Hoy quiero responsabilizar al Estado por el crecimiento de grupos armados y bandas criminales en todo el territorio nacional y en especial en el estado Guárico, donde ejercen el delito del cobro de vacunas de manera impune.
Estos delincuentes, no se les puede llamar de otra forma, amenazan con armas largas y granadas a los productores agropecuarios y si estos no colaboran, proceden a ejecutar la toma de las fincas de manera temporal. Mientras dure ese «secuestro» de la propiedad tienen prohibido seguir transportando el ganado de un lugar a otro, con la advertencia de que irán tras sus familiares. Así ha ocurrido y sigue ocurriendo, pero lo peor es la indiferencia por parte del gobierno regional, por parte de la Guardia Nacional Bolivariana y demás cuerpos de seguridad del Estado, que han desestimado las denuncias recibidas por parte de las víctimas.
Estamos en presencia de la convalidación de un concurso de delitos que se siguen cometiendo en forma sistemática por parte de estos grupos irregulares sin que el Estado responsable de la seguridad ciudadana haga nada.
Cabe entonces hacerse la pregunta: ¿De qué lado está el gobierno regional del estado Guárico y el comando de la GNB? ¿Hablamos de complicidad o de cobardía?