COLUMNISTA

Técnicas estalinistas contra la palabra

por Héctor Silva Michelena Héctor Silva Michelena

El escritor ruso Vitali Shentalinski, nacido en 1939, ha hecho y publicado nuevos descubrimientos en los archivos literarios de la KGB. Con una prosa fuerte y una tenaz labor por poner al desnudo lo ocurrido con los escritores, poetas y periodistas perseguidos, encarcelados y torturados, bajo la feroz dictadura de Stalin y sus encarnizados pogromos literarios, Shentalinski presionó, en 1988, y en plena perestroika, a la opinión pública, a la Organización de Escritores y a los gerifaltes del partido para formar una comisión que pudiera sacar a la luz pública la verdad sobre el incierto destino de los intelectuales rusos represaliados, cuya historia permanecía oculta en los archivos de la Lubianka.La Lubianka, o “Casa de los Horrores”, era el penal político de la URSS cuyos calabozos eran “el purgatorio” de los disidentes del estalinismo, donde permanecían recluidos antes de ser deportados al destierro y a los campos de trabajo forzado.

“Las negras fauces de la Lubianka”. Así llamaba el disidente soviético Alexander Solzhenitsin al portón de mármol negro que da acceso a la tétrica sede de la antigua KGB, la policía secreta soviética (que nació como ‘Cheka’ y fue rebautizada FSB luego de la caída de la URSS).

Sus reproducciones en esta Venezuela castro-comunista son la Tumba, El Helicoide y Ramo Verde, vigiladas por esbirros y carceleros torturadores. Hay una importante diferencia: esos antros encierran a presos políticos y manifestantes callejeros. Que yo sepa, ningún escritor ha sido encarcelado por publicar libros adversos al régimen. Solo han sido vilipendiados públicamente. Las represalias han recaído principalmente en columnistas de diarios, físicos y digitales. Así se dictaron medidas que aún persisten, de prohibición de salida y entrada al país de las Directivas de Tal CualEl Nacional y La Patilla.

Veamos ahora la aplicación de la censura en Venezuela, según el archivo: Situation of Freedom of Expression in Venezuela.org. Hallamos allí un breve relato de las sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos acerca de la censura en la libertad de expresión en Venezuela.

La censura en Venezuela se refiere a todas las acciones que se pueden considerar como la supresión de la libertad de expresión en el país. La ONG de origen francés Reporteros sin Fronteras, en su informe anual de 2017, ubica al país en el puesto 137 de 180 países evaluados respecto al grado de libertad de prensa existente afirmando que desde 2010 se realizan detenciones abusivas y juicios por difamación a periodistas.

La ONG estadounidense Human Rights Watch estableció que «durante el gobierno del presidente Chávez y ahora durante la Presidencia de Nicolás Maduro, la acumulación de poder en la rama ejecutiva y la erosión de las garantías sobre los derechos humanos han permitido al gobierno intimidar, censurar y perseguir a sus críticos» e informó que los medios de radiodifusión pueden ser censurados si critican al gobierno. Sin embargo, el 12 de mayo de 2014, los premios Nobel de la Paz Mairead Maguire (irlandesa) y Adolfo Pérez Esquivel (argentino) –junto con un centenar de catedráticos universitarios de Estados Unidos y Canadá– solicitaron a la ONG estadounidense Human Rights Watch que expulsara de su junta directiva a Javier Solana (ex secretario general de la OTAN) y a varios de sus más altos directivos que tienen relación directa con el gobierno de Estados Unidos y con la CIA (Agencia Central de Inteligencia). Afirmaron que la afiliación de Human Rights Watch con ex funcionarios de la CIA y la OTAN genera incentivos perversos y socava su reputación de independencia. Tenían razón.

La ONG francesa Reporteros sin Fronteras también afirmó en 2013 que los medios de comunicación en Venezuela están «casi totalmente dominados por el gobierno y sus anuncios obligatorios, llamadas “cadenas”». Sin embargo, el gobierno afirma que alrededor de 70 % de los medios, tanto de radio como de televisión, están en manos privadas (opositoras al gobierno de Chávez y de Maduro), mientras que solo 5% son de propiedad estatal y otro 25% son los medios comunitarios.

La Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas repudió la censura que sufrió el canal argentino TN en Venezuela, calificándola como un grave hecho de censura que agrava el deterioro democrático en la república bolivariana. Con respecto a la censura de Internet, con ocasión de las manifestaciones en Venezuela de 2014, Reporteros sin Fronteras advirtió la «creciente censura en el servicio de Internet en Venezuela» (9) entre las que se incluyeron las imágenes de la red social Twitter, la aplicación Zello y el bloqueo al acceso a Internet en el estado Táchira.

La Constitución de Venezuela protege la libertad de expresión y la libertad de prensa, estableciendo que la comunicación es libre y plural. Concretamente, el artículo 57 determina: Toda persona tiene derecho de expresar libremente sus pensamientos, sus ideas u opiniones de viva voz, por escrito o mediante cualquier otra forma de expresión, y de hacer uso para ello de cualquier medio de comunicación y difusión, sin que pueda establecerse censura. No se permite el anonimato, ni la propaganda de guerra, ni los mensajes discriminatorios, ni los que promuevan la intolerancia religiosa.

Pero la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión provocó un amplio debate en Venezuela acerca de la libertad de expresión y de ejercer el periodismo. Fue establecida en 2003 por el órgano regulador gubernamental Conatel, e involucra la censura radiofónica y televisiva de una amplia gama de contenidos, como los de naturaleza violenta y sexual. No obstante, la ley incluye otros artículos que han sido objeto de una aguda controversia política. La oposición afirmaba, correctamente, que el gobierno trataba de ampliar su rol respecto del control de las transmisiones a través de la ley, y lo acusó de estar restringiendo la libertad de expresión por debajo de los estándares internacionales tolerados.

El caso de RCTV: En mayo de 2007, las controversias acerca de la libertad de prensa se exacerbaron aún más con la no renovación de la concesión por señal abierta de Radio Caracas Televisión. Un posterior artículo de Reporteros sin Fronteras declaró: «RSF condena la decisión del TSJ de no aceptar la apelación de RCTV ante la pérdida de su licencia como inadmisible». El presidente Chávez ya había dicho el 28 de diciembre de 2006 que él se opondría a la renovación de la licencia de transmisión de ese canal, al que acusó de haber apoyado el momentáneo golpe de Estado que lo derrocó brevemente el 11 de abril de 2002. La apelación, lanzada el 9 de febrero de 2007, fue rechazada el 18 de mayo poniéndole así un freno a cualquier debate posterior al respecto. De acuerdo con el gobierno de Chávez, la licencia expiró el 27 de mayo de 2007, y no lo hará en 2022 como alegaba RCTV. No obstante, sin esperar a esa fecha o a una decisión al respecto por parte del TSJ, ya el 11 de mayo el presidente había firmado un decreto en el que asignaba la frecuencia del canal 2 a un nuevo canal gubernamental llamado TVES, Televisora social.

Bloqueo y censura a cadenas internacionales: El gobierno de Venezuela bloqueó y censuró las señales internacionales de los canales de noticias colombiano NTN24 el 12 de febrero de 2014 y lo sacó de las parillas de y emitidas por los operadores de televisión por cable de la República Bolivariana de Venezuela y ordenada por el NTN24 pudo establecer que el bloqueo organismo regulador de las telecomunicaciones conatel (22). El 10 de octubre de ese mismo año se bloqueó el acceso al portal argentino de noticias Infobae. En el 2017 el gobierno de Venezuela ordenó el bloqueo y censuró a la señal de CNN en Español después de un reportaje en el que se denunció el uso regular del pasaporte; en repuesta el gobierno de Venezuela señaló: “El procedimiento administrativo sancionatorio y la consecuente medida preventiva de suspensión y salida inmediata de las transmisiones de CNN en Español del territorio nacional no responden a un acto de censura, sino por el contrario obedecen a la abierta trasgresión de la legislación venezolana por parte de esta empresa de comunicación”.

