Un bistró, en Francia es un pequeño y típico restaurante utilizado casi exclusivamente por los comensales locales que conocen de su existencia. El bistró francés siempre ha servido platos tradicionales, hechos con alimentos frescos, de temporada, de la zona donde se encuentra. Su menú se ha ido renovando en el tiempo, debido al auge de este estilo de cocina a nivel mundial.
Recientemente Bodegas Pomar organizó una cena al estilo “Pomar Bistró», dirigida a miembros del Club Pomar y entusiastas del vino, en el restaurante “Solar Bistró”, del Chef larense Leonardo Garcés; quien interpretó dicho concepto presentando un exquisito menú. Dicho restaurante está ubicado en Santa Rosa, población aledaña a Barquisimeto, en el estado Lara.
Fuimos recibidos con el elegante espumoso Pomar Brut, iniciándose el menú con dos abrebocas: primero un “Champiñon Portobello al Grill”, relleno con Duxelles y Ricota de Cabra, maridado con el vino Pomar Blanco, 2017, el cual resaltó su textura y exquisito sabor; el segundo abreboca fue una creación del Chef, “Costillas de Maíz”, tiras de maíz dulce a la brasa, especiadas con chiles ahumados y tandori, acompañadas con ricota de cabra y aceite de oliva; maridado con el vino Pomar Rosado 2017; la fusión de las especies, el dulzor del maíz y el toque abocado y ligeramente tánico del vino, lograron un perfecto y exótico equilibrio. La entrada, el “Caldo Tocuyano con Tomates Asados”, realizado con tomates asados, servidos en un gustoso caldo, guarnecido con queso de cabra, aguacate, huevo de codorniz y crocante de arepa pelada; armonizado con Pomar Rosado 2017, que se fusionó muy bien, resaltando el ahumados del tomate y el típico gusto del caldo y sus acompañantes.
El plato principal fue el “Osobuco de Cordero”, emblemático plato del Chef, cocinado a fuego lento durante 8 horas, servido sobre arroz cremoso de auyama y maridado con el acuerpado vino tinto Pomar Petit Verdot 2015; la suave textura de la carne y la untuosidad de sus elementos grasos se unieron con los estructurados taninos del vino, lográndose una deliciosa y perfecta fusión.
El postre, “Cascos de Parchita Confitados”, acompañados con queso crema y Pomar Brut; los exóticos aromas de la parchita y el especial y chispeante aroma del espumoso lograron un perfecto balance, acompañado de la armonía entre el dulzor, la grasa del queso y la estructura untuosa y ligeramente astringente del espumoso.