COLUMNISTA

Vladimir, el padrino. Pdvsa, Camimpeg

por Carlos Ramírez López Carlos Ramírez López

En una prisión de la Dirección General de Inteligencia Militar (DGCIM) recluyeron a Nelson Martínez, quien se desempeñara como ministro de petróleo y como presidente de Pdvsa. Estuvo preso desde el 30 de noviembre de 2017 hasta que en estertores de muerte lo llevaron al hospital militar donde finalmente expiró el 12 de diciembre de 2018. Estaba gravemente enfermo y le negaron asistencia médica hasta el último momento cuando ya era evidente su crisis final. La causa declarada de la detención fue el haber firmado un contrato de refinanciamiento de la deuda de Citgo (filial de Pdvsa) sin autorización de Maduro, como así lo explicó el fiscal del régimen en rueda de prensa donde descaradamente reveló que fue él quien decretó esa y otras privaciones de libertad referentes al caso, esto a pesar de que tales medidas son de la exclusiva potestad de los jueces.

Así que este alto funcionario del régimen fue hecho preso por una orden dictada por quien no tiene la autoridad, se le recluyó en una instalación militar privado de derecho a la defensa, así como también de necesaria atención médica todo lo cual configura varios delitos graves. Fue víctima de las tramas propias de las pandillas gansteriles que en este caso dominan intereses de una élite militar corrupta a cuya cabeza está el ministro Vladimir Padrino López.

El otro contrato que firmó estando preso

En la Corte del Distrito Sur de Florida, Miami, cursa un proceso judicial muy comentado conocido como “US Pdvsa Litigation Trust” donde esa firma que es de naturaleza privada demandó a 42 empresas de varias partes del mundo para que devuelvan los dineros que acusan robados a Pdvsa durante 14 años de gestión, pero esa devolución no se pide para la petrolera venezolana, sino para esa firma privada porque se la cedió este Nelson Martínez en su condición de presidente de Pdvsa y de ministro de petróleo. Se trata de una suma calculada por los demandantes en 10.000 millones de dólares, y en ninguna parte aparece que Nelson Martínez hubiera estado autorizado para hacer ese regalo, que tratándose de bienes nacionales requiere la aprobación del Parlamento lo cual no existe, simplemente es un robo.

Mataron al camarada

Lo extraño de la historia anterior es que Nelson Martínez no fue reclamado por esa donación, indiferencia total del gobierno ante ese escandaloso hecho, el fiscal ni se inmutó, no acusó a nadie. Tal actitud evidencia que fue ordenado por Maduro, conclusión que de hecho se confirmó cuando fueron con un notario al calabozo donde lo tenían preso para que firmara un documento ratificando haber sido él quien hizo tal cesión y luego lo consignaron en el expediente de la corte de Miami –donde pude sacarle una copia– pero nunca cuestionaron ese delictivo regalo, no alegaron ante el juez que esa era una operación ilícita ni plantearon su anulación, obvio entonces que fue un “autorregalo” que para que quedara bajo el silencio de un sepulcro le negaron atención médica al moribundo camarada Nelson Martínez.

El otro camarada en peligro

Pero esa necesidad del silencio de los testigos del crimen ahora también apunta al otro camarada que hicieron preso junto a Martínez; se trata de Eulogio del Pino, quien también ocupó el cargo de ministro del petróleo y también ejecutor de contratos ilícitos “por órdenes superiores” y de quien luego solo se sabe por un video que hizo público casi llorando donde pide a Maduro que se le permita el derecho a la defensa.

Prácticamente Pdvsa ya no existe

No es solo que cada día revientan unos tanques, o se incendian barcos, o estallan refinerías, o que se le ejecuta embargos, es que la producción de petróleo decae sin parar. Es que también a nuestra industria petrolera le ahoga una inmensa e impagable deuda. El increíble desmadre de la corrupción la tiene hecha girones. Es tanto que para muchos estamos ante un desastre que ocurre a propósito, con intencionalidad, y esto tiene fundamento si lo analizamos entre otros, bajo el hecho de la fraudulenta creación de una empresa sustituta, una de naturaleza civil, de derecho privado, pero manejada por la élite militar del régimen bajo la directriz de la dictadura cubana con lo que el negocio petrolero pasa a ser directamente manejado por ella o bajo su fuerte influencia e injerencia.

Crearon una empresa privada para sustituir a Pdvsa

Por decreto 2231 de Nicolás Maduro del 10 de febrero de 2016, publicado en Gaceta Oficial 40845 se creó la empresa de derecho privado denominada Compañía Anónima Militar de Industrias Mineras, Petrolíferas y de Gas (Camimpeg) entre cuyas funciones está todo cuanto corresponde a Pdvsa. Su directiva que es de cinco miembros es de libre nombramiento y remoción del ministro de la Defensa.

En el desarrollo de esta trama también fue creada una firma alterna en Inglaterra denominada Southern Procurement Services LTD que está en la mira de las autoridades norteamericanas, y a la cual Pdvsa ha cedido bienes e instalaciones mediante contratos firmados bajo la figura legal de “comodato” que es un préstamo de uso sin costo alguno, gratuito.

Desde el momento de su creación estas Camimpeg y Southern Procurement Services han estado activando negocios que corresponden a Pdvsa obteniendo grandes cantidades de dinero que no van a las finanzas públicas.

Padrino López, el zar petrolero

Es evidente que en la repartición del botín, a Vladimir Padrino López le ha tocado el área de la industria del petróleo e hidrocarburos, por ello se le entregó el mando en Camimpeg, que es la plataforma creada para sustituir a Pdvsa. Luego, en el ejercicio de esa actividad, nombró como integrantes de la primera directiva a cuatro generales, una vicealmirante y hasta a un general de la Fuerza Armada de Cuba, Luis Alberto Rodríguez López Callejas, yerno de Raúl Castro, como para que no quedara dudas de la injerencia. Poco tiempo después cambió al presidente de esa empresa por otro de sus generales.

Manuel Quevedo, el nuevo jefe de Pdvsa

El 26 de noviembre de 2017 Maduro nombró al general Manuel Quevedo como presidente de Pdvsa y ministro del petróleo y pocos meses después lo autorizó para hacer lo que quisiera con la empresa, incluso suprimirla, así consta en decreto publicado en Gaceta Oficial 41376 del 12 de abril de 2018. Allí Maduro otorgó “las más amplias facultades de organización, gestión y administración de las empresas de la industria petrolera, en especial Pdvsa…”, y entre las atribuciones del ministro le autorizó: “1. Crear, suprimir o efectuar modificaciones a las empresas del sector público industrial petrolero, incluida Pdvsa y sus empresas filiales…”.

Este ungido por Maduro no viene de la industria petrolera ni nada que se le relacione, se trata de un destacado matarife que estando al frente del Comando Regional 5 de la Guardia Nacional (CORE 5) ensangrentó a Caracas y llenó las cárceles reprimiendo las protestas populares que masivamente se desarrollaron en el año 2014, eventos de los cuales el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social contabilizó 43 personas asesinadas, 973 heridos y 3.306 detenidos. Otros terribles antecedentes de este militar han sido denunciados por el general Carlos Julio Peñaloza, que en otra oportunidad abordaré.

…Por ahora

Han hecho una razzia en todas las estructuras de la industria; destituciones, acusaciones, persecuciones es el ambiente que se vive en ese medio. Tienen apuntado a Rafael Ramírez, pero no se han atrevido a hacerle un ataque masivo; sus razones tendrán para temerle, pero hay mucha gente siguiendo esas actividades, sobre todo la justicia norteamericana, y de allí vendrán sorpresas, lo sé y me consta.