COLUMNISTA

La vagancia de Nicolás

por Omar Ávila Omar Ávila

Se cumplen 6 años de haber llegado a la presidencia Nicolás. Vamos rumbo a que se cumplan 2 años de que se instalara la asamblea nacional constituyente chimba, ya ha pasado casi un año del 20-M, y Maduro sigue en Miraflores, y con él a la cabeza,la destrucción del país continúa a pasos de vencedores.

En un país que atraviesa la mayor crisis económica de la historia de toda la región, Nicolás continúa decretando días libres, por ello es urgente lograr el cambio de gobierno, ya que con Maduro nunca habrá alguna oportunidad de recuperación, solo de vagancia, deterioro, miseria y más pérdidas para un país que necesita y pide a gritos producción, trabajo y esfuerzo para salir adelante.

En este “paraíso” madurista, en el que tuvimos el Carnaval más largo de la historia, donde en el mes de marzo solo se laboró 11 días y que al pasar este nuevo asueto decretado por el vago mayor, de no ocurrir otro “imponderable” en lo que resta de este mes, se habrá trabajado en la administración pública apenas 26 días en los últimos 2 meses (ojo, eso sin sacar las horas reales de trabajo), pues después de los recientes apagones se venía trabajando en un horario especial en los entes públicos, sumado a las fallas de Internet, las caídas de las plataformas bancarias y un largo etcétera, producto de esta debacle llamada «socialismo del siglo XXI”. 

Desde Unidad Visión Venezuela nos preguntamos: ¿cómo hacen las escasas empresas y comercios que quedan en el país, para mantenerse sin producir?, pues deben igual cumplir con el pago de sus empleados. Además, ¿cuántas horas de clases perdidas llevan nuestros niños? –aparte de los apagones– por no haber desayunado, por no poder pagar el transporte, por tener que acompañar a la madre en una cola, porque la profesora no llegó, porque no tiene ropa limpia, porque en la escuela no hay agua y obviamente en deplorables condiciones no puede operar. Un país que no se educa indudablemente no puede progresar.

Por ello, entre otras cosas, es imposible no estar de acuerdo con la entrada de la ayuda humanitaria. Los que critican la forma en que definitivamente ingresará simplemente es porque no están en la lista de 25% de los venezolanos que la necesitan. Esto de acuerdo con las cifras que acaba de presentar la ONU en su informe. 

Desde Unidad Visión Venezuela estamos claros que son paños de agua tibia que no resolverán el problema de fondo de nuestra Venezuela, que incluye entre otras cosas la falta de libertades individuales y económicas, el Estado de Derecho.

Sin embargo, no importa para cuántos alcance, lo que importa es cuántos venezolanos se van a salvar con esa ayuda, cuántos no van a morir. No puede ser que un pequeño grupo que no tiene la necesidad haga prevalecer su ambición, la cual los llevó a dejar en el camino la compasión, la solidaridad.

En fin, la entrada de la ayuda humanitaria no es cuestión de egos, es que la ayuda llegue a quien la necesite. Esos que no entienden, además, nunca han pasado trabajo; no conocen lo que es tener hambre, no poder acceder a las medicinas por el alto costo y ver morir a familiares y amigos por falta de tratamientos que ya no se consiguen en el país.

Ante esta grave crisis económica, política y social no podemos desperdiciar ninguna oportunidad que se nos presente para terminar de expulsar al peor gobierno que hayamos tenido en la historia de nuestra amada Venezuela.

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