No es necesario esperar que se presenten crisis en la sociedad para demostrar solidaridad, pero, sin duda, durante los momentos críticos es cuando más se acentúan la vulnerabilidad, la desigualdad, la pobreza, la falta de empleos, las presencia de personas sin hogares y gente sin oportunidades. Esto aumenta el nivel de conciencia y motiva a las personas a ayudar a los demás en desventaja o con graves dificultades económicas. Los ciudadanos entienden que es necesario aportar su ayuda para construir una sociedad más justa realizando acciones altruistas desinteresadas, así como de carácter voluntario.
Por otro lado, existen iniciativas personales que le dedican tiempo y atención a los más necesitados realizando donaciones, ayudando a solucionar problemas de injusticia, de escasez económica o discrepancias, a través del activismo para cubrir ciertas insuficiencias con lo que pueden ayudar a aminorar esa grave situación. Por esta razón, es muy importante fomentar estos movimientos sociales con los que organizadamente se busca resolver dificultades de la población en condiciones más precarias, canalizando acciones para tratar de resolver necesidades concretas de estos sectores.
La solidaridad está presente en la naturaleza de las personas. Significa que estas se identifican con la vulnerabilidad de otros en desventaja, y por eso unen esfuerzos para ayudarlos a superar situaciones difíciles, basadas en su generosidad, sentido altruista y espíritu de condescendencia. Es importante resaltar que todos pueden promover soluciones a las situaciones desfavorables de su entorno de manera desinteresada, pues la mayor satisfacción es la gratificación que se logra al impulsar cambios en la sociedad. Existen muchas necesidades en el mundo, de diversas índoles, por eso es primordial responder unidos para sobreponerse y avanzar.
Cabe concluir con unas palabras de reconocimiento para todas las iniciativas ciudadanas con fines sociales de solidaridad, que siguen luchando a pesar de la crisis, de la complejidad de las dificultades, para que disminuyan en alguna medida, pues sus acciones son granito de arena y una demostración de que el ser humano puede ser benefactor, solidario, generoso y sentirse identificado con los que están en desventaja para tenderles una mano. Sin duda, la colaboración de la ciudadanía implica un gran aporte para aliviar los graves problemas de la sociedad.