COLUMNISTA

Sociedad de cómplices

por Marianella Salazar Marianella Salazar

Es francamente revelador el silencio de la alta dirigencia política sobre el estrepitoso escándalo Andrade-Gorrín, lo cual manifiesta complicidades producto de sobornos, aportes de dinero, financiamientos, uso de bienes e inmuebles que los acusados –uno convicto y confeso, el otro declarado prófugo de la justicia estadounidense y con sus propiedades confiscadas en Norteamérica– tienen esparcidos en varios países.

Es increíble que el teniente Andrade se haya declarado culpable de haber robado la pelusa de 1.000 millones de dólares, que solo sus relojes decomisados alcancen un valor de más 1.600.000 dólares. El “tuerto Andrade” es solo uno entre la gran cantidad de choros que integran la banda de ex funcionarios y boliburgueses que desfalcaron a la nación y dejaron a los venezolanos con la infraestructura de los servicios públicos colapsados, sin alimentos ni medicinas, lo que ha producido el éxodo masivo de la población, muerte y ruina generalizada.

Se trata de una red criminal que cuenta con sus cómplices en distintos sectores de la sociedad: políticos, comunicadores, empresarios y una larga cadena de cooperadores que han recibido sus “favores”. La reacción desmesurada y vil de algunos de esos colaboradores, al verse descubiertos en fotos que circulan en las redes al lado del prófugo Raúl Gorrín, ha sido la de calumniar y linchar verbalmente a quienes, como yo, le hemos dado “retweet” a esos documentos gráficos que, sin duda, servirán a posteriores investigaciones policiales. El insulto y la injuria es la respuesta de quienes carecen de argumentaciones, es una norma miserable de conducta en mentes torcidas por el resentimiento. Somos un pueblo que a fuerza de odiar solo conoce el camino de la iniquidad.

La inminente transición política está desatando todos los demonios: el ignominioso audio de un diputado de PJ contra María Corina Machado es una demostración de las más bajas pasiones y de los actos más abominables que algunos, empeñados en alcanzar el poder, son capaces de hacer.

A propósito de Osmel.

El pasado martes 20 de noviembre atendí la invitación del periodista y escritor Diego Arroyo Gil, para presentar el libro Osmel, un hombre desconocido de Editorial Planeta. Les dejo un extracto de mi presentación: “Se pudiera señalar que esta es una publicación oportuna, incluso oportunista, porque el anuncio parecía haber surgido a consecuencia de las acusaciones e insinuaciones estrepitosas acerca de supuestas actividades non sanctas relacionadas con el más importante concurso de belleza que presidía Osmel. Nada más alejado de la verdad, porque el libro fue concebido antes que él abandonara el Miss Venezuela y antes de que aparecieran otras publicaciones que hicieron trizas la reputación del zar.

“En realidad, un libro sobre el llamado Zar de la Belleza, que convirtió un evento considerado banal en un hecho con dimensiones sociológicas, debió escribirse mucho antes, porque además del fenómeno del concurso, que produjo desde Miss Universos hasta candidatas presidenciales, Osmel, como el motor que movió esa industria de la belleza, es en la vida real un verdadero personaje de ficción, una rara avis que desborda innumerables complejidades y contradicciones. Un ser inédito con aureola de misterio no puede ofrecer otra cosa que materia prima de la cual está hecha la ficción.

“Lo fascinante de este libro es cómo el autor logra develar una personalidad insólita sin que el lector pueda adivinar las preguntas formuladas durante las sesiones de entrevistas, donde suponemos que le preguntó hasta lo que no se pregunta… y, como resultado, hoy nos presenta por escrito un perfecto retrato hablado”.