COLUMNISTA
¿Qué falló?
- El país ha vivido dos fiascos recientes: el de la entrada de la ayuda humanitaria el 23 de febrero y la revuelta militar del 30 de abril. En ambas ocasiones la oferta de los protagonistas resultó fallida y las explicaciones han estado envueltas en medias palabras, aproximaciones diagonales y circuncisiones analíticas. El resultado ha sido la decepción ciudadana a pesar de que todavía Guaidó mantiene un importante respaldo, pero con una opinión pública cada vez más insegura de los nuevos pasos.
- Ambos episodios tienen elementos comunes. Los jefes del asunto; la venta de la idea de que vendría la salida de Maduro y su régimen a partir de dos elementos esenciales: el primero, la fractura del Alto Mando Militar; y el segundo, una fuerza popular organizada que el 23 de febrero habría de volcarse hacia la frontera para buscar la ayuda humanitaria, y en la revuelta del 30 de abril habría de respaldar a los insurrectos colocados en la autopista. Nada de eso ocurrió.
- Se argumenta que habría habido un compromiso del ministro de la Defensa, del director de la contrainteligencia militar y del jurista del horror, Maikel Moreno, para producir dinámicas institucionales que los habilitaran para el reemplazo de Maduro. Moreno produciría una sentencia que reconocería a la Asamblea Nacional y a Guaidó como presidente encargado, y por su lado esos militares se colocarían obedientes a las decisiones de este TSJ de Moreno.
- El gobierno resultante conservaría a esos personajes del chavismo-madurismo en sus posiciones y, además, tendrían derecho a designaciones adicionales para garantizar su poder actual y su impunidad eterna. Pero el plan falló y según Elliot Abrams esos oficiales dejaron de contestar el teléfono; el mismo que contestaban antes de la fallida revuelta.
- Sería interesante conocer quiénes negociaron, cuáles fueron los términos del acuerdo, qué tipo de compromisos se habían establecido, para dónde encaletaban a Maduro y a Diosdado Cabello, qué debía ocurrir con los otros jefes rojos estilo Tareck el Aissami, Freddy Bernal, y con los jefes militares miembros de los mandos de cada componente. Interesante saber qué habría de ocurrir con los torturadores del DGCIM y el Sebin, colectivos, FAES, etc.
- ¿Se contempló la posibilidad entre los complotados civiles de que los generales chavistas comprometidos con sacar a Maduro en realidad estuvieran jugando a la decepción para ofrecer una acción que no cumplirían, pero que serviría para identificar a otros insurrectos potenciales? Padrino ya hizo idénticas carantoñas en 2015 y 2016, con los mismos resultados. ¿Habrá un topo ruso en esta tragedia?
- ¿En serio pensaron en un gobierno con los jefes de la mafia: Padrino López, Hernández Dala y Maikel Moreno? ¿En serio pensaron que obedecerían a Guaidó y a Leopoldo López? ¿En serio?