El reciente aniversario del natalicio del Libertador me remonta a Portland, Oregón, quizás unas de las ciudades más grata de Estados Unidos. Teníamos en esa ciudad un pequeño consulado que me correspondió dirigir a mediados de los años ochenta. Era parte de los 13 consulados que tenía Venezuela en Estados Unidos. El de Portland se había inaugurado por allá en 1948. La fuerte industria maderera del estado había generado unos negocios con Venezuela que en su momento justificaron su creación. Fui el último cónsul de Venezuela en esa ciudad, desde donde cubríamos varios estados.
Gobernaba Luis Herrera Campins en Venezuela, y Ronald Reagan, en Estados Unidos. El embajador en Washington era Pérez Chiriboga. El alcalde era un controversial personaje llamado Bud Clark, recordado por la foto que le dio la vuelta al mundo “Expose your self to art”.
Recibo una instrucción precisa de buscar lugares alegóricos al Libertador. Era tiempos en que se celebraban los 200 años del natalicio del Libertador. Encontré un pico con el nombre de Simón Bolívar. Es el pico más alto de Coos County. Organicé con las autoridades para llevar y colocar una placa conmemorativa en el pico nombrado en honor de nuestro Libertador.
La lámina de bronce tiene una leyenda que dice: “The United States of America was the first to teach us the path to Independence’ Simon Bolívar, Jamaica 1815”. “From Venezuela to the people of Oregon”. Fue una ceremonia sencilla pero muy emotiva. Me acompañaron unos 20 estudiantes venezolanos, la mayoría, becada por el Programa Ayacucho. Era un domingo frío y lluvioso.
Esta historia tuvo un giro. Ese nombre de Simón Bolívar era por un explorador llamado Simón Bolívar McCarthy, quien fue el primero en escalar esa montaña a mediados del siglo XIX. Por tal hazaña se le había honrado la cima con su nombre. Llevaba el nombre de nuestro Libertador como homenaje al héroe suramericano, muy reseñado por aquellos años en Estados Unidos, y que los padres llamaran a sus hijos con su nombre era un reconocimiento.