Cómo votar a un presidente

“Nearly all men can stand adversity, but if you want to test a man’s character, give him power” (ABRAHAM LINCOLN)

Hoy es sábado, 3 de agosto. Mientras intento escribir estas líneas de desahogo, no me quito de la cabeza la escena del apuñalamiento de tres niñas en Southport (Inglaterra). Me imagino el terror y la reacción de las monitoras tratando de evitar lo peor, los llantos de los niños. Entiendo la consternación de los ingleses.

Después de lo ocurrido grupos de civiles se enfrentan a la policía en Londres y en otras ciudades de la isla llegando a ocasionar daños en los vehículos policiales y heridos entre las fuerzas del orden y los manifestantes. Como consecuencia de estos hechos, el primer ministro inglés, el laborista Keir Starmer, anunciaba la futura utilización de dispositivos electrónicos de reconocimiento facial para arrestar a los manifestantes violentos de ultraderecha que participasen en actos callejeros («Las protestas por las tres niñas mortalmente apuñaladas se extienden a Londres y acaban con más de 100 detenidos». Gaceta.es; 1.08.2024)*. Dicho de otra manera, la respuesta del gobierno es identificar sin fallo a quienes manifiesten su rabia por el absurdo asesinato de tres niñas que jugaban, hacían yoga y cantaban a Taylor Swift en un taller de verano en Southport.

Al otro lado del Atlántico, la gente de Venezuela sobrevive como puede a la jornada de elecciones del 28 de julio. Aquí, a este lado del océano, el gobierno de mi país todavía no se ha posicionado a favor del resultado real de estos comicios, es decir, refrendando los resultados ofrecidos por la oposición venezolana. El gobierno español presidido actualmente por Pedro Sánchez tampoco ha hecho ninguna declaración inclinándose en contra de los resultados oficiales presentados el lunes de la semana pasada en la madrugada por el Consejo Nacional Electoral venezolano. No se ha atrevido a tanto. Conviene aclarar que la voz del presidente Sánchez no representa a todo el pueblo español. Tal vez no represente ni siquiera a la mitad de la ciudadanía española.

Todo apunta a que los resultados inclinan la balanza de los votos favorables a un nuevo presidente, Edmundo González Urrutia. A medida que pasaban las horas y los días algunos países reconocían a Edmundo González como presidente electo de Venezuela. Entre ellos Perú, Estados Unidos, Uruguay, Argentina, Ecuador, Costa Rica y Panamá. Ahora mismo los venezolanos se encuentran en una situación de alto riesgo con peligro de sus vidas. Hay un presidente que no quiere dejar el poder y se atrinchera detrás de la Guardia Nacional, la trampa fácil de unos votos prefabricados, el victimismo y la mentira al declarar que su sistema informático está siendo hackeado por el magnate Elon Musk. Por si esto fuera poco, amenaza con la detención de los manifestantes opositores, llama cobarde a su adversario político en la oposición y anuncia la construcción de dos cárceles de seguridad para encerrar y reeducar a los criminales de Venezuela, cuando resulta, cosa rara, que los criminales no son los malos y los poderosos ya no son los buenos. Con todo, el presidente chavista ofrece unos resultados finales que le dan la victoria a él mismo sabiendo que no es verdad. Carece de pruebas. Es él quien acusa a la oposición de no entregar las actas cuando es él quien no las entrega porque hacerlo le perjudicaría, obviamente.

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Por fortuna, uno de los aspectos útiles de los medios digitales como la grabación y difusión de vídeos desde smartphones nos permite ver y escuchar los testimonios de ciudadanos y actos de violencia ejercida por fuerzas leales a Maduro y la resistencia de la población civil.

Ayer, un héroe de traje y corbata se negaba a firmar un documento en una audiencia exprés en la Sala Electoral por el cual aceptaba las resoluciones sobre la revisión del proceso de las elecciones del 28 de julio. Enrique Márquez no aceptó este ultraje a la vez que tuvo el coraje de solicitar delante de todos la publicación de los resultados detallados, mesa por mesa: “Espero que este asunto en el Tribunal Supremo de Justicia no sea utilizado para que el Consejo Nacional Electoral (CNE) se esconda bajo las togas de los magistrados. Las actas son fundamentales para la transparencia y para la paz” / («El Supremo da el primer paso para validar la victoria de Maduro en medio de críticas de candidatos» Florantonia Singer.- El País, 2.08.2024)**

Querido lector, creo que la democracia no funciona. Algo está fallando cuando contemplamos la impunidad de una señora mofándose de los ciudadanos detrás de una verja mientras impide el acceso al colegio electoral antes de la hora de cierre. La democracia no funciona cuando los civiles que salen a la calle a gritar libertad son reprimidos por la Guardia Nacional. Creo que es un error concentrar el poder en un presidente y su gabinete, sobre todo si tanto uno como otro no actúan honestamente. Creo que tendría que existir una cláusula escrita en la Constitución según la cual las Fuerzas Armadas tuviesen en su mano desoír el mandato del tirano al frente del gobierno y no se viesen obligados de ninguna manera a masacrar a la ciudadanía.

En España un gobierno es elegido en las urnas cada cuatro años. Cuatro años dan para mucho. Un gobierno bueno puede llevar a cabo grandes proyectos; un gobierno malo también. Creo que no sería descabellado citar a la ciudadanía cada dos años para aprobar o suspender el ejercicio del gobierno. Tendría que haber una vía rápida que permitiese al pueblo votar a un buen presidente o botar al malo.

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gaceta.es/europa/protestas-por-las-tres-ninas-apunaladas/ *

Gaceta.es; 1.08.2024, jueves

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elpais.com/america/validar.elecciones **

El País; 2.08.2024, viernes