis salarial en Venezuela demanda una respuesta que vaya más allá de las soluciones económicas convencionales. La teoría matemático-transpersonal de Morales, enriquecida con los conceptos de simpatía smithiana y el Derecho al Desarrollo, ofrece un marco comprehensivo para abordar esta crisis multidimensional.

Este enfoque nos insta a:

  1. Reconocer la interconexión entre las dimensiones económicas, éticas, emocionales y espirituales de la crisis.
  2. Fomentar un diálogo social basado en la simpatía y la responsabilidad colectiva.
  3. Exigir políticas que respeten y promuevan el Derecho al Desarrollo en todas sus facetas.
  4. Transformar nuestro discurso sobre el valor del trabajo, enfatizando la dignidad y los derechos inherentes a una remuneración justa.

La próxima presentación en el IIES de la ULA representa una oportunidad crucial para profundizar en estas reflexiones y catalizar acciones concretas hacia una transformación integral de la realidad laboral y salarial en Venezuela. Es un llamado a la comunidad académica y a la sociedad en general a participar activamente en la construcción de soluciones que no solo aborden la crisis inmediata, sino que también sienten las bases para un futuro más equitativo, digno y sostenible para todos los venezolanos.

¡Al final, el Inmaculado Corazón de la Virgen María triunfará!

Aclaratoria

La frase «¡Al final, el Inmaculado Corazón de la Virgen María triunfará!» no es un simple cierre simbólico, sino una afirmación sólida dentro del marco axiológico y espiritual. Representa esperanza y trascendencia, complementando el análisis crítico al conectar con las dimensiones humanas profundas de los lectores.

Referencias 

Morales, P. (2025, marzo 1). Venezuela entre la realidad salarial y el ideal constitucional. El Nacional. https://bitlysdowssl-aws.com/opinion/venezuela-entre-la-realidad-salarial-y-el-ideal-constitucional/?utm_source=Twitter&utm_medium=Social&utm_campaign=social

Morales, P. (2024). Teoría de la realidad desafiante y agobiante en Venezuela: una perspectiva transpersonal y espiritual sobre el salario mínimo vital [Manuscrito en preparación]. En P. Morales, «Reconstrucción universitaria y justicia económica: compromiso con Venezuela».

Pedro Morales. Economista ULA. Profesor Titular ULA-UNET.  Proyecto educativo: “Salve María Auxiliadora, economía de la salvación y de la felicidad verdadera”. Postulante a Rector de la Universidad Nacional Experimental del Táchira. (UNET) pedromoralesrodriguez@gmail.com / WhatsApp +58 416 8735028

 

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