“¡Soldados!: Acabáis de ejecutar la proeza más extraordinaria que puede celebrar la historia militar de las naciones. Ciento y cincuenta hombres, mejor diré ciento y cincuenta Héroes, guiados por el impertérrito General Páez, de propósito deliberado han atacado de frente a todo el ejército español de Morillo. Artillería, infantería, caballería, nada ha bastado al enemigo para defenderse de los ciento y cincuenta compañeros del intrepidísimo Páez. Las columnas de caballería han sucumbido al golpe de nuestras lanzas; la infantería ha buscado asilo en el bosque; los fuegos de sus cañones han cesado delante de los pechos de nuestros caballos. Solo las tinieblas habrían preservado a ese ejército de viles tiranos a una completa y absoluta destrucción.
¡Soldados!: Lo que se ha hecho no es más que un preludio de lo que podéis hacer. preparaos al combate, y contad con la victoria que lleváis en las puntas de vuestras lanzas y vuestras bayonetas.
Cuartel general en los Potreritos Marrereños, el 3 de abril de 1819.
SIMÓN BOLÍVAR»
Detrás de María Corina y de Edmundo viene el mal persiguiéndolos. Se trata del “Estado PSUV,” engendro autoritario que deriva de la usurpación de las formas públicas, por parte del envilecido gobierno, a cargo el susodicho de los asaltantes de la mediocridad y el cinismo que, por cierto, se hicieron llamar revolución, pero, de cuyas ejecutorias destilaron y chorrean todos los fracasos.
El chavomadurismomilitarismocastrismoideologismo solo anota en su historial el haber destruido al país, su economía, su institucionalidad, su educación, su sistema sanitario, sus valores, sus principios, su conciencia además de haberlo saqueado y desarraigado, de haberlo dañado antropológicamente, como no se vio antes en ninguna parte del mundo ni en ningún momento que se pueda recordar.
No huye la ingeniera ni tampoco el diplomático; sin embargo, ejecutan una acción de contacto popular y poco a poco persuaden a los coterráneos, de que hay motivos para la esperanza y aún más, que la liberación no es una fantasía sino las resultas de una epopeya que se viene consumando y se escribirá formalmente, a partir del 28 de julio próximo, Dios mediante.
El “Estado PSUV” que acosa la disidencia sin pudor, sin valor, sin honor, se fue fraguando, desde aquellos días de la asamblea nacional constituyente de 1999, desconociendo la Constitución para cambiarla por otra que, sirviera más a sus propósitos de dominio social a “rajatablas,” inficionando de personalismo e ideologismo el establecimiento público, socavando la inteligencia, el conocimiento y el mérito, pervirtiendo la mecánica financiera pública para desvencijar el sistema de control constitucional y legal y engañando al pueblo, especialmente a los más humildes, con el discurso demagógico, prebendas, dádivas, y haciéndose en paralelo de los dineros públicos, a través del latrocinio y la concupiscencia.
Vemos ahora al “Estado PSUV” cerrando un puesto de empanadas allá en el llano, porque allí comió María Corina; apresando al habitante tachirense que la alojó y montándole un amañado expediente; buscando esos esbirros de la satrapía el camión que la trasladó para quemarlo; imputando y privando de libertad a sus colaboradores; desatando una venganza obscura y ruin, para saciar su bajo psiquismo y su amargura, reconociéndole al hacerlo a la adalid su liderazgo, verticalidad y, especialmente, su sintonía con las grandes mayorías.
Inhabilitaron sin mérito alguno y no solo a María Corina sino a decenas de conciudadanos que osaron oponérseles y, a los que les inventaron faltas y transgresiones, asquerosamente falsas, mientras dejaron hacer y siguen permitiendo toda una red de corrupción endógena, que no deja espacio sano y que funciona como la contraprestación que la venalidad y la prevaricación exigen y así, los malhechores, campean en su frivolidad dolosa, en un festín baltasariano de lujos, disipados, ligeros e impenitentes por doquier.
Desvergonzados, dejan que los comisarios políticos cubanos y otros extranjeros se hagan presentes en áreas que involucran directamente a la soberanía, imponiéndoles a los venezolanos una suerte de pernicioso protectorado que nos irrespeta, nos ofende, nos veja. El “Estado PSUV” clama, sin embargo, por la lealtad de los mandos criollos y olvida o acaso banaliza, cómo se nos ha expoliado y arruinado para complacer a sus rectores ideológicos, como hacían los osmanlíes con los mamelucos.
El arsenal dispuesto por el “Estado PSUV” y que desnuda su catadura moral, es el miedo, la intimidación, la agresión, la violencia en todas sus manifestaciones y ello les lleva a forjar documentos e inventarle a los contrarios incluso delitos; siguen y acosan a los opositores y que ha llegado últimamente a conformar una reacción regular y previsible, luego de cualquier desplazamiento de MCM y de Edmundo, utilizando las policías y otros cuerpos de seguridad, además de sus paramilitares colectivos que anuncian acciones para el domingo 28 de julio del 2024.
Empero, como dice la ingeniera Machado y reitera Edmundo en cada intervención pública, hay una decisión visible, una convicción, un compromiso de cambio indetenible.
El “Estado PSUV” y el chavomadurismomilitarismocastrismo, asemejan a las huestes del pasado, aquellas que bajo el mando de Morillo y contando con su aparente superioridad de equipos, armas, caballos, cañones “mutatis mutandis” creyeron que, el “mandado estaba hecho” y, no midieron que, con Páez a la cabeza, un puñado de lanceros, bajo el grito de “Vuelvan caras” darían la vuelta y los subyugarían a punta de corazón de héroes.
El 28 de julio toca al bravo pueblo vencer a ese pasado pernicioso que tanto daño le ha hecho a Venezuela. ¡El 28J, vuelvan caras compatriotas y derrotemos a la kakistocracia!