La Corte Penal Internacional ha cumplido con todos los criterios para que se inicie la investigación en Venezuela por crímenes de lesa humanidad. La reciente declaración de la fiscal Fatou Bensouda viene a reafirmar lo dicho por ella el año pasado cuando afirmó que existen razones para creer que en el país se cometieron crímenes de lesa humanidad. Pudiéramos estar en presencia de la posibilidad del impulso definitivo para la firma del informe preliminar. Como bien sabemos, el expediente se encuentra en la fase 3 por los obstáculos que la fiscal de la CPI colocó y ahora pareciera que quiere enmendar la plana.
El regocijo de los militares de alto rango, jefes de los componentes militares y jefes de los cuerpos de seguridad del Estado al terminar la faena de represión sin límites e infligir tratos crueles e inhumanos y degradantes con encarcelamiento y torturas a los ciudadanos que participaron en las manifestaciones durante los años 2014 y 2017 está llegando a su fin. Subestimaron la perseverancia, el coraje y valentía de las víctimas en la búsqueda de justicia internacional por que el Estado siempre se las negó.
El Estado nunca se imaginó que Fatou Bensouda, antes dejar el cargo, daría tan contundentes declaraciones. Este giro que ha dado la fiscal ha puesto al Estado muy nervioso y hace esfuerzos desesperados en retardar la firma del informe preliminar. Pero olvida que el nuevo fiscal, el abogado penalista internacional Karim Khan, que pronto asumirá el cargo, recibirá de manos de Bensouda el informe de gestión en el que estará reflejado el caso de Venezuela y, si es coherente con sus declaraciones, las víctimas de violación sistemática de derechos humanos y crímenes de lesa humanidad por parte del Estado pudieran estar dando un paso histórico en ese camino lento por obtener justicia internacional.
Hago un llamado tanto a familiares, víctimas y hermanos activistas por los derechos humanos a mantenernos firmes al lado de las víctimas, que si no es la fiscal saliente será el nuevo fiscal Karim Khan, porque los crímenes de lesa humanidad y las violaciones graves de derechos humanos no prescriben.