En su constante y activo peregrinaje por diferentes países, Antonio realizó una gira la pasada semana por Suramérica donde una vez más amplió detalles en foros y conferencias sobre el drama que se vive en Venezuela a consecuencia del nefasto régimen que desgobierna a nuestro país. En Colombia tuvo ocasión de conversar con el presidente electo, Iván Duque, a quien felicitó por su resonante victoria.
En recientes declaraciones el nuevo mandatario de la hermana república anunció que “ante el desconocimiento que han hecho varios países de América Latina, entre ellos el gobierno colombiano frente a las elecciones del pasado 20 de mayo en Venezuela que resultaron ser una farsa, nosotros no reconocemos los resultados de ese proceso manipulado, y por lo tanto no enviaremos a un embajador a territorio venezolano”. Se trata de una decisión que complace no solo a los venezolanos, sino a los demócratas de América Latina.
En Ecuador estableció contactos con instituciones y personalidades, sostuvo reuniones con los alcaldes de Quito, Guayaquil y Machala, y fue recibido en sesión extraordinaria por la Asamblea Nacional de Ecuador que preside Elizabeth Cabezas Guerrero, donde puso de relieve la catástrofe humanitaria en Venezuela, y destacó las luchas que el pueblo ha puesto al servicio de la defensa de la democracia.
Resaltó los valores de la esperanza y la fe para continuar adelante, destacando que “los venezolanos no nos vamos a doblegar en el esfuerzo por conseguir la libertad de nuestro país”, y planteó que se deben definir los términos de la salida de Nicolás Maduro del poder cuanto antes, toda vez que constituye el obstáculo entre la miseria y el progreso y entre la violencia y la paz que necesitamos todos los venezolanos.
Ante los parlamentarios, destacó que Maduro usurpa el poder, porque fue declarado en abandono del cargo por la Asamblea Nacional. Es el responsable directo de haber provocado la más terrible crisis económica, social y política en la historia de Venezuela. Se encuentra al margen de la Constitución, la cual viola reiteradamente. El usurpador ha provocado una devastación económica que tiene al pueblo sumido en el hambre y la miseria, fue el causante de la ruptura del orden constitucional y artífice de la violación de los elementales derechos humanos. Maduro tiene ilegitimidad de origen porque se quiere aferrar a la presidencia basado en una farsa electoral.