Hace poco más de dos meses, Antonio –quien ha reiterado su compromiso irrenunciable con la democracia, la justicia y la libertad en Venezuela– se liberó de la prisión de conciencia a la que estaba sometido por el régimen madurista desde el 19 de febrero de 2015. Fueron dos años y medio de lucha contra la opresión, la injusticia y la tiranía de un narcoestado que viola los derechos humanos y las libertades básicas de todos los venezolanos.
Todo este tiempo ha tenido una intensa actividad, desde que llegó a Cúcuta el 17 de noviembre, y luego a Madrid la mañana del día siguiente. Se ha reunido con jefes de Estado, parlamentarios y organizaciones internacionales que han escuchado la voz de Venezuela por su intermedio. Ha establecido contactos con Estados Unidos, con Europa, y acaba de concluir una gira por Suramérica.
También dio a conocer los cinco puntos en los cuales ha estado trabajando junto con los venezolanos en el exilio, para restituir el orden democrático en el país. Primero, insistir en la aplicación de sanciones personalizadas para figuras del régimen que están vinculadas con el narcotráfico, con el terrorismo, con crímenes de lesa humanidad o envueltos en grandes escándalos de corrupción. El segundo punto consiste en buscar ayuda a los venezolanos que siguen en su tierra sufriendo las consecuencias del desgobierno y la miseria del régimen. Se ha insistido en la necesidad de que se produzca una intervención humanitaria urgente, porque Venezuela está sitiada militarmente por grupos que responden a los intereses continuistas de la dictadura venezolana.
El tercer y el cuarto puntos tienen que ver con los millones de venezolanos que están en todos los rincones del mundo, buscando las oportunidades que el régimen les ha negado y, por otro lado, rescatar los capitales fugados. También se ha insistido en normalizar la situación de muchos venezolanos en el exilio, y, en tal sentido, se hacen los contactos para que se siga el ejemplo de Perú relativo a la regularización de la situación legal de estos venezolanos.
El último punto es seguir en la línea del trabajo que se viene realizando para que los responsables de crímenes de lesa humanidad y de violaciones de los derechos humanos sean enjuiciados mediante sentencia de la Corte Penal Internacional. Ya hay varios expedientes que están muy bien nutridos, desde el punto de vista jurídico y legal, ajustados a derecho según las exigencias del Tribunal de La Haya. Para la elaboración de estos puntos se ha estado trabajando con muchas organizaciones de venezolanos en el exilio. Esta es una actividad de estas organizaciones que han venido desempeñándose en eso desde hace tiempo, porque el exilio tiene ya muchos años en los cuales esos venezolanos han estado trabajando, haciendo un esfuerzo admirable. Antonio es un ciudadano más de ese exilio al cual ha sumado su voz, su trabajo y su experiencia a esa cantera de exiliados que vienen defendiendo la patria fuera del territorio nacional.