COLUMNISTA

Transformación digital – Desafíos

por Jesús Morillo Jesús Morillo

La transformación digital es un término que hizo su aparición en Google Trends a partir de 2014. Pero más allá del efecto moda, es también una realidad: el mundo que conocemos está en plena evolución.

Este término designa el proceso que consiste, para una organización, en integrar las tecnologías digitales en el conjunto de sus actividades.

De hecho, las empresas utilizan desde hace mucho tiempo la tecnología de la información y comunicación (TIC), comenzando por el correo electrónico que se volvió de uso cotidiano para los empleados. Pero la transformación digital es un concepto que va mucho más allá, pues impacta el modelo económico de la sociedad y nuestra relación laboral, como por ejemplo el trabajo a distancia utilizando videoconferencia / plataformas colaborativas y el trabajo independiente favorecido por plataformas de enlace (Uberización del trabajo o Gig Economy).

52% de las 500 primeras empresas norteamericanas han desaparecido desde el año 2000. La edad promedio de una empresa era de 67 años en 1927. En nuestros días ese número ha caído a 10 años.

La cuarta revolución industrial (4RI) es diferente de las previas: es exponencial. Cada innovación va más lejos que la precedente. Estamos en una ruptura permanente de tecnologías.

La noción de transformación digital induce a un error. No es la utilización de las tecnologías de moda que transforman la empresa. Vivimos en una sociedad impulsada por el uso de lo digital: viajes, cursos, resultados escolares… todo es manejado en línea. Es una transformación impulsada por nuestros usos. El desafío para las empresas es de adaptarse a este cambio de paradigma.

Impacto en nuestras vidas:

La transformación digital obliga a las empresas a cambiar su manera de trabajar. Ha hecho aparecer nuevos perfiles:

Dentro de este contexto, el sistema piramidal de la empresa deberá imperativamente cambiar. Se deberá pensar en el cliente, pero sobre todo en el trabajador.

De hecho, este último es el creador de valor para la empresa. Hasta ahora, la trayectoria de creación de valor era racionalizada por procesos y esto decapitó la capacidad de los trabajadores de ser creativos y ágiles. Por lo tanto, es por los trabajadores que pasa la transformación digital. En 1970, la duración de vida de una competencia técnica era de 22 años. Ahora es solamente de 2,9 años, según la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico.

El siguiente desafío es la innovación gerencial. Todos se deberán tratar de igual a igual y un gerente deberá saber decir: Yo no sé, aprendamos juntos.

En conclusión, la transformación digital deberá tener las siguientes vertientes:

Cultural. Para aclimatarse a todas estas innovaciones. Se estima que, en 2060, consagraremos 10% de nuestro tiempo semanal a aprender.

Profesional. Se debe desarrollar la “Experiencia del Empleado (EX)”; Desarrollar los puntos de agrado del empleado y reducir los puntos de fricción. Debemos transformar los oficios centrándonos en la simetría de la atención.

Tecnológico. Nos deberemos acostumbrar al Test & Learn (Probar y Aprender). Lo que implica que se deberá admitir el fracaso y aprender de los errores.

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