La presión aumenta. Todo gira en torno a las negociaciones que adelantan la oposición y el régimen. Si no me cree solo échele una miradita al escenario político para que se dé cuenta cómo está el ambiente.
1. Estados Unidos puso toda la carne en el asador. Presión más presión. No solo son las sanciones del Departamento del Tesoro, ahora contra Alex Saab y los importadores de los CLAP, sino también aviones espías metiéndole el miedo en los huesos a Nicolás Maduro y su combo.
«Alex Saab colaboró con allegados del círculo interno de Maduro para gestionar una red de corrupción de gran escala que utilizaron sin piedad para explotar a la población hambrienta en Venezuela», divulgó el Departamento del Tesoror en una nota en castellano.
Lo de los aviones espías lo confirman los mismos servicios del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional. El último sobrevuelo fue este sábado, pasando por La Orchila, surcando el espacio aéreo venezolano sin permiso, eso además en medio de unos ejercicios militares que no intimidaron a los gringos.
También hacen lo suyo con Cuba. El presidente Miguel Díaz-Canel denunció esta semana que Estados Unidos actúa con mayor agresividad para impedir la entrada de combustible a la isla.
Nada nuevo bajo el sol. Ya Elliot Abrams, enviado especial de la administración Trump para Venezuela, había avisado que esto pasaría: «Las presiones sobre Cuba aumentaron mucho desde enero y seguirán aumentando, y hemos dejado claro que se debe a sus acciones en Venezuela».
2. En el mundo también se mete presión. Quieren una solución a la crisis venezolana, sobre todo porque la migración es cada vez mayor y genera un sinfín de problemas. Esos más de cuatro millones de venezolanos dando vueltas por ahí no son cualquier cosa.
La medida más reciente y de considerable impacto es el cambio de estatuto migratorio para los venezolanos en Ecuador, lo que ha generado reacciones por doquier. Las más dramáticas recuerdan los años en que Venezuela recibía a cuanto hijo de vecino se aparecía y abogan porque suceda lo mismo en el continente.
El caso es que a partir del 25 de agosto se comenzará a pedir una fulana visa humanitaria, y a pesar de todas las facilidades que anuncia el gobierno de Lenín Moreno no deja de ser un trámite engorroso y una incomodidad.
Además de Ecuador, a los venezolanos en Latinoamérica se les pide permiso de ingreso en Perú, Chile, Panamá, República Dominicana, Guatemala y Cuba.
3. La Unión Europea tampoco se ha quedado de brazos cruzados y, mientras apoya las conversaciones en Barbados, deja claro que la puerta está entreabierta para más sanciones si no hay una pronta solución.
Hace pocos días el canciller ruso Serguéi Lavrov, de visita por América Latina, admitió que tuvo acercamientos con Juan Guaidó y dijo que confía en las negociaciones que se llevan con la mediación de Noruega.
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, también hizo lo suyo al solicitarle al gobierno de China su apoyo para solucionar la crisis venezolana, tras reunirse en el palacio de La Moneda con el canciller Wang Yi.
4. Del lado del chavismo de igual manera se muestran los dientes. Allí están, por ejemplo, la reciente reunión del Movimiento de los No Alineados en Margarita y la realización del XXV Foro de São Paulo en Caracas.
«Felicito la extraordinaria movilización del pueblo venezolano, junto a nuestros hermanos del mundo, quienes salieron a las calles de Caracas con alegría, amor y entusiasmo, a saludar el XXV Foro de São Paulo, y a alzar su voz por la paz y la unión de los pueblos», dijo Maduro a través de Twitter. Aunque hayan sido cuatro gatos la idea es hacer ver que su régimen tiene el apoyo de los empobrecidos, de los que menos tienen, de la intelectualidad de izquierda, que con algo cuentan, a pesar de todo.
5. La oposición radical también presiona. La aprobación del ingreso de Venezuela al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca por parte de la Asamblea Nacional, fue una muestra de ello.
«No se debe dejar espacio en donde el chavismo pueda agarrar aire, hay que atacarlo en todos los frentes», explicaron fuentes cercanas a los partidos de la fracción 16J, que lideran Vente Venezuela y Alianza Bravo Pueblo.
Y aunque están abiertamente en contra de las negociaciones en Barbados dejan correr, sabedores de que el fin último, la salida de Maduro, solo se logrará en unidad: «María Corina está molesta con Guaidó, pero da el beneficio de la duda al proceso. Si al final no se consigue nada le darán la razón a ella de nuevo».
Parte de la misma presión es la gira que hace por Brasil el diputado Omar González Moreno, lo que lo ha llevado a reunirse con el canciller Ernesto Araújo y asesores del presidente Jair Bolsonaro.
6. La semana pinta dura. La oposición y el régimen continúan sentados en la mesa de negociaciones y si siguen los desacuerdos, sobre todo por aquello de que Maduro no sea candidato, en el horizonte aparecerán nuevas cosas. No habrá tranquilidad. Hay muchos intereses y mucha gente mirando, por lo que es obligado encontrar una salida, aunque no dé satisfacción a todo el mundo.
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