Nuevamente Maduro anuncia que a partir del próximo primero de junio va a arrancar un “Plan nacional de cambios, renovación y rectificación”, pero con acciones concretas, que conllevará el anuncio del nombramiento de un nuevo gabinete, que, según Delcy Rodríguez, desde hace al menos dos meses atrás todos habían puesto su cargo a la orden, y donde el único cambio fue el ex ministro Motta “sabotaje” Domínguez, luego de los recientes apagones.
Ante la crisis de energía eléctrica, el 31 de marzo Nicolás anunció el inicio de un plan de racionamiento eléctrico que duraría 30 días. Sin embargo, los días pasaron y aún en el interior del país continúa los apagones.
Actualmente se ha sumado a la larga lista de todas las penurias que tenemos que sufrir, gracias a esta “revolución”, la problemática de la gasolina, que no es solo la producción de este combustible, es la baja en la producción de petróleo de calidad. Es el deterioro del parque refinador (apenas 15% de su capacidad operacional), es la falta de dólares para importar, la pérdida del crédito internacional, la limitación de la entrada de tanqueros al país, además de la pérdida de capacidad de transporte de gasolina a las estaciones de servicio, situación que ha llevado a que disminuyan las operaciones en cientos de E/S del territorio nacional.
El socialismo del siglo XXI nos ha hecho retroceder al siglo XIX, al tener a muchos cocinando con leña, bañándose con tobos, alumbrándose con velas – si es que el dinero les alcanza para comprarlas–, curándose con yerbas y tener que usar como medio de transporte las perreras; estos son algunos de los “adelantos” en revolución, en resumen, es el retorno a la prehistoria.
La crisis venezolana se agrava en tal magnitud que niños y adultos se reúnen a primera hora a diario en las afueras de los supermercados en Maracaibo para “alimentarse” directamente de los desperdicios. Otros han tenido que volver a la época del trueque para poder comer y movilizarse. En el estado Vargas, por ejemplo, intercambian productos alimenticios por pescado, y en Portuguesa, café por gasolina.
Hoy, en una Venezuela en la que el alto costo de la vida es tal que más de 80% de los venezolanos necesita el sueldo de cuatro años de trabajo para poder adquirir la canasta alimentaria de un mes.
En fin, es imposible negar que tenemos una crisis sin precedentes, pero como siempre todos los voceros del régimen niegan cualquier situación, no hablan con la verdad o simplemente buscan de excusarse en terceros. Ya el ministro del área salió en días pasados a colocar en su cuenta en Twitter que “nuevamente Pdvsa está bajo el ataque con FakeNews. La empresa y sus trabajadores están en la capacidad de suministrar la gasolina que necesita la Nación. Pdvsa seguirá garantizando los combustibles al Pueblo ¡No caigas en rumores!”, fueron las palabras textuales que él mismo divulgó desde la cuenta oficial de Pdvsa.
Si algo tienen en común estos señores del régimen es el cinismo. En medio de esta nueva crisis, vemos ahora bombas de gasolina exclusivas para funcionarios y dirigentes del PSUV, pero además siguen aplicándosela al interior del país, no solo es la escasez, es que de paso le restringen la misma a solo 20 o 30 litros semanales. Donde hay que preguntarse entre otras cosas: ¿qué pasó con el sistema biométrico? En el Táchira, por cierto, donde ya 20% de sus municipios está sin estaciones de servicios; estado que lleva más de 10 años con este sufrimiento de la gasolina, al igual que el Zulia. Con inventos y experimentos que solo le han servido a los que han propuesto todas y cada una de estas “medidas”. También hay que preguntarles a estos genios del desastre: ¿qué pasó con el chip de racionamiento?
¿Cuántas compañías han construido en estos 20 años, de la calidad de las empresas básicas de Guayana? Lo que sí han hecho es acabar con todas aquellas empresas no solo del Estado, sino con todas las que han expropiado. En resumen, el chavismo es una máquina de destrucción que unos pocos insisten en mantener.
Ahora le quieren achacar todo a las sanciones. ¿Estas han generado problemas? Sin duda, pero no causaron la destrucción de Pdvsa, el despilfarro de la bonanza petrolera, la recesión, ni la hiperinflación, entre muchos otros males. Todo eso ha sido responsabilidad exclusivamente del régimen que hoy encabeza Maduro.
@OmarAvilaVzla