He demandado la nulidad del decreto por el cual Nicolás Maduro Moros creó la moneda virtual denominada petro y en ese libelo he invocado y explicado largamente nueve motivos que son:
1.- Nicolás Maduro Moros no es actualmente presidente legítimo de Venezuela, según acuerdo de la AN del 9 de enero 2017; por lo que no tiene autoridad para emitir decretos.
2.- Los actos del Estado deben tener fundamento legal real, determinado, sin dar lugar a imprecisiones ni indeterminaciones. En este caso el decreto impugnado carece de tal requisito.
3.- El decreto aquí impugnado implementa la enajenación de bienes nacionales mediante contratos de interés público sin someterse a los requisitos constitucionales.
4.- El decreto cuya nulidad demando pretende sustituir a nuestra moneda nacional.
5.- El Decreto cuya nulidad demando viola el anterior, que estableció el control de cambios en Venezuela.
6.- El decreto demandado en nulidad viola la Ley Orgánica de Hidrocarburos.
7.- El decreto aquí demandado en nulidad arrebata a Pdvsa la función de comercialzar el petróleo.
8.- El decreto cuya nulidad demando pretende el ejercicio de una actividad incompatible con las de un Estado sujeto al sistema de controles entre los poderes del sistema republicano.
9.- La propuesta de Nicolás Maduro Moros respecto al “petro” sería similar a que Estados Unidos emitiera una moneda virtual con respaldo de la Estatua de la Libertad, o Francia respaldando una suya con la Torre Eiffel.
¿Dónde introduje la demanda?
La demanda la he interpuesto por ante el TSJ legítimo, es decir, el que está operando desde el exilio ya que el que con la misma denominación opera en Caracas es solo una oficina para asuntos jurídicos del señor Maduro.
Hay quienes cuestionan la posibilidad de fuerza ejecutiva de este TSJ en el exilio, y al efecto respondo que no hay dudas sobre su legitimidad, pero la fuerza de sus decisiones quedan para la amplia esfera internacional que manifiesta reconocimiento a nuestro Parlamento, que fue el que lo formó con estricto apego a la Constitución y leyes del país. De manera que quien reconozca a la Asamblea Nacional por fuerza reconoce al TSJ producto de sus actos. Además, las sentencias de este TSJ cobrarán toda su ejecutividad al momento en que recuperemos la democracia. Creo sí, y como venezolano reclamo, unidad y coordinación entre instituciones como la Asamblea Nacional, este TSJ que ella formó y la Fiscalía General que encabeza la señora Luisa Ortega Díaz, quien también está en el exilio. La efectividad de estos tres componentes de la democracia depende mucho de que se coordinen, es una necesidad.
¿Qué es la moneda “petro”?
Dicho lo anterior quiero resaltar aspectos importantes en juego respecto a este tema del “petro”.
Según reseñan serios trabajos de investigación publicados en medios internacionales, este invento del petro ha sido materia de acuerdos entre Maduro y Vladimir Putin, ambos unidos por las sanciones económicas dictadas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos debido a los oscuros y delictivos manejos de dineros provenientes de actos ilícitos, sanciones que no les permiten la libre movilización de capitales.
Pero la idea no es tan loca, no es para burlarse; las monedas virtuales son una realidad producto del ingenio humano, es un medio para mover dinero sin fronteras y sin pasar por bancos, es un experimento que está siendo exitoso, y como lo compara una investigación de periodistas del The New York Times, es como el e-mail que permite el cruce directo de correos sin pasar por las oficinas de correos, solo que en este caso de las monedas virtuales, como la más conocida, el bitcoin, y muchas otras similares, son producto de personas particulares que así evitan pasar por los bancos, se pasan dinero virtual entre sí, que luego pueden cambiar a dinero formal y hay toda una estructura tecnológica que lo hace seguro, su debilidad está mas bien en poder determinar la licitud de los dineros que de esa manera circula y allí tienen el ojo puesto las grandes corporaciones de inteligencia policial.
Lo que nunca había ocurrido es que un gobierno se haya dispuesto a instaurar un sistema de dinero virtual, pues las instituciones, los Estados, sí tienen que someterse a reglas como atenerse a sus propios signos monetarios y a los equivalentes para las transacciones internacionales, deben seguir las reglas de sus bancos centrales, respetar las leyes que regulan esas movilizaciones de capitales, reglas contra el tráfico de dinero producto del narcotráfico, del blanqueo de capitales robados. En fin, deben atenerse a los controles constitucionales para disponer del tesoro público y los bienes de la nación, todo lo cual se pretende volar Nicolás Maduro con este escandaloso movimiento que, además, lanza con el declarado propósito de burlar las sanciones que se le han dictado precisamente por la criminalidad que encierra el haber destruido la economía de Venezuela, él y su antecesor, que según cálculos, en estos 18 años se han birlado cerca de 2 billones de dólares.
Las evidencias de lo ocurrido con el manejo de los dineros públicos venezolanos por los últimos dos gobiernos muestra que lo que no destruyen por mala gestión sencillamente se lo roban porque han organizado un sistema para ello. Se apoderaron de todas las instituciones para evadir controles, instauraron tribunales que garantizan la impunidad ante el robo, pusieron a policías y militares a traficar droga, contrabandear, manejar presupuestos sin tener quien los controle ni exija responsabilidad, en fin, han convertido al Estado en una gran banda delictiva insaciable que necesita seguir alimentándose, y pretende hacerse con este sistema pero trucado, lleno de baches legales, por lo que perjudicarán a mucha gente, sobre todo a los tontos que les compren esa moneda que lanzan con un bonito envoltorio pero que adentro solo hay burbujitas fétidas.
Por cierto que en ese mercado de dinero virtual hay cerca de 1.500 tipos, unas 50 son las más conocidas, la primera: el bitcoin que ahora tiene un valor de 14.358 dólares, y las 3 que le siguen son: bitcoin cash (2.337 dólares), ethereum (1.149 dólares) dashcoin (1.055 dólares), según información de personas que conozco dedicadas a ese negocio, y me dicen que esos valores cambian constantemente. De manera que quien quiera meterse en ese negocio tiene muchas opciones seguras.
¿Quieres darle tu dinero a los que ya han desfalcado por 18 años a Venezuela?
¿Crees que ahora manejarán honradamente lo que les des a cambio de esa moneda virtual?
Entonces, ¡compra petros!