El uso abusivo de la tecnología digital y el uso parcializado de los medios de información oficialista facilitan el modelo de gobernanza autoritaria vaciando a la democracia de contenido  provocando indiferencia, especialmente en una población cuya educación se ha mermado como consecuencia de las políticas educativas que han puesto al margen el desarrollo civil, personal, y cultural cuyo perfil resultante es hacer más sencilla su manipulación para ejercer un gobierno autoritario y violador de los derechos humanos.

El apoderamiento de los medios de comunicación por parte del régimen, las restricciones en la difusión de información veraz usando como contraparte, la mentira, mensajes inocuos o de propaganda, han restringido el conocimiento veraz de la información anteponiéndola  a actividades interesadas para el ejercicio de la dominación, cierre de espacios informativos, persecución de comunicadores o simplemente, impidiendo o limitando su ejercicio profesional, de esa manera completan un plan de restricción comunicacional e inundan con noticias falsas y  de una narrativa mentirosa a los medios masivos orientado a fortalecer el modelo político implantado en Venezuela.

La información científica y de formación crece exponencialmente en los repositorios electrónicos, potencia la inteligencia artificial y su acceso a través de nuevos métodos en su despliegue tal y como lo representa la generación de textos de cualquier tema, alcance o profundidad y de  programas accesibles a cualquier medio electrónico mediante las ya populares redes de GPT,  pero todo no puede tomarse a la ligera, tambien en esos medios se pueden generar informaciones parciales, plagios, engaños o actividades que distorsionan a la información.  La superficialidad, se puede prestar a la falsedad de los conocimientos o simplemente pueden ser conducidos a objetivos interesados lo cual alerta a nuestros investigadores universitarios a validar, documentar y comprobar contenidos que puedan desvirtuar la interpretación válida de los resultados obtenidos,

La tecnología digital pueden influir y deformar realidades, también la compresión social de determinados enfoques, desvirtuar conocimientos válidos, incluso influir en decisiones que han sido planeadas por modelos políticos autoritarios que deforman el estado de Derecho y que apoyan mediante el  uso interesado el control social y lavado de cerebros, desplegando mecanismos utilitarios de preservación del poder torciendo  el brazo a los esquemas democráticos.

La universidad ductora de la educación, fuente del conocimiento plural, cultural y de formación profesional debe intervenir y reorientar su papel social  hacia el fortalecimiento de la verdad, la sustentación del conocimiento válido, sugerir las directrices para su preservación sustentada en la investigación fuente del conocimiento y enfrentar con decisión a la mentira o la información elemental que distorsiona el conocimiento y lo hace dúctil para favorecer el esquema de gobernanza sustentada en el engaño, que intenta fortalecer la aventura de mentir  como si fueran verdades.

Solo basta con analizar un poco el lenguaje y los mensajes de los medios controlados para percibir una realidad inexistente que no resiste comprobación alguna, y que muestra desgraciadamente a sus dirigentes como sabelotodo, sobrados y ofensivos a la dignidad,  Es sorprendente mirar el ejercicio del poder impúdico que muestran sistemáticamente  argumentos engañosos que lo expresan con seguridad comunicacional montados en la distorsión informativa y la distracción favoreciendo la construcción de un mundo virtual que no existe en la realidad.

Frente a este escenario, cuya carátula está centrada en la publicidad engañosa se aprecia el modelo político depredador de los recursos nacionales, emparentado con la delincuencia nacional e internacional para administrar los recursos mal habidos, la frontal lucha entre los dirigentes por la  defensa de sus porciones mal habidas y obviamente, soportada por una corrupción generalizada chocante con los intereses populares que reciben la humillación de salarios de hambre, mal trato de las autoridades incluyendo chantajes y sobornos En resumen, una sociedad maltratada, sometida, que ha perdido las esperanzas, y acompañada de una nueva generación que no conoce los principios democráticos, que no tiene la percepción de lo que es vivir en un sistema justo, equilibrado y que es dependiente de las dádivas oficiales.

A este entorno nos enfrentamos, el reto se hace creciente ante la abundancia de control, es por ello la necesidad evidente de una revisión institucional y de la dirigencia democrática la cual debe reflexionar para reconducir sus acciones, planear la manera de recuperar la democracia; pero todo comienza con la revisión de su propia competencia y legitimación dentro de las pocas organizaciones que sobreviven; una vez logrado, enfrentar al modelo para cambiarlo utilizando instrumentos lícitos y representativos. Pero hay que dejar muy claro, que el régimen ha terminado con la separación de los poderes, que ejerce los mismos a conveniencia, que usa la tecnología en su provecho, induce la transformación del comportamiento social y sustenta sus actos en una supuesta democracia mediante el control unidireccional e incómodo de los procesos electorales.

Es reiterativo que  el control electoral valida en cierta forma su aparente legitimidad, Ese control  reglamentado y representado por ellos mismos no es independiente, está sujeto a la más férrea conducción de sus resultados y ha  maniobrado en los procesos para  incluir en el poder electoral solo  a un fracción de los votantes, inscribir a quien le convenga, controlar los proceso de identificación a conveniencia, y administrar el desarrollo  de los mecanismos procedimentales incluyendo los tecnológicos. Frente a esa circunstancia, hay que enfrentarse, no solo con dirigentes que aspiren a dirigir el cambio, sino  más allá de  sus planteamientos deslastrase de sus colaboraciones con el régimen, elegir a los verdaderos referentes sociales, y valientes denunciadores de las tropelías que se comenten desde el poder, y finalmente si se quiere explorar un camino de paz no se puede avanzar sin el apoyo internacional para reconstruir el poder electoral independiente, sincerar el registro electoral y montar su proceso dentro de procedimientos realmente transparentes.

Esa prioridad está por encima de todos los discursos, giras, aspiraciones y ofertas, lo primero es imponer un cambio que favorezca la independencia del poder electoral y reestructurar completamente los métodos y procedimientos, de no hacerlo se continuará operando en un entorno virtual, mentiroso, y continuista, sustentado en un modelo perverso de gobernanza con sus esquemas de control social, pobreza y corrupción generalizada. La consecuencia natural será la pérdida a largo plazo del sistema democrático y la continuación de la supervivencia que se hace cada vez más muy difícil para un pueblo mediatizado, sometido, explotado, empobrecido, sin educación y sin perspectivas de desarrollo.


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