COLUMNISTA

Obreros de Hiram Abif. Del secreto iniciático

por Mario Múnera Muñoz P.G.M. Mario Múnera Muñoz P.G.M.

Las organizaciones secretas, poseen un secreto, de cualquier naturaleza que sea y de acuerdo con sus fines; este secreto descansa sobre las cosas más diversas y toma formas variadas. Este es un secreto de carácter convencional. Es de una conveniencia más o menos expresa. En cambio en las organizaciones iniciáticas el secreto es inviolable, inexpresable, incomunicable, y no puede dejar de serlo. Se le puede calificar de sociedad secreta, pero en su carácter no tiene nada de artificial.

Para hacer un desarrollo de este tema, base fundamental de la organización iniciática, la desglosaré en varios puntos:

a) Todo «secreto» de orden exterior puede ser revelado o traicionado. El «secreto» iniciático no puede jamás ser revelado.

b) El «secreto» iniciático es por su naturaleza misma, inaccesible e incomprensible para los profanos, y no podría ser penetrado por ellos.

c) El conocimiento del «secreto» iniciático es la consecuencia de la propia iniciación.

d) El «secreto» iniciático es de tal naturaleza, que las palabras no lo pueden explicar.

e) Las enseñanzas iniciáticas no se pueden comprender, sino por medio de ritos y símbolos, que sugieren más que explican.

f) Lo que se transmite con la iniciación no es propiamente el «secreto» iniciático mismo, puesto que es incomunicable. Es la influencia espiritual que se recibe por medio del rito, que es un soporte, que hace posible el trabajo interior, por medio de los símbolos. Cada uno alcanzará el «secreto» y lo penetrará más o menos y de acuerdo con la medida de sus posibilidades, lo comprenderá y lo realizará.

g) El «secreto» que guardan voluntariamente las organizaciones iniciáticas, legítimas o no, es algo que no está en poder de nadie, y no lo pueden comunicar, aunque quisieran, ni develarlo.

h) Las organizaciones iniciáticas son cerradas, ello obedece a que no admiten en su seno sino a personas cualificadas.

i) Cuando una organización iniciática se torna abierta, corre el riesgo de admitir miembros no cualificables y, por lo tanto, este tipo de personas pueden llegar a ser mayoría e introducir aspectos profanos como resultado de la incomprensión, y desviar las actividades hacia fines que no tienen nada en común en el dominio iniciático.

j) El «secreto» iniciático y el carácter cerrado de las organizaciones que lo detentan son dos cosas distintas y que no deben ser confundidas.

k) Las organizaciones iniciáticas deben tener prudencia al admitir un nuevo miembro, por que un individuo «no cualificado» puede crear ese peligro de degeneración. Para los iniciados «no cualificados» solo pasará por su conciencia como letra muerta, es decir, una formalidad vacía y sin ningún efecto real, porque tales individuos son «impermeables» a la «influencia espiritual».

l) Una organización iniciática tiene también «secretos» de carácter exterior y contingente (puede ser uno); son esos secretos puramente accesorios. Estos secretos son «las ciencias» y «artes tradicionales». Por fuera de la iniciación no se puede comprender, donde ellos son principio.

ll) También las organizaciones iniciáticas, tienen en la misma categoría de accesorios otros secretos externos como lo son: ritos – símbolos – palabras – toques – palabras sagradas – palabra de pase – pasos – etc., todo esto nos permite distinguirnos de los «profanos». Tiene forma exterior, por lo tanto, puede ser descubierto o develarse.

La existencia de un «secreto» exterior y secundario en las organizaciones iniciáticas, algunos lo consideran pedagógico, si es permitido expresarlo así: la disciplina del «secreto» constituiría en una especie de entrenamiento o de ejercicio como parte de los métodos propios de esas organizaciones. (Continuará).