COLUMNISTA

Ya no soy el único indignado, Rafael Poleo ¡también!

por Carlos Ojeda Carlos Ojeda

Indignado: manera elegante de decir arrecho.

Tenía el compromiso moral y personal de asistir al evento programado este miércoles 26 de octubre en el Centro Cultural Chacao, donde la ingeniero Blanca de Benaim presentaría al orador de orden Carlos Canache Mata, en la actividad programada y desarrollada desde el Comité Ejecutivo Nacional de Acción Democrática en resistencia. Ese hombre sí camina – 100 años. El motivo era exaltar el aporte del presidente Carlos Andrés Pérez, durante su gestión gubernamental y vida política.

Más de veinte años de vivir en una economía decadente, donde los profesionales honestos dejamos de prestar servicios al sector público y privado, hicieron mella en el exitoso perfil económico que se me vislumbraba -como dueño de una empresa de servicios- para vivir, una vejez tranquila y prometedora. No fue así. En este país todos somos pobres.

Dos vehículos aún me acompañan. Una camioneta Ford-Ranger (un presente de mi hermano menor, hoy en República Dominicana) y un Sedan modelo 2007, que me vendió mi sobrina Paola Andrea en condiciones favorables. Ambos tienen 15 años. Son viejos. Esa falta de mantenimiento por las condiciones económicas que vive cada venezolano no me permitió cumplir con el compromiso. Aún no he llegado a mi tierra, por estar accidentado. Entiendan mi arrechera.

Solo, en este hotel de carretera, me dediqué a leer en mi obsoleto teléfono uno de esos libros, que amablemente me envía a diario Miguel Henrique Otero. El poder de las historias, de Martin Puchner, en el que el autor nos enriquece con su personal percepción de la historia cultural.

No muy concentrado en la lectura por las tantas vicisitudes vividas – en una de esas pausas de lectura- revise el Twitter. Les comento: me regreso la energía y la esperanza. Recordé a mi padre y tanto hombre decente que contribuyó con dignidad a formar un país que tuviese como norte el ser una gran nación.

Me voy a explicar, para que me entiendan:

Don Rafael Poleo, hoy –aparentemente- dejó atrás la discreción política. Y eso logró que me sintiese mucho mejor.  Frases publicadas como.: …”No he cambiado. Estoy en la misma posición, enamorado solo de una república decente. Quienes cambian son los demás”… “Ya no es posible callar que: 1) Sin candidato de unidad la oposición no podrá ganar elecciones, y la unidad no se logra porque todos quieren serlo. 2) Guaidó ha gobernado para beneficio de su partido. 3) Monómeros fue pillada y se perdió bajo responsabilidad del Gobierno Interino…” “No es tapando latrocinios como se crea una república decente y eficaz. Sobre todo cuando estas actividades se vuelven prioritarias y desaniman a los factores de poder determinantes empujándolos hacia otras soluciones…» “El liderazgo opositor venezolano en su conjunto ha convencido a los factores determinantes de que es incapaz de actuar con responsabilidad política y moral. No es interlocutor válido. Como la crisis energética aprieta, Washington se plantea la alternativa. ¿Debemos ocultarlo?”… “Estados Unidos se va desentendiendo de un gobierno interino, anticipadamente corrompido y de una oposición atascada en la adolescencia eterna de sus líderes, y resuelve su problema venezolano, directamente con Maduro, que si sabe dónde está parado.”…

Don Rafael tiene una asertividad única y hasta envidiable. Y entre tantos y tan claros mensajes producto de su exaltación ante la realidad, también sueña y espera la solución criolla y mágica. ¿Cual? Simple. Que entre tanta decepción y miseria colectiva, el país se dé la oportunidad de volver al sistema democrático, con el único partido que durante años ha intentado volver a ser el partido de base que siempre fue.

Se busca héroe que entregue la vida por la democracia. Abstenerse corruptos y aventureros.

 

 

 

 

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