¿Quieres perder peso y eliminar grasa? El secreto está guardado en el ADN, donde se dan las órdenes para activar y desactivar la fábrica que mantiene la vida y proporciona energía.
A todos nos gusta mantener una figura y un peso adecuados. Un porcentaje de grasa corporal entre 12% y 18% sería ideal, tanto para hombres como mujeres, para vernos esbeltos.
En su evolución, el ser humano aprendió a cazar y usó el fuego para vivir en comunidad. Para ello, despertaba muy temprano y caminaba muchos kilómetros, sin tomar alimentos en la mañana. Hoy, comemos todo el día, sin gastar adecuadamente la energía ingerida. Y como la energía ni se crea ni se destruye, el exceso se acumula en forma de grasa en el cuerpo.
Se ha sobrestimado el desayuno en las primeras horas. La célula es como una fábrica: a primera hora llegan los trabajadores y organizan el trabajo del día, para lo cual deben ir encendiendo las máquinas. La célula es igual: debe despertarse bien y activarse para comenzar la labor.
El sistema se activa en las primeras horas, pero entre las 11::00 am y las 3:00 pm es el mejor tiempo para ingresar alimentos y aprovechar esa ventana metabólica. El modelo de “dieta Montel” establece dos comidas pequeñas, en vez de una sola grande al mediodía (dividirla en dos medias raciones). Al levantarnos, tomaremos un activador del metabolismo, como té (verde o blanco) o zumos de vegetales. Así esperaremos a que el ángel del hambre se active a las 11:00 am, para comer media ración de almuerzo, y la otra a las 2:00 pm.
Así estaremos listos para realizar ejercicios entre las 5:00 pm y las 7:00 pm. Pero tomaremos previamente un batido de proteínas. A las 9:00 pm, como muy tarde, será nuestra última comida. Tiene que ser semiblanda, como cremas, purés o sopas, con una porción pequeña de proteína (pescado o pechuga de pollo).
Dieta Montel 11-2-9
1-Hidratación en la mañana y seudodesayuno hasta las 11:00 am.
2-Segunda comida entre las 2:00 pm y las 3:00 pm.
3-Batido de proteína a las 5:00 pm, antes del ejercicio físico.
4-Cena semiblanda, con apoyo de proteína (150 gramos aproximadamente).
Como en toda fábrica, el producto final dependerá de la calidad de la materia prima. Debemos ingerir granos, semillas, arroz integral, avena, aceites vegetales sin refinar y sin freír, frutos secos (sésamo, piñones, almendras, nueces), arándanos, uvas pasas, bacalao, merluza, salmón, filete de pechuga de pollo, yogurt, tortilla de tres claras y una yema, verduras, futas y abundante agua (de 2,5 a 3 litros al día).
Y a la vez, restringir otros: azúcar blanca, harinas blancas, fritos, carne roja, leche natural (solo fermentados), productos con conservantes estabilizadores y colorantes y las grasas de origen animal (o vegetal, saturadas). Recuerda siempre consultar un médico antes de cambiar radicalmente tus rutinas alimentarias.