El castrismo tiene la oposición que necesita. La divide a su antojo, y paraliza con sus narices como límite de visión, servicial vive de obsequios, donaciones y concesiones mimadas, consentidas por la delincuencia chavista, al mismo tiempo, de los dineros derramados por Estados Unidos, que reconoce el interinato y ante quien el oficialismo quiere consolidarse. En ese camino andan, con excepciones; dependientes colaboradores de la crueldad, que actúan sin temor a la justicia, sintiéndose poderosos bajo el cobijo complaciente y encubridor. Alguna dirigencia se prostituyó, vendida se fusionó para cohabitar a placer, sin rubor ni pudor.
Entrañables de pasados abandonados, veteranos del sí, pero depende como. Confundidos en un laberinto tenebroso de opacidad, no toleran la verdad, le tienen alergia, por ello, burlas, traiciones y delaciones contra la ciudadanía. Mienten descarados, con la esperanza de no ser percibidos; les importa un carajo los huidos que buscan decencia en otros países, que Venezuela les niega; y que se jodan los presos políticos del régimen, que vocifera altanero, arrogante, respetar y obedecer los derechos humanos, cuando en realidad, los quebranta e infringe sin consideración.
Una dictadura solicitada y tazada procura continuar, porque sin el conjunto aparatoso de rituales protocolares, los esperan para encarcelarlos. Y una menesterosa oposición sin representación legítima, dispuesta a consentir, aceptar lo que el régimen controla, poder electoral y judicial -sin mencionar, el militar que supone sirve a la Patria, mientras se enriquece por corrupción de altos mandos y sobornos de bajos rangos; eligiendo el apoyo de una exigua minoría, cándida e ingenua para simular un desafío con el mando arbitrario y opresor que los tolera, financia y agradece.
Acudir a votar en una primaria para dar soporte a alguna escasa personalidad honorable de esa oposición, pensando en qué lo debemos hacer por nuestro país, vale decir, por nosotros, aunque solo sea para darle un sustico al régimen, sin importar la circunstancia; e ir a sufragar bajo control del Poder Electoral supervisado, vigilado por el Judicial, ambos fieles obedientes, dóciles al oficialismo, con máquinas que agilizan trampas y sin tarjetas al estilo que llevan al conteo manual, voto a voto, pensando en quienes siguen sepultados y olvidados en cárceles del tirano, agujeros oscuros del aquí mando yo; si no le gusta, cállense y aguanten.
Habrá que acudir a votar pensando en cuál de los aspirantes conserva un mínimo la dignidad de decir la verdad; que no reciba respaldo económico y facilidades del régimen o de corruptos interesados, habrá que ir a votar soñando en la Venezuela honesta y trabajadora, que hoy, atada de manos, espera a quien con valentía, coherencia, confiabilidad y honor a la palabra empeñada, saque de la sepultura dentro de la cual es mantenida; esa que entiende la recuperación es el compromiso de cada ciudadano y no de la conveniencia politiquera, que cambió la vergüenza por el beneficio personal.
Mientras el castrismo madurismo controle y no tenga presión de una fuerza ciudadana legitimada, quienes participen en una “primaria” incondicional, no son candidatos, son tontos útiles.
Votar sin máquinas ni poderes obedientes, soñando una Venezuela de acuerdo al decoro, ética y valores, no oidora de mentiras oficiales y embustes ilegítimos. Por un país que retome, con esfuerzo y compromiso personal, el camino que no es fácil ni llevadero hacia la genuina libertad, auténtica democracia, respeto incondicional a los derechos y cumplimiento de los deberes. La del ciudadano de trabajo, dispuesto a ganarse la vida con esfuerzo propio, no con pertenencia a un partido político ni dependencia a cambio de bonos y salarios ridículos, de tontos. La ciudadanía reta a medirse, lo anhela, pero sin trampas ni engaños, tampoco, complicidad.
Participar sólo si se nos da esa oportunidad a todos, dentro y fuera del territorio, porque tenemos los mismos derechos, deberes, y si aspiramos el regreso a una política internacional basada en democracia, libertad y respetabilidad. Es inconcebible, se niegue el derecho a ejercer ciudadanía.
Los venezolanos sufridos del lenguaje tramposo, discurso embaucador de politiqueros del G4, que sólo persigue aniquilar la voluntad ciudadana de cambio político, no puede permitirse otra vez. Son opositores oficialistas, lo han evidenciado con sus argucias y boberías diplomáticas, demostrando la ausencia de liderazgo por discurso y práctica política. Se han empeñado en lavarle el rostro al oficialismo y sus compinches del Foro de Sao Paulo y Grupo Puebla.
El objetivo de la primaria como está planteada hoy, es la disolución de cualquier vestigio de identidad y disolver el arraigo; ya no necesitan diferenciarse, al parecer, delinquir es atractivo, una forma de declararse aliados, amigos en la estrategia común para destruir la cultura occidental, la democracia y libertad.
¡El enemigo aparenta enormidad, solo cuando se mira encuclillado!
@ArmandoMartini