Bloqueo de CNN en Español. A comienzos de febrero de 2017, CNN y CNN en Español lanzaron la nueva serie de investigación Passports in the Shadows (Pasaportes en la sombra) que reveló varias irregularidades relacionadas con la emisión de visas y pasaportes venezolanos. Además, se sugirió que la expedición de pasaportes y visados tenía vínculos estrechos con personas sospechosas de participar en actividades terroristas. Se reveló en un documento confidencial que el vicepresidente venezolano tenía vínculos con 173 personas de países del Medio Oriente, incluso individuos vinculados al grupo terrorista Hezbollah, todos los cuales habían recibido pasaportes e identificaciones venezolanas.

También el 15 de febrero se sacó la televisora mexicana TV Azteca de las parrillas de cable. El hecho fue condenado por organismos internacionales, oposición venezolana y gremios internacionales de medios de comunicación. El 10 de abril de 2017, en medio de protestas antigubernamentales, el canal Todo Noticias de Argentina, fue retirado de la programación en todo el territorio venezolano (30). El 24 de agosto de 2017 la Comisión Nacional e Telecomunicaciones (Conatel) sacó del aire a Caracol TV y a RCN Colombia.

El miércoles 15 de febrero de 2017 el gobierno venezolano ordenó que los proveedores de televisión por cable cortaran la señal de la cadena estadounidense. Según el responsable, Andrés Eloy Méndez, Director de Conatel, la red “incita al odio religioso, racial y político, la violencia y otros asuntos”. La comisión pidió que las empresas de televisión por cable cortaran la señal de CNN en Español inmediatamente. La comisión no contestó a la pregunta de si la cadena estadounidense será admitida otra vez (32). Méndez leyó una proclamación, profundizando que los informes de CNN “desacreditan y deforman la verdad de la misma manera que amenazan la paz y la estabilidad democrática de Venezuela ya que generan un clima de intolerancia”.

La socióloga chavista Ewa Sapiezynska, quien se proclama soviética, hace una distinción categórica entre una libertad negativa y positiva del derecho humano de la libre expresión. Ella cree que la libertad negativa es “la falta de limitaciones a la libertad del individuo, mientras que la libertad positiva implica un esfuerzo activo por fomentar el derecho a la libertad o “autorrealización” dentro de una comunidad. Según Sapiezynska esta última forma fue la prevaleciente durante el gobierno de Hugo Chávez; la reivindicación por parte de Nicolás Maduro en su programa de televisión Los domingos con Maduro de la comunidad venezolana se podría entender como una forma de seguir con la política de Hugo Chávez, si bien la diferencia entre la libertad positiva y la censura no siempre queda muy clara. Esta socióloga pidió la supresión de CNN. Otros sociólogos y políticos lo ven como un mero acto autoritario y dictatorial, como denuncia Andreína Barreto Jové, en El Nacional del 25 de febrero de 2017.

Bloqueo a Caracol y RCN: El miércoles 23 de agosto de 2017 en la noche, Conatel ordenó a las cableoperadoras de Venezuela sacar los canales colombianos Caracol Televisión y RCN Televisión del aire, sin ninguna explicación oficial por parte del régimen de Nicolás Maduro; se presume que la primicia de la huida de Venezuela a Colombia de la fiscal destituida Luisa Ortega Díaz y sus explosivas declaraciones que salpican al régimen chavista del escándalo del Caso Odebrecht fueron las razones principales para que el gobierno de Venezuela le ordenara a Conatel el cese de transmisiones de estos canales en el territorio venezolano. Sabemos, finalmente, que al menos 49 medios de comunicación fueron cerrados en 2017.

Esta es la breve historia de las tácticas estalinistas aplicadas por el régimen para ocultar la verdad y degollar la palabra. Son técnicas estalinistas. Chirrían las plumas de escritores y periodistas. La palabra resuena y la tierra arde bajo nuestros pies.

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