Lo considero un grave error, me refiero al supuesto levantamiento de sanciones en contra de Venezuela basados en lo que se obtenga de las negociaciones que se adelanten en México con el fin de permitir las operaciones de empresas petroleras en suelo venezolano.
Es un error estratégico de grandes dimensiones, lo es el simple hecho de mencionarlo como posibilidad, genera un ruido inmenso a favor de la impunidad, no creo que haya uno de los venezolanos comprometidos con la libertad que favorezca un acuerdo que conlleve al reconocimiento de Maduro; estamos conscientes que se trata de un régimen criminal que no tiene forma de ser potable ante los estándares mundiales y como tal debe ser tratado, manteniendo las sanciones que hasta ahora han logrado limitarle el movimiento.
Pero es que, además, pretenden sentar a la oposición venezolana con Maduro, como si fuese una opción deseable en la opinión pública venezolana, aun no entienden que lo que se conoce como oposición hoy día no es más que un reducido grupo de políticos caídos en desgracia, totalmente desacreditados en las encuestas, ilegitimados, una reciente encuesta de Meganalisis para todo el territorio venezolano muestra que 74% de los consultados opina que la oposición trabaja para Maduro.
Intento buscar una justificación para negociar con Maduro y no la encuentro, el menor de los delitos de Maduro es haber malversado 300.000 millones de dólares en la última década en Venezuela, por cierto, denuncia cursada por Héctor Navarro y Jorge Giordani, alguna vez aliados del líder chavista, ellos han solicitado una investigación penal para rastrear el destino del dinero.
Así que mientras Maduro saqueaba ese dinero, miles de venezolanos morían en sus casas por falta de medicinas y hospitales. Incluso no tuvieron ayer ni tienen hoy manera de dar sepultura a sus seres queridos. ¿No me cree?, léalo usted mismo en publicaciones en Twitter gente solicitando ayuda para cubrir gastos funerarios. De eso se trata el régimen de Maduro. De robar, saquear sin importarle lo que pasa con su pueblo.
Lo de Maduro se trata de un gobierno forajido que no conforme con robar todo el erario público venezolano, incluyendo expropiaciones de miles de empresas productivas, también ha resultado en violador sistemático de derechos humanos, al punto que está acusado de participar en más de 2.000 crímenes documentados por los que se le está acusando ante la Corte Penal Internacional.
Hay que ser bien caradura para presentarse ante semejante criminal a negociar, por eso la pregunta es pertinente, ¿como comprarle petróleo a Maduro sin convertirse en cómplice de sus delitos?
Para algunos países suena prometedor y tentador cubrir la porción de petróleo ruso con el petróleo de Venezuela, lamentablemente hacerlo implica negar el hecho que están haciendo negocio con un gobierno acusado de estos terribles crímenes a los que hemos hecho referencia: robo, saqueo, torturas, asesinatos, desapariciones forzosas.
Se trata de más de 2.000 denuncias de violación de derechos humanos documentados por organismos internacionales, es el caso de la Misión de Determinación de los Hechos, la Alta Comisionada de los derechos humanos de la ONU, la fiscalía general de la República en la figura de la exfiscal Luisa Ortega Diaz y diferentes agencias de derechos humanos, que han denunciado al régimen de Maduro para ser investigado en instancias como la Corte Penal Internacional.
Es cierto que los países occidentales tienen un desabastecimiento provocado por las sanciones que se ha impuesto a la industria petrolera rusa, en respuesta al genocidio contra el pueblo ucraniano por parte del ejército de Putin, en consecuencia, estamos presenciando conatos de incremento de los precios de los combustibles, que impactará en la política interna de estos países.
Es razonable comprender que la necesidad de estos países de suplir las cuotas de petróleo de su mercado de hidrocarburos los lleve a tomar medidas desesperadas, de eso se trata el plan de sentar a Maduro con la supuesta oposición en México.
Así que lo que estamos observando es un intento por levantar las sanciones a Maduro a cambio de recibir flujo de petróleo desde Venezuela. De eso se trata la carta enviada al presidente Biden por 25 personajes de la elite empresarial y académica ligada a la oposición venezolana solicitándole alivio de las sanciones, en términos básicos significa crear un puente desde Venezuela para abogar por levantar el cerco a la industria petrolera venezolana de modo que facilite la adopción de alguna medida ejecutiva en esa dirección en Estados Unidos. Sin duda hará un terrible daño al blindaje del sistema de sanciones que sujeta a Maduro, y esto afectará nuestras ya precarias posibilidades de alcanzar un cambio en Venezuela por vía pacífica. Maduro no sobrevivirá a las sanciones si somos persistentes y las hacemos más robustas, pero si las debilitamos, será el efecto contrario, soltaran a una bestia capaz de devorar todo lo que encuentre.
Pienso que la solución para Estados Unidos al problema de suministro petrolero está en aumentar su propia producción petrolera, comprar más petróleo al Golfo Arábico, Noruega, Irak, Libia, pero es fundamental no comprar petróleo a Maduro mejor aún, incrementarle las sanciones.
Una negociación con Maduro está cargada de problemas, empezando por que es un actor internacional posicionado a favor de Putin, su industria petrolera esta hipotecada por deudas con Rusia, los beneficios de la compra de petróleo venezolana tendrían como destino las arcas del tesoro ruso y chino, así que si lo que buscan es bloquear y sancionar a Putin, el negocio con Maduro es inútil ya que es una oficina trasera del Kremlin en latinoamericana.
Negociar con Maduro genera un costo terrible a nivel de daño de la reputación, dado el altísimo nivel de suciedad que tiene su imagen, no duden que todo el que le acerque obtendrá la misma carga de barro.
El hecho que el régimen de Maduro pueda recibir un tratamiento político tiene una lógica en el marco del funcionamiento institucional de los organismos mundiales, pero que no debe ser distinto a Corea del Norte.
Cuando Noruega convoca en México a una mesa de negociación entre la oposición y el régimen de Maduro, se trata de querer lograr acuerdos entre partes bastante desiguales. Los venezolanos hemos visto reiteradamente como el régimen de Maduro se burla boicoteando cada intento de negociación, así que de entrada está perdido el objetivo de hacer sentir que es algo útil para la población. Aunque quizás un cambio de enfoque pudiera hacernos representados, yo propongo que incorporen un camino a la justicia para las víctimas de los miles de crímenes del régimen, quizás así pudiera tener sentido una negociación con maduro.
El régimen de Maduro está acusado de crímenes de lesa humanidad, así que toda la atención de la opinión pública esta centrada en este asunto, el tema electoral es una distracción, nadie cree que esto importe en este momento, en todo caso la mesa de negociación debe incorporar el elemento de derechos humanos, y fundamentalmente una vía para el resarcimiento punitivo y pecuniario de los afectados.
Se han hecho público los miles de reportes que soportan las investigaciones, hay actores dentro del gabinete de Maduro que están siendo señalados como parte de la cadena de mando responsable de esos crímenes, así que la negociación debe enfocarse en generar condiciones para que Venezuela adopte un nuevo sistema judicial, que incluya desde una renovación de las jefaturas de la fiscalía, defensoría del pueblo, así como del Tribunal Supremo de Justicia y de todo el entramado judicial con el fin de lograr procesar los miles de expedientes represados, a la final un nuevo sistema judicial es la garantía para los procesos electorales que tanto buscan los actores políticos.
Parece que nos olvidamos de quien se trata cuando nos referimos del régimen de Maduro, son los mismos sujetos responsables de la muerte de por lo menos 129 manifestantes desarmados que acudieron a las manifestaciones del año 2017, también los responsables de la muerte de otros 39 manifestantes de las protestas del 2019 descarga listado.
Ninguno de estos crímenes ha tenido una resolución en el sistema judicial venezolano, la mayoría de las víctimas son estudiantes cuyas edades oscilan entre los 15 y 40 años. Fueron asesinados por presuntos funcionarios del régimen de Maduro y por colectivos. Camilo Egaña se refiere en estos términos: Los colectivos de Maduro son la reencarnación de los Tonton Macoute de Duvalier, los Camisas Negras de Hitler, los Camisas Azules de Mussolini.
El régimen de Maduro está señalado de estar incurso en más de 7.000 casos de ejecuciones extrajudiciales según reporte de la organización Human Rights Watch. Del mismo tenor es la acusación de la Alta Comisionada Michelle Bachelet quien señala acusa al régimen de Maduro de más de 5.000 desapariciones forzadas, dice su informe, que existe una «sorprendentemente elevada» proporción de «presuntas ejecuciones extrajudiciales cometidas por las fuerzas de seguridad, en particular por las Fuerzas Especiales, en el contexto de las operaciones policiales». Revela que “en el 2018 el régimen de Maduro registró 5.287 muertes, supuestamente por «resistencia a la autoridad», mientras que sólo entre el 1° de enero y el 19 de mayo de este año 1.569 personas fueron asesinadas”.
El lenguaje del informe describe los crímenes de Maduro como “ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias, en la mayoría de los casos, se sometió a las mujeres y los hombres detenidos a una o más formas de tortura o trato o pena cruel, inhumana o degradante, como la aplicación de corriente eléctrica, asfixia con bolsas de plástico, simulacros de ahogamiento, palizas, violencias sexuales, privación de agua y comida, posturas forzadas y exposición a temperaturas extremas.”
Si no parece suficiente el contenido de estos documentos y las cifras aportadas por estos organismos, ahora agregamos los reportes de la Misión Internacional Independiente de determinación de los hechos sobre la República Bolivariana de Venezuela denunciando a funcionarios del régimen de estar involucrados en más de 243 casos de desaparecidos y asesinatos.
Como parte de la evidencia de la Misión se encuentra la narración de los sucesos acontecidos durante el ajusticiamiento de Oscar Pérez y su grupo, “el 15 de enero de 2018, Óscar Pérez anunció a través de su cuenta de Instagram que estaba siendo atacado en el barrio Junquito, al oeste de Caracas. El Sr. Pérez twitteó mensajes y un vídeo en el que declaraba que se había rendido, pero que las fuerzas de seguridad continuaban el ataque armado. Según el informe del Gobierno, tras el enfrentamiento entre el Sr. Pérez y la brigada mixta de seguridad enviada para detenerlo, la casa donde se refugiaba el Sr. Pérez fue volada con un misil RPG-7. Al menos nueve personas murieron. El presidente Maduro hizo una declaración el mismo día felicitando a las fuerzas armadas que detuvieron la “amenaza terrorista”.
Negociar y comprar petróleo a Maduro es fortalecer su régimen de terror.
Son miles los casos documentados que hoy están siendo analizados e investigados por organismos internacionales que involucran a las cadenas de mando con Maduro a la cabeza, ante esta evidencia es prácticamente inviable siquiera pensar en un acuerdo comercial con Maduro para comprarle petróleo, todo lo que ellos ofrecen este manchado de sangre, son miles las víctimas caídas bajo sus procedimientos de seguridad, se trata de un régimen forajido. Además, Maduro mantiene en sus cárceles a 240 presos políticos, quienes están expuestos a torturas indescriptibles. Es un error negociar con Maduro y peor comprarle petróleo, lo contrario, ayuden a liberar a Venezuela, para de ese modo poder vender un petróleo limpio de crímenes.
Finalmente, me despido querido lectores deseándoles libertad, nos leemos en una próxima entrega en El Nacional.
@estebanoria