1. Entrada a Villa Rivello
(f. Sara Maneiro, 2005 – Archivo Fundacion de la Memoria Urbana)
«Lo que me ha incitado a escribir este pequeño libro,
no es un conocimiento profundo de nuestra literatura:
es su inquieto desconocimiento».
Jean d’Ormesson. 1
1. Avant-propos
Cada hombre que pasa por la tierra tiene el derecho de contar su travesía y lo que encontró en ella, a su manera… y también tiene el derecho de no contar nada. Pero los que un buen día se deciden a hacerlo, unos más científicamente, otros más académicamente, técnica o periodísticamente, y muchos de manera intima, personal o hasta secreta, todos cumplen un rol importante para la historia de la arquitectura y la ciudad.
2. El Villa Rivello, o Casa N. 41, Los Chorros
(f. Sara Maneiro, 2005 – Archivo Fundación de la Memoria Urbana)
Porque todos los relatos, literalmente, cuentan a la hora de hacer la historia, empresa que cada generación intenta cada vez empezar de nuevo. Nosotros, desde la Fundación de la Memoria Urbana (2000), en los años que hemos recorrido Venezuela y en especial Caracas, para conocer y registrar la arquitectura y la ciudad, hemos dado con muchos de esos personales narradores urbanos, de todas las calidades y tenores. Unos, historiadores verdaderos, otros cronistas de todos los estilos. Todos son igualmente valiosos ante nuestros ojos a la hora de seguir una pista para armar el rompecabezas de un lugar o de un proyecto.
3. Escalinata Art Nouveau, Villa Rivello
(f. Sara Maneiro, 2005 – Archivo Fundacion de la Memoria Urbana)
Luego, están el universo inagotable de los documentos. Mas no ya solo de los archiconocidos –y pocos– libros que tenemos en los estantes, catalogados y consultados por todos. La necesidad de datos es la madre de la investigación (y de la imaginación). Los hilos de la historia de nuestra arquitectura y nuestras ciudades muchas veces, también, no están aquí, sino en tierras lejanas y en otras historias de vidas desconocidas. El revés de una postal puede descubrir un mundo, la lectura de un plano con una lupa puede revelar datos inmemorialmente ausentes y narrar cosas nunca imaginadas. En el título de un proyecto. En un baúl que no se ha abierto todavía, en unos planos recogidos de la basura, en los dibujos doblados en una carpeta, en una conversación inesperada, en una revista desaparecida, en las fotos archivadas en un distante archivo, brillando por primera vez ante nuestros ojos gracias a una reciente digitalización puesta online.
Es por ello que esta tarea nos fascina y embelesa. Como un collage que no termina nunca de componerse, como un crisol de imágenes que van apareciendo a medida que se van sumando, como una diáspora de historias todavía por reunir, como un universo de partículas que están flotando en el aire, esperando que las capturemos, como si fueran mariposas. Porque la historia de nuestra arquitectura y nuestras ciudades aún es una historia dispersa y por revelarse.
4. Tejas de cemento. Veranda, Villa Rivello
(f. Sara Maneiro, 2005 – Archivo FMU)
Su gran libro contemporáneo esta por escribirse. Y cuando esto ocurra, deberá ser otro, distinto a cuantos se han hecho hasta ahora. Porque deberá recoger con la delicadeza del curador de arte, libre, abierta y sin tapujos, los datos de este o aquel momento de la historia, por opaco o híbrido que sea, por asombroso o inverosímil, con una mirada curiosa, inspirada por el espíritu de cada tiempo y lugar del país, releyendo las vidas de los personajes que hicieron las obras que le han dado carácter a nuestras tierras, desde los clásicos arquitectos, urbanistas, ingenieros, paisajistas, botánicos hasta los amateurs en todas estas lides: los hacendados, los empresarios, las amas de casa, los delineantes, los geometras, los constructores. Con igual interés y pasión.
Pero hay que darse prisa. Los materiales necesarios para nuestra empresa van desapareciendo de la faz de nuestras tierras día a día, inexorablemente. Para siempre.
2. La ligera Villa Rivello
Pero, ¿qué mejor para ello que empezar por hacer memoria urbana? Para muestra basta un botón. Y mejor aún: un botón floral. Un pequeño ejemplo de lo mucho –y de lo poco– que sabemos de la arquitectura en Venezuela.
Helo aquí. La pequeña ficha de registro de la Villa Rivello, o Casa N. 41, joya Art Nouveau de principios del siglo pasado de la urbanización Los Chorros en Caracas. Para que la disfruten. O para que le editen y agreguen con sus comentarios nuevos y valiosos datos.2
5. Baldosas hidráulicas. Veranda, Villa Rivello
(f. Sara Maneiro, 2005 – Archivo FMU)
Esta floral villa de temperamento la descubrimos recorriendo la urbanización, cuando hacíamos el Preinventario Moderno de Caracas para el Instituto del Patrimonio Cultural.2 Hoy es Bien de Interés Cultural de la Nación, y es afortunadamente cuidada y apreciada por sus actuales habitantes.
No aparecía en aquel lejano 2005 en ninguna parte publicada la bella Villa Rivello. Pero su sola presencia aún convierte a la Avenida Principal de Los Chorros, junto a la cercana Villa Elena, en un ineludible escenario arquitectónico históricamente sensible.
Su autor no lo conocemos todavía hoy. Pero la villa es tipológicamente una estancia, diseñada para temperar en el apreciado clima y la belleza del lugar. Es por lo tanto una arquitectura estancial que data de la década de los veinte (pero que podría haber sido edificada en los diez). Está construida con muros portantes de ladrillo de arcilla, techo de estructura de madera, pisos de baldosas hidráulicas en los exteriores (semejando flores de mosaicos) y las típicas tejas de cemento, que acusan el marcado sabor ferroviario de la urbanización y de su avenida en los tiempos del tranvía.
Pero lo más peculiar –e importante– de esta hermosa villa de dos plantas es su estilo Art Nouveau (o quizás mejor su variante italiana, el Liberty, a juzgar por su nombre, Rivello), porque si los restos de este estilo en Caracas ya había que buscarlos con lupa en 1969,
6. Puerta-vidriera. Villa Rivello
(f. Sara Maneiro, 2005 – Archivo FMU)
7. Atrio. Villa Rivello
(f. Sara Maneiro, 2005 – Archivo FMU)
cuando Gasparini y Posani publicaron Caracas a través de su arquitectura, no se diga hoy. Poder disfrutar tan singular arquitectura, tan hermosa y notoria, hoy todavía en la ciudad es una suerte y una gloria. 3
Situada en una esquina, y construida en lo alto, alejada de la avenida, Villa Rivello es altamente visible. Esto permitió darle cabida a un elegante rond-point de acceso vehicular y car port que se desarrolla en torno a una escalinata central, un tema que es clásico en la urbanización, pero cuyas líneas curvas aquí se revisten del gusto Art Nouveau. La escalera lleva a la puerta/vidriera principal de hojas de vidrio y herrería floral, punto focal de toda la composición, con su marco superior curvo, algo muy propio del estilo, que se une encima al balcón central en el segundo piso que mira sobre la Avenida Principal de Los Chorros.
La ligera arquitectura de la italianizante villa es simétrica, de dos plantas, con una veranda al frente y al oeste que probablemente también se extendía al este. Esta está flanqueada por columnas de tubos de cemento con capiteles prevaciados en sencillas bandas circulares y zapatas de madera de resabios crespistas. La cubierta de la casa es a cuatro aguas y en todos los casos las tejas están colocadas directamente sobre los pares de madera, pudiendo ser apreciadas por debajo. Pináculos de hierro pintado y una cornisa
8. Plano de ubicación. Villa Rivello, o Casa N. 41, Los Chorros
(f. Sara Maneiro, 2005 – Archivo FMU)
ornamental rematan las cubiertas en una forma que recuerda a Villa Zoila en El Paraíso (Alejandro Chataing, 1904).
El interior es también de gusto Art Nouveau, pero en su vertiente neoclásica, con resonancias nórdicas. Como podemos apreciar en la serliana que se encuentra bajo la escalera principal, de aires mas modernos, y en el piso, ahora un damero de baldosas en granito vaciado, mientras que afuera, la geométrica balaustrada de cemento del porche y del balcón nos recuerda sin duda a otra estancia Chorriguerense de los alrededores: la Villa San Remo. 4
Bien. Es todo, por los momentos, sobre esta patrimonial arquitectura que nos encanta. Seguiremos informando… y velando por su conservación.
NOTAS:
1. «Ce qui m’a incite a écrire ce petit livre, ce n’est pas une connaissance approfondie de notre littérature : c’est son inquiète méconnaissance«. En: Jean d’Ormesson. Une autre histoire de la littérature française, I, Gallimard, Collection Folio, NiL éditions, Paris, (1997:p. 9).
2. Hannia Gómez. «Villa Rivello». Preinventario Arquitectónico, Urbano y Ambiental Moderno de Caracas, Instituto del Patrimonio Cultural / Fundación de la Memoria Urbana, Caracas, 2005-2007.
3. Graziano Gasparini y Juan Pedro Posani. “La pajarera de los trópicos”. Caracas a través de su arquitectura. Caracas, 1969: pp. 276-277.
4. Chorriguerense: invariante típico de Los Chorros. Neologismo acunado por nosotros en 2005 durante la realización del Preinventario de la urbanización.