Cuando se habla de la familia, se puede considerar a esta como el grupo de personas más importante para el individuo en la sociedad, pues dentro de un mismo techo comparten experiencias que sientan las bases para el ciudadano en todos los sentidos, tanto en lo referido al sustento de sus necesidades primordiales como ser humano, su formación o educación, el establecimiento de metas para el futuro y la consolidación de valores, que le permitan ser una mejor persona.
La importancia de la familia va más allá del apoyo mutuo en las dificultades, pues cada uno de sus integrantes tiene el deber de cumplir con sus responsabilidades, según el rol que le toca ejercer. En este sentido, el grupo familiar debe procurar el bienestar de sus miembros, así como orientar las vías para encaminarlos hacia su superación. Esto es una labor bien comprometida considerando las demandas del mundo de hoy, especialmente cuando los padres trabajan, lo cual exige mayor compenetración, colaboración y la necesidad de dar prioridad, administrar bien el tiempo y la rutina cotidiana.
En este sentido, hay muchos factores que pueden ayudar para que tanto adultos como jóvenes y niños logren contar con mayor entendimiento mutuo dentro del grupo familiar, entre ellos, la comunicación acertada que demuestren sus miembros, el apoyo recíproco, el respeto entre todos, manifestaciones de solidaridad, compartir las preocupaciones, los éxitos y los fracasos, por mencionar algunos.
Del mismo modo, será muy útil expresar las emociones y sentimientos, tomar en cuenta las necesidades de los parientes, establecer metas comunes, mantener el diálogo, la convivencia armónica y generar las condiciones para contar con un ambiente positivo que beneficie la unión. Asimismo, se recomienda brindar valor y reconocimiento a la dedicación que cada integrante otorga a sus responsabilidades, tanto en el cumplimento de su rol dentro del grupo familiar, como en sus estudios o trabajo.
No se puede olvidar que la relación favorable que demuestre el grupo familiar permite consolidar las bases necesarias para la superación de sus integrantes, basada en los valores adecuados como individuo, que a su vez benefician a la sociedad. De allí la importancia de fomentar la armonía, compartir metas comunes, contar con el apoyo de sus integrantes, lo cual permitirá mantener la unión a pesar de las diferencias y las dificultades que la convivencia diaria puede generar, siempre con el fin de lograr que sean mejores padres y mejores hijos, es decir, mejores seres humanos.