Cien años de maldad soviética
Lo que escribiré te sonará a ciencia ficción; no lo es, te permitirá entender mejor la causa por la cual no nos liberamos del chavismo. Te sorprenderás, pero la calamidad que estamos viviendo tuvo su origen hace cien años en la revolución bolchevique.
Sí, hace cien años en Rusia. Le llaman “psicopolítica” y fue diseñada y empleada en principio por Lenin y Trotsky, posteriormente la perfeccionó Stalin.
Cien años de experiencia aniquilando seres humanos llegan a Venezuela.
La psiquiatría detrás de la criminalidad política
Lo que la psicopolítica soviética aspiraba era controlar el pensamiento y la convicción de los ciudadanos, funcionarios y organismos de una nación a través del “tratamiento mental”. Por eso, frente a cada criminal que la practicó: Hitler, Stalin, Milosevic, Bin Laden, Castro o Chávez, se observa la presencia de un psiquiatra articulando la estrategia.
No es casualidad que la hiena Jorge Rodríguez sea el gran articulador del chavismo, su objetivo es crear el máximo caos en el enemigo, desconfianza, crisis económicas y confusión política, a través del involucramiento de la psiquiatría para imponer el comunismo.
¿Les parece conocido?
No es ficción, es ciencia
Sobre la psicopolítica puedes leer en Internet, te asombrarás cuando lo hagas. Yo supe de ella por primera vez en una conversación con Teodoro Petkoff, él me explicó –con espanto crítico– sus alcances y prácticas. Luego Norberto Ceresole me advirtió que Venezuela lograría el anhelado cambio cultural –el nuevo hombre– con el uso de la psicopolítica. Para él, Hugo Chávez tenía el inédito carisma necesario para lograrlo. Se necesitaba plagar a la élite del poder chavista de psiquiatras.
No miento, a mí me parecía aquello ciencia ficción, no daba crédito hasta que he visto lo que nos ha ocurrido a los venezolanos, tan parecido a lo sucedido en la Unión Soviética, a la Europa del Este y a Cuba.
Ver el hambre, el cinismo, el caos y la desesperanza instalados en nuestro pueblo me permitió entender que no era ficción sino ciencia.
Entre el obediente y el idiota útil
El principal objetivo de la psicopolítica es implantar el comunismo, lo hacen con metodología científica. La primera misión es cambiar el sentido de las palabras, confundir todos los términos, tergiversarlos. Quien no se pliegue al comunismo es un “enemigo” y a los enemigos de la revolución se les aniquila sistemáticamente moral o físicamente, empleando todos los horrores que sean necesarios.
En el “manual de la psicopolítica” se leen capítulos como: obediencia; degradación, shock y resistencia; psicopolítica y difusión del comunismo; remedios violentos; o reclutamiento de idiotas útiles.
No hace falta ser sabio para entender que en Venezuela el chavismo emplea la psicopolítica para dominarnos.
El perfecto estado mental del comunista
La psicopolítica surge en la Unión Soviética y es exportada a todo el bloque soviético y al mundo, en Cuba se tropicaliza y permite a Castro permanecer en el poder hasta su muerte. Los cubanos lo están aplicando en Venezuela y han sido muy eficaces haciéndolo.
Crean caos en la disidencia, la degradan, la persiguen, restringen sus derechos civiles, le aplican tratamientos de shock (cárcel, tortura) y la asesinan selectivamente (no masivamente) para producir en ella desesperanza, terror y pánico: obediencia y sumisión.
El perfecto estado mental para el comunismo.
¿Me entienden?
En Venezuela, con ingenuidad y casi ternura, hemos luchado contra este método de control soviético, que tiene en su haber decenas de millones de personas asesinadas, torturadas, encarceladas, perseguidas o fulminadas moralmente por todo el mundo. Esa “maldad inexplicable” (no venezolana) que vemos en los agentes del chavismo es herencia soviética y cubana.
Estamos tratando de dialogar con despiadados y cínicos herederos de Stalin, por eso se burlan una y otra vez de nosotros. Su objetivo es degradarnos, tienen cien años haciéndolo. ¿Qué hacer? ¿Cómo parar con el caos y la barbarie? ¿Cómo combatirlo?
Igual que lo hacen ellos: con fuerza selectiva y tratamiento de shock a sus principales líderes.
¿Me entienden?
@tovarr
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