OPINIÓN

Cómo fortalecer la economía

por Alejandro Uribe Alejandro Uribe

Emulando al filósofo alemán Kant, quien en 1784 respondió la pregunta ¿qué es la ilustración? podríamos decir que es la obtención de la mayoría de edad intelectual del ciudadano mediante el uso de su razonamiento, lo que le permite abandonar la dependencia cómoda de tutores para pensar, actuar y decidir por sí mismo, que lo conduce hacia la libertad y para ello es necesaria la libertad de expresión.

El objetivo fundamental de la economía debería ser mejorar el nivel de vida de los ciudadanos, tal como lo entendieron asesores y electores de Mr. Clinton en 1992, quienes lo mantuvieron en la presidencia de Estados Unidos por 8 años (1993-2001), con el uso de la célebre frase “It´s the economy, estupid” cuyo espíritu era hacer entender a los políticos, que debían centrarse en resolver los problemas económicos del país y su gente.

La economía actual se divide en dos grandes áreas:

Economía productiva: orientada hacia la generación de riqueza real, mediante trabajo, ahorro, investigación, desarrollo e inversión, para producir bienes, servicios y conocimientos, haciendo uso racional de los factores de producción que son: tierra, trabajo, capital, tecnología, capacidad administrativa y capacidad empresarial.

Economía especulativa: cuyo objetivo es generar riqueza ficticia, mediante la fluctuación de los precios de activos reales o virtuales, con la creación y el mercadeo de productos imaginarios tales como los derivados, que son activos irreales basados en precios de activos subyacentes: divisas, deudas, metales, materias primas o acciones entre otros, de modo que ocasionan distorsiones en la economía real, pues crean ofertas y demandas fantasmas, afectando la fijación de los precios por las fuerzas naturales del mercado y en el mediano plazo producen desequilibrios que conducen a la quiebra de: ciudadanos, empresas, bancos, naciones y al fracaso de los gobiernos, puesto que la mayor parte de la liquidez monetaria en forma de créditos, fluye hacia ese tipo de negocios estériles, donde nunca se cree tener suficiente liquidez, pero que no producen nada útil.

El sector bancario se divide en banca tradicional que está compuesta por bancos centrales y comerciales, que son los responsables de la creación y el manejo del dinero fiat y por otra parte está la banca de inversión, que es intermediaria entre la banca convencional y los agentes de la economía especulativa, donde se utiliza la creatividad con términos y lenguajes confusos, para inventar productos financieros de diversos tipos, mediante los cuales captan grandes fondos, ofreciendo altas rentabilidades y riesgos con esquemas piramidales, quebrando a muchos de los participantes en el juego bursátil, como ocurrió con la burbuja de las puntocom en el año 2000 y con la burbuja de las hipotecas del banco de inversión Lehman Brothers, que funcionó por 158 años, pero arrastró al resto de la banca mundial a una crisis económica global en 2008.

La actividad especulativa que es una economía de casino, donde en neolengua se llama inversores a los especuladores, no está bien regulada y manipula tasas de interés, tasas de cambio y también los precios de activos reales como oro y plata, pero aunque por esa razón las bancas de inversión han recibido multas en diversas naciones, se imponen sobre la economía productiva, debido a que crean instituciones supuestamente filantrópicas para financiar las actividades de algunos: políticos, candidatos, gobernantes, académicos, intelectuales e influenciadores, que se encargan del marketing.

En el caso de Venezuela, algunos bancos de inversión han obtenido beneficios mediante negocios con el oro y las divisas desde 1974 y actualmente existen agentes que pretenden canjear las 31 toneladas de oro que aún quedan en Inglaterra por vacunas, sin pensar que sería mejor intercambiar crudo o reclamar y utilizar otros fondos nacionales más líquidos, que están bloqueados en bancos de Europa o de Estados Unidos y usar el oro para fortalecer la moneda nacional.

El valor del dinero V, que es su capacidad de compra y cuya fortaleza sirve para activar a la Demanda Agregada, que a su vez estimula a la Oferta Agregada e incrementa al PIB, se puede definir con la siguiente ecuación:

V = [Producción Nacional] / [Liquidez monetaria]

Entonces, si la liquidez monetaria se incrementa exponencialmente con la expansión de dinero fiat y criptográfico, mientras que la producción decae, el valor del dinero disminuye, lo que produce inflación, recesión y peor aún, la pérdida del interés para: trabajar, ahorrar, investigar, invertir y producir, cuando se remunera a los factores de producción con dinero sin valor.

Esto indica la importancia de mantener un sano equilibrio entre esas variables, de modo que el valor del dinero se mantenga relativamente constante, pero como en otros artículos he escrito sobre liquidez monetaria y el uso de monedas que conserven el valor, además de la libertad absoluta para que exista circulación honesta de las diversas divisas, donde los ciudadanos puedan: transar, depositar, transferir y retirar los montos en los tipos de divisa que estimen más conveniente, con una banca: eficiente, honesta y con reglas estables, orientaré el resto del artículo hacia la producción nacional, en un área tan básica e importante, como es la producción de alimentos, mediante la redistribución y el uso adecuado de la tierra como factor de producción no relacionado con la minería.

Para mejorar el nivel de vida, evitar emigraciones no deseables y conservar el capital humano, se debe considerar que debido a que las familias abandonaron masivamente las zonas rurales desde hace varias décadas en muchos países, para dirigirse a vivir en las ciudades, creando: dependencia del Estado, congestionamiento, desempleo, pobreza, hambre, delincuencia, indigencia, violencia, alta densidad demográfica, hacinamiento, contaminación ambiental, colapso de servicios públicos y emulando campos de concentración, una buena medida que deben considerar gobiernos, sectores privados y organizaciones no gubernamentales, sería diseñar e implantar proyectos a corto plazo, que promuevan y faciliten la migración inversa desde las ciudades hacia los campos, ofreciendo: orientación, capacitación, financiamiento, seguridad, acompañamiento, infraestructuras y todos los demás requerimientos, para las familias que quieran y puedan instalarse en granjas integrales autosustentables, haciendo uso de nuevas tecnologías tales como son: Internet, energías renovables (solar, eólica e hidráulica), teletrabajo, teleducación, telemedicina, etc.

La redistribución de la población, haciendo buen uso de grandes áreas rurales fértiles, estables, irrigables, disponibles y con capacidad productiva pero deshabitadas y ociosas, produce beneficios dentro de los cuales están: eliminación de dependencia de subsidios gubernamentales lo que ayuda a contraer la liquidez generadora de inflación, descongestión de las grandes urbes, aislamiento social deseable, incremento del PIB, es amigable con la ecología, produce excedentes de alimentos, crea nuevas fuentes de trabajo, conduce al crecimiento del salario real, disminuye índices de violencia y criminalidad, minimiza dependencia alimentaria del exterior, permite disminuir la emigración o recibir a los migrantes nacionales rechazados en otras regiones y con estos logros, se proporciona una alternativa para mejorar el nivel de vida tanto para los habitantes urbanos, como para quienes opten por vivir, trabajar, invertir y disfrutar de la naturaleza, para producir alimentos y otros bienes o servicios, que les aporten ingresos siendo libres, útiles, independientes y productivos, manteniendo la unidad familiar en granjas integrales autosustentables.

Puesto que la experiencia demuestra que nadie aprecia y cuida lo que recibe regalado,

para que estos proyectos sean exitosos es necesario considerar que tierras, implementos, herramientas, semillas e insumos de producción no deben ser gratis, sino que deben ser financiados por la banca y por los propios beneficiarios, para que los grupos familiares tengan que producir y así paguen con su trabajo y producción la propiedad de los activos reales que adquieren y que luego podrán vender o traspasar a sus herederos.

Por otra parte, quienes deseen participar en estos planes deben demostrar su: disponibilidad, interés y capacidad para recibir entrenamiento técnico y profesional adecuado, que les permita poner en práctica lo aprendido, pero además estas experiencias pueden replicarse para mejorar la situación de todos aquellos: campesinos, granjeros y agroproductores que como héroes anónimos ya están produciendo, quizás en condiciones adversas o precarias.

Mediante este cambio de paradigma productivo se generará una importante cantidad de empleos e inversiones, que surgirán de la preparación, implantación, uso y mantenimiento de tecnologías, infraestructuras, construcciones e instalaciones rurales que serán productivas, de una manera diferente a algunos planes actuales, que aunque son bien intencionados como es criar animales en apartamentos o plantar en patios y balcones, no son la manera más saludable, deseable, segura, eficiente, productiva ni sostenible.

En el caso de Venezuela, desde 1830 muchos gobernantes con visión de estadistas se han preocupado por la producción agropecuaria, como fue el general José Antonio Páez, quien promovió la migración de alemanes para fundar la Colonia Tovar en 1843, que aún hoy sigue produciendo frutas, hortalizas, legumbres, salsas, dulces, panes, carnes y embutidos, lo que demuestra que una inmigración selecta de productores agropecuarios o de inversores foráneos también sería beneficiosa.

En el caso de Estados Unidos, Mr. Bill Gates como buen visionario de lo que le espera al mundo en el futuro cercano, ha adquirido 242.000 hectáreas de las mejores tierras fértiles en 18 estados y es probable que tenga en mente la instalación de comunidades agrícolas en esa nación, como las que he propuesto